Mistletoe (~Tamashii no Yadorigi~~Tensei no Yadorigi~)

Datos. Nacion Roja

Gobernante actual: Shion Kaito.
Año en el que ocupó dicho cargo: 495 (a los 14 años de edad)
Edad actual: 26 años.
Sucesor elegido: se encontraron registros antiguos en donde todo indicaba a Meiko. Su carácter, su fuerza, su poder, entre otras cosas. –desgraciadamente aún sigue en cierta duda, ya que Meiko no fue la última gobernante y no se ha encontrado ningún otro dato–
Confidente: No tiene.
Familia/Amigos:
Kagamine Len.
Edad: 20 años recién cumplidos.
Carácter: todo dependía de quien estuviese con él.
Odio: todo su odio se enfocaba a la nación Azul.
Parentesco con Kaito: Aún no se sabe si eran hermanos, primos o solo amigos.

Guerreros:
Meiko
Edad: 24 años
Tiempo de entrenamiento: desde que tenía 6 años de edad.
Odio: todo lo que provenga de la nación Azul.
Amigos: Shion Kaito.

Akita Neru
Edad: 19 años.
Tiempo de entrenamiento: desde los 15 años.
Odio: a todas las chicas que se le acercaban a Len.
Amigo: Kagamine Len (se cree que entre ellos hubo un romance, nada cierto pero si se sabe que estaba ella enamora de él).

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—Es tiempo de terminar con esta estúpida guerra... Debe de terminar— dijo Kaito mientras entrenaba, sacando todo su coraje—. No sólo ella deberá de sacrificar su libertad, yo también la sacrificaré por mi pueblo— golpeó fuerte el costal, rompiéndolo al instante. Sabía perfectamente que lo que iba a hacer ayudaría a mucha gente peor aún así, su corazón pedía otra cosa.
—¡Mi señor!— Kaito sonrío al escuchar la voz de su amada. Se veía tan hermosa en aquel ajustados traje.
—¿Sí, Meiko?— está se sonrojó al ver a Kaito y sonrío. "Muy raro en ella, pero se ve bien" pensó Kaito.
—La nación azul está llegando al final de su territorio... Pronto empezarán a invadir nuestra parte, señor.
—No creo que sean tan ingenuos, Meiko, pero toma ciertas medidas. No queremos que esto empeore más de lo que ha empeorado en estos años.
—Como ordene, mi se...
—¡Kaito!— escuchó aquella voz arrogante, enojona, caprichosa y chillona que le hacía pasar buenos al igual que malos momentos, entrar a la habitación.
—¡Te juro que si alguna persona de la nación azul entra a nuestro territorio, LOS MATARÉ!— se notaba molesto en la voz del joven.
—Len... Tranquilo.
—¿Cómo quieres que esté tranquilo si ellos van a hacer lo que se les de la gana? Debes de poner un alto, debes de...– el chico calló cuando el peliazul alzó la mano. Soltó un suspiro de decepción, sabía la respuesta: "eres sólo un niño, no debes de meterte"–, por cierto. Te mandaron esto— el rubio le entregó un pergamino enrollado y Shion sonrío.
—Gracias, Len. Al fin serviste de algo— el rubio soltó una carcajada al aire para después voltear a ver a Meiko que veía con molestia el pergamino.
—¿También te molesta la nación azul?
—Si, joven Len, se están acercando a sus límites— se escuchaba la frustración de la joven al decir lo sucedido.
—Tranquila Meiko, todo esto tiene que pasar...— Kaito agarró a Meiko del hombro provocando que se pusiera más roja que un tomate.

"Se ve tan hermosa cuando se sonroja"
—Si pudiera les aventaría una cubeta de agua... Kaito, vístete antes de que Meiko empiece a besarte, y tú relájate, no va a servir de nada que te pongas caliente por él...
—¿Q-qué?— la castaña se tensó más.
—Y yo iré a...
—Consíguete una novia— la chica y el peli-azul al mismo tiempo.
—No hay nadie que me llame la atención, todas son... Son diferentes a mi— dijo con resignación el chico resignado.
—La encontrarás Len— comentó su amiga mientas se iba.
—Hermanito, hermanito... Acuérdate que sin luz no hay oscuridad, sin ying no puede haber yang, día sin noche...— decía mientras se vestía.
—Si, si, si, si— dijo el joven mientras bajaba de las escaleras y alzaba la mano dando una indiferencia. Hubiese sido normal todo ese día, solo que fuego salió de su mano.

Len sentía que el cuerpo le ardía, que el mismo infierno estaba dentro de él y que no había nada que lo pudiera calmar—. Ka-Kaito...— la voz del rubio tembló con miedo mientras que él retrocedía notando como salía más fuego de su mano. Kaito corrió hacia él y lo abrazó.
—Tranquilízate Len. Necesitas tranquilizarte.
"Yo también necesito tranquilizarme. De hecho, esto no debería de pasar. Len no es mi sucesor. Y ese fuego es... No. Simplemente él no puede ser"