La cadena con forma de esqueleto de ciervo alzó una afilada ala y por primera vez no cortó una cabeza, sino una mano. La mano derecha del ser gigantesco, en la que estaba atrapada Sharon.
El miembro seccionado cayó al suelo, con Sharon aún entre sus dedos. Ella chilló, pero el dorso de la enorme mano amortiguó la caída. Oz corrió hacia ella para liberarla de los dedos que la aprisionaban; como la mano estaba inerte, no fue difícil levantarlos y dejarle el camino libre a Sharon.
—Gracias, Oz —agradeció la dama, que estaba cubierta de sangre de la cabeza a los pies. Era extraño ver a la impecable Rainsworth sucia, y más aún de sangre, pero corrían tiempos difíciles y lo extraño empezaba a ser normal.
De pronto, al lado de Sharon cayó, con gran estrépito, una cabeza cortada que solo tenía un ojo. La dama chilló, asqueada, y Oz la tomó de la mano para alejarse de aquella zona corriendo. Dos segundos después, cuando se pararon, el cuerpo gigantesco del monstruo cayó donde habían estado antes.
Las tres cadenas que habían atacado a aquel ser desaparecieron para volver con sus contratistas. Gilbert frunció el ceño y se acercó a Vincent. Parecía decidido a darle una buena charla.
Cuando Oz comenzó a oír los gritos de su sirviente decidió dejar a los hermanos en paz y se reunió con los demás.
—Rufus, ¿sabías algo de todo esto? —preguntó Cheryl con el ceño fruncido, adelantando su silla de ruedas hasta ponerse al lado del hombre pelirrojo.
Este suspiró, pero siguió sonriendo.
—Si te refieres al asunto del Cazador de Cabezas, sí. Lo sabía todo sobre él. Al fin y al cabo, conozco todas las cadenas, y Demios no es una excepción. No olvides que lo sé todo...
"Así que el nombre de esa cadena era Demios", pensó Oz, sorprendido.
Lo cierto es que jamás hubiera pensado que Vincent era el Cazador de Cabezas. Era cierto que podía ser un tanto extraño, y que algunas de sus costumbres —para empezar, la de cortar peluches con sus tijeras— no eran muy sanas, pero Oz creía que el joven jamás mataría a otras personas a conciencia.
Sin embargo, lo peor de todo aquello era que Elliot Nightray había muerto creyendo que él era el asesino. Creyendo que Humpty Dumpty era la cadena causante de todas aquellas muertes, y que él era el Cazador de Cabezas. Pero no todo había sido culpa suya.
Sharon se acercó a ellos, empapada en sangre como estaba. Parecía muy molesta y enfadada.
—Duque Barma, ¿ese monstruo gigante también era una cadena? —preguntó con los brazos en jarras.
—Exacto —rio el duque Barma—. La he llamado Cyclop. ¿Te gusta?
—Supongo —murmuró Sharon mientras trataba de alisarse el vestido sin éxito. Lo cierto era que no le hacía mucha gracia el asunto, pero decidió no añadir nada más. El lazo que normalmente le sujetaría el cabello en una coleta se había roto, dejando libre el hermoso pelo castaño claro, que ahora estaba sucio de sangre. Trató de peinárselo con los dedos, pero también fue inútil.
De pronto, todos oyeron cómo una tela se rasgaba y, justo después, una exclamación ahogada. Cuando Oz se dio la vuelta, vio a Gilbert mirando fijamente el pecho de Vincent. La camisa que llevaba puesta estaba rota y podía verse un sello de contratista. Sin embargo, Oz se dio cuenta de que no era el sello habitual en los contratistas ilegales, sino que era aquel que lucían todos los Baskerville. Un reloj sin agujas.
— ¿Por qué lo hiciste? —preguntó Gilbert, dolido—. ¿Por qué hiciste un contrato con Demios? ¿Por qué mataste a todos esos Nightray?
Vincent apartó la mirada, cohibido. Era una expresión que Oz jamás había visto en él.
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La Caja de Pandora
FanfictionOz, Gilbert y Alice aparecen en una dimensión distinta a la suya, pero no están solos: más miembros de Pandora han caído. Ninguno de ellos sabe dónde se encuentran, pero Rufus cree que están en la Caja de Pandora, una prisión parecida al Abismo. Par...