El vecino de al lado (elrubiusOMG)

Capítulo 8

Esa noche dormí plácidamente, no hubo ruidos de parte de mis vecinos y desperté casi al medio día del día siguiente, fue maravilloso y reparador, me sentía mucho mejor. Los días siguientes sin Sofía, se me hacían eternos, ella volvió dos semanas después de la llamada y regalo de Alexby, por lo que tenía mucho por que contarle. En la universidad seguí sin ánimos, no porque no me gustaba la carrera, es más la amaba, sino porque mis pensamientos y anhelos andaban en otra parte, es decir, llevo más de cuatro meses en Madrid y ni pistas de Rubius, ver sus blogs por Madrid, en lugares que recorro usualmente me dan nostalgia, ¿tan mala suerte tengo como para que el día el cual él va a grabar yo justo no pase por ahí?, por ejemplo, hace poco vi una cámara oculta que hizo en la pizzería Domino's, a la cual el día antes de la grabación había ido a comprar allí, ¡JODER!, y por alguna extraña razón de la vida conocí a Alexby11 y en mis peores momentos, lo que me había asentado bien, tenía otro amigo, junto con Antonio y Mateo.

Un día me encontraba recostada en mi sofá, terminaba un rico café achocolatado, cuando tocaron el timbre, pensé en no abrir la puerta, ya que no quería levantarme, pero la insistencia del timbre me arto y me pare.

-Hey linda, no te enfades por mi insistencia y espero no molestarte - Era Antonio, sonreía, me encantaba cuando lo hacía, ya que se le formaban margaritas en sus mejillas haciéndolo ver aún más tierno.

-Antonio, no es molestia, solo es que no quería levantarme del sofá hajajajaja, pasa, ¿en qué puedo ayudarte?-.

-Bueno, gracias. Recordando nuestra última conversación, me pediste que te enseñara a andar en skate, pues tengo el resto de la tarde libre, ¿Quieres ir a patinar conmigo?-.

-Claro que sí, me encantaría- sonreí ampliamente, me llego a doler el rostro, hace días que no lo hacía de ese modo –pero deja ir a cambiarme, no creo que vestida así pueda patinar...- miro mi atuendo divertido, estaba con unos pantalones de pijama y una camiseta sin mangas.

-A mí me encanta como te ves así- comenzó a reír a carcajadas, era verdad, parecía cualquier cosa así, pero estaba en mi casa y me sentía cómoda.

-Deja de reír, no es gracioso- lo mire seriamente, pero no aguante la risa –bueno si, un poco, ya basta- le lancé una almohada del sofá en la cara –ya espérame, no me demoro, iré a cambiarme.

Salí rápidamente a mi habitación y en menos de cinco minutos estaba lista, recalco, soy una chica simple, no soy de maquillarme ni nada. Me puse unos jeans algo ajustados para no andar incomoda, unas Convers negras -mis favoritas- y un polerón tipo canguro, corría algo de viento, pero no hacía frío. Salimos del edificio, el me guiaría a un parque especial para patinar, estaba entusiasmada, pero a la vez tenía miedo, no quería hacer el ridículo entre la gente si llegaba a caerme.

-Tu siempre tan bella-.

-Antonio, no vuelvas a decir eso, ¿entendiste?-.

-¿Por qué?-.

-Sé que no soy linda y no me contradigas, muchas veces a lo largo de mi vida me lo han repetido, lo tengo claro, además no me gusta que la gente me mienta-.

-Pero Carol...-

-Silencio, no digas nada o me enfadare contigo y no quiero eso-

-Está bien- agacho su cabeza y siguió caminando a mi lado en silencio, me apene tanto al verlo así, que de un momento a otro, tome su brazo, lo levante y me escabullí en su pecho para abrazarlo, era mi amigo y no merecía que lo tratara así.