-Pase- dije sin imaginar de quien se trataba, para ver a Rubén entrar por la puerta de mi cuarto, estaba mal y supongo así se notaba, ya que el chico no dijo nada y se acercó con cara de preocupado hasta mi cama.
-¿Qué paso?, ¿Ese chico te hizo algo?-.
No supe que responderle y solo le dedique un silencio rotundo, no lloraba, no sentía las ganas de hacerlo, pero tampoco sabía que hacer o de qué forma reaccionar, solo quede en shock y por mi mente solo pasaban las palabras de Mateo y ese beso forzado que me dio. Rubén desapareció de mi cuarto y me sumergí en la oscuridad, me encontraba sola sin poder ver nada, de repente miles de recuerdos, miles de imágenes, sonidos y sentimientos me invadieron, mi pasado me perseguía -aún más cuando alguien demostraba interés en mí- pasaba mi infancia, mi adolescencia y me quedaba estancada en mi juventud, la crueldad y la maldad le ganaban a los recuerdos buenos y felices, mientras que yo expectante sola me quedaba en un rincón de aquella oscuridad con la cabeza entre mis rodillas esperando a que todo pasara.
Reaccione de mi trance y me encontré con seis pares de ojos que me miraban atentamente asustados.
-What the fuck?- pregunte con asombro –pareciera que han visto a un fantasma-.
-Fue algo parecioh muhe, te quedasteh ahí mirando aquel puntoh fijo' sin moverte por un buen ratoh- Mangel hablo muy rápido por lo que me tarde en entender que decía.
-¿Carol estas bien?, estas palida, ¿necesitas algo?, ¿un vaso de agua?-.
-Chicos no se preocupen, estoy bien, solo me metí muy dentro de mis pensamientos, lo siento por asustarlos- agache mi cabeza avergonzada –Nati un vaso de agua estaría bien, gracias- le sonreí y se fue rumbo a la cocina por el vaso.
-Nos diste un buen susto chica, pensamos que se te había ido el espíritu a otro mundo- todos reímos por el comentario de Cheeto.
Paso el tiempo, se hacía tarde por lo que Alexby y Natalia comenzaron a despedirse, pensaban tomar un taxi, pero Cheeto les ofreció llevarlos en su coche, los acompañe hasta la puerta y me despedí de los tres.
-Carol cualquier cosa por favor llámame, Nati y yo estaremos pendientes del móvil siempre, cuídate pequeña, ¿sí?- ya me había acostumbrado a que Alejandro me llamara así, me causaba mucha ternura por lo que lo abrase al igual que a Natalia.
-Muchas gracias por todo, de verdad no sé qué haría sin ustedes, gracias a ti también Cheeto, sé que te conozco muy poco por lo que hay que empezar a conocerse mejor-.
-Pues' claro mujer, cuando te mejores bien salimos a por un helado por ahí- me guiño un ojo e igual lo abrase.
-Adiós chicos, otra vez, gracias-.
-Adiós, cuídate mucho-dijeron todos dirigiéndose al elevador, yo entre de nuevo a mi piso, Antonio se despidió apurado, su madre lo había llamado y lo necesitaba urgente, por lo que se fue dejándome sola con Rubius y Mangel en la sala de mi departamento.
Nos miramos entre los tres en silencio, estaba nerviosa, es decir, tener a mis ídolos en mi casa estando sola, con los demás me sentía cómoda, pero ahora no sabía qué hacer.
Rubius tenía esa sonrisa que me encantaba en su rostro y me miraba fijamente, por lo que me sonroje, Mangel se dio cuenta de aquello y se puso incomodo, supongo que por eso decidió irse.
-Bueno muhe ha sio' un día increíble y agotadoh, por lo que me iré a mi departamento, un gustoh conocerte y espero seamos amigoh para unas partiditas de Call Of Dutty seguidas-se acercó a mí, beso mi mejilla y me dio un abrazo –Rubiuh tienes las llaves del piso cualquier cosa, no me despiertes si estoy durmiendo gilipollas, cuídate Carol nos vemos- dicho esto se fue, ahora quedando yo sola con Rubius.
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El vecino de al lado (elrubiusOMG)
Fiksi PenggemarToqué la puerta enfadada, y cuando ésta se abrió, pude ver su rostro pálido y su desordenado cabello, En ese momento, no lo podía creer, haberlo tenido siempre tan cerca, esto no parece real. Abrí mis ojos a más no poder quedándome rígida ahí parada...