Después del ataque de Len, la nación azul había entrado en una crisis. Casas habían sido destruidas, gente y animales habían muerto, las cosechas hechas cenizas y los que habían sobrevivido se encontraban aterrados en el convento, el cual no había sufrido ningún daño.
Durante los días siguientes la gente había comenzado a recoger lo que fuera funcional y a arreglar las casas dañadas. Rin recorría las calles ayudando a quien lo necesitara, dándoles protección y aliento si es que se lo permitían, y vaya que lo hacían, habían encontrado en la joven una nueva líder, sin saber que ella era la sucesora de Miku. Pocos habían salido ilesos de aquel ataque, bastante gente con heridas y desgraciadamente varios habían muerto en el incendio.
—¿Qué hace falta?— preguntó la rubia mientras entraba a la cocina del convento en donde sus compañeras hacían ungüentos para sanar las heridas o cocinaban algo para que la gente comiera.
—Miku. Nos falta Miku— dijo Neru sin voltearla a ver.
Nación Roja
Se encontraba sentado en su trono el rubio con un sólo pensamiento en su mente: Rin. Quería volver a verla, pero sabía que después de lo ocurrido nada bueno podría salir, aunque bueno, decía de admitir que aunque se encontraba repleto de odio hace días había procurado no dañar el templo donde la chica vivía, ya que no quería que Rin sufriera algún daño mientras dormía o que al menos tuviese un lugar para poder estar segura.
Suspiró.
Miraba hacia la ventana que estaba en el sala del trono, con esperanza de que Kaito entrara en cualquier momento y lo regañara por lo que hizo, incluso que le diera un puñetazo en el rostro y le exigiera respuestas, pero él sabía que eso nunca iba a pasar. Miró la puerta antes de comenzar a sentir la necesidad de huir en busca de Rin para poder llevársela lejos, donde ellos estuvieran juntos y nadie pudiese molestarlos.
—Len— la voz una mujer lo sacó de sus pensamientos—. Mi señor— se corrigió ésta. Desde que Len había obtenido la flama y regresado a su nación , la castaña había comenzado a portarse muy distánciale con él—. Lo buscan— dijo Meiko.
—Pues... Que pasen...— era más su sentimiento de culpa que su resignación que aceptó. A los pocos segundos entró Neru con una espada colgada en su espalda.
—Hola, Len— saludó caminado hacia él, trataba de no ser tan invasiva como usualmente lo era.
—Meiko déjanos a solas...— pidió el gobernante y la mayor suspiró antes de salir de la habitación—. ¿Qué te trae aquí, Neru?
—Vine a verte. Quería ver cómo te encontrabas.
—¿Cómo me encuentro?— fue una pregunta más para él que para Neru—. No lo sé. No sé como debo de sentirme.
—Len, sé lo que sucedió con Kaito y no quería que tuvieras solo— la chica le sonrió de lado.
—No es necesario que estés aquí— comentó—. Ni si quiera sé como sentirme, estand solo tal vez...
—Salgamos— propuso la joven interrumpiéndolo—. Tal vez así te distraigas y...
Len se levanto de golpe.
—Quiero estar solo— sentenció antes de salir por la puerta
Nación Azul
Después de haber recibido aquella respuesta de su mejor amiga, Rin había tomado una decisión. Salió del lugar, con tristeza miró a su alrededor, había de todo, gente comiendo en el piso, en camillas hechas con tela y palos de madera, ayudando a otros, durmiendo o estado inconsciente. Ella preferiría que Miku estuviera ahí, al menos así su nación tendría con certeza y seguridad un futuro. Caminó hasta la entrada del bosque y dio una última mirada a la nación.
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Mistletoe (~Tamashii no Yadorigi~~Tensei no Yadorigi~)
De Todo1000 años atrás 2 naciones surgieron de los pájaros de fuego. Sus nombres son del todo inciertos, solo se diferencian por sus colores. 500 años atrás aproximadamente. Nació : Azul Mejor conocida como: la nación de La Paz. Ultima gobernante: Kagamine...