Capítulo 25

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-Narra Rubén-

Me había ido a mi departamento bajoneado, la verdad hubiera querido estar toda la tarde tirado en el sofá abrazado a mi chica, suena raro, pero cada vez me gusta más esa frase "MI CHICA". Esta tía me tiene loco y lo peor es que no puedo dejar de pensar en ella, como fue que en tan poco tiempo me atrapo con toda su dulzura y belleza. Existe un agujero en mi corazón, que es profundo y negro, me ciega de todas las cosas buenas de este mundo, sin embargo, Caroline emanó una luz tan fuerte que penetro en lo profundo de esa oscuridad y me ha hecho recobrar la esperanza y las ganas de poder amar de nuevo.

YASTÁ, DEJARE DE HABLAR SENTIMENTALIDADES QUE ME PONGO MUY GAY CON ESTAS COSAS, DIOH MIOH.

La tarde pasaba lenta, yo echado en el sofá como un bulto con la mirada ida sin mover un musculo, hasta que tocaron el timbre. Mangel no estaba en el piso y creí podría ser él, al manco siempre se le olvidaban las llaves, pero por desgracia no se trataba de mi Mahe.

-Hola muñeco, acaso ya te olvidaste de mí-.

Era Michelle, la chica que ha satisfecho mi deseo sexual hace ya dos años, pero para mi mala suerte, se obsesiono conmigo. Vestía una blusa ajustada con un escote que dejaba ver sus enormes pechos junto a una falda que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, era algo baja, pero usaba unos enormes tacos que la dejaban más cercana a mi altura y sobre todo a mi rostro.

Me empujo dentro de la habitación cerrando la puerta, se aferró a mi cuerpo apoyándome contra la pared e intento besar mis labios, pero alcance a esquivarla.

-¿Qué sucede amor que rechazas mis besos?, sé qué es eso lo que te enciende cada vez que nos vemos o es que esta Mangel, ¿Por eso no quieres jugar conmigo?-.

-Michelle, tenemos que hablar-.

-¿Esas son formas de recibirme?, luego que desde hace meses no me vas a ver, se te olvido todo lo que hemos hecho juntos-.

-Michelle, escúchame-.

-Bueno, que noticias tienes ahora, te iras de viaje por mucho tiempo otra vez o qué-.

Se tiro sobre el sofá y se posiciono sensualmente, me senté en el mismo lugar pero apartado de ella.

-La verdad, es que no quiero volver a verte-.

-¿Qué?, ¿Es broma Rubén?-.

- No, no es broma, he tenido un cambio gigante este último tiempo y no quiero volver a enredarme en las tinieblas-.

-¡Jaajaja!, no me digas- se sentó en mis piernas y comenzó a besar mi cuello -que te dio de nuevo con eso del cambio y estas en la etapa en que te engañas a ti mismo de que no volverás a caer en el sexo compulsivo, ni en las drogas y mucho menos en mi compañía-.

-Basta ya Michelle- la aparte de mí y me puse de pie –esto es muy diferente-.

-Ya sé cómo volver a hacerte entrar en razón amor- se arrodillo frente mío, sabía exactamente que iba a hacer pero no lo iba a permitir, comenzó a acariciar mi miembro –sé que esto te encanta, tener a una chica de rodillas para darte placer, que te rueguen por un poco de atención, que te sirvan, que se entreguen completamente a ti, esa tipo de chica soy yo, quítate ya ese capricho y gritemos juntos de placer-.

La tome por los hombros y la levante bruscamente, me miro seria.

-Esto se terminó Michelle, entendedlo ya, esto no es un simple capricho, es más fuerte... estoy enamorado- me miro fríamente por unos segundos, dándole luego un ataque de histeria, gritando que no podía ser aquello posible.

El vecino de al lado (elrubiusOMG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora