La adivinanza.

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Me gritaron que me quitase la chaqueta. Lo hice y me senté junto a Alba. Ella me dijo que no sabía quien había sido. Que todos habían cerrado los ojos. Seguimos jugando otro rato más pero no ocurrió nada destacable. Enseguida nos aburrimos y entramos de nuevo a la casa. Cuando estaba abriendo la puerta de mi cuarto, Víctor se me acercó.

-Sara, tengo que contarte algo.
-Lo que quieras.
-Me voy. Mira la nota.

Estimado señorito Sánchez:
Los organizadores hemos comprobado que no se encuentra a gusto con el programa. Mañana a las 7:00 pasará el coche a recogerle.

Le miré. No sabía que decir. Le di un abrazo.

-No te preocupes Sara. No soy el único que se va. Creo que se va uno de cada equipo.
-Joe, lo siento mucho.
-Por favor, no se lo digas a los otros hasta mañana.
-Vale ¿algo más?
-No te apures. Me voy que tengo que preparar la maleta.

Entro a la habitación y me tumbo sobre la cama. Pongo en reproducción mi playlist favorita. Es cierto que no había congeniado con Víctor pero me dolía que se fuera. Cojo el cuaderno y actualizo los apuntes. Se ha convertido en una especie de diario ya que también apunto mis cosas personales. Bajo al comedor y observo que sólo falta Víctor. Me hago la tonta. Después de cenar nos proyectan una película. "Resacón en las Vegas". Yo ya la he visto y es muy divertida. Mientras lo preparan todo Alba y yo subimos a lavarnos los dientes y a ponernos el pijama. Cuando bajamos nos encontramos con Víctor y lo convencemos para que baje. Es entonces cuando comunica al resto la mala noticia.
Alba, Rebeca, Mónica y yo nos sentamos juntas en el suelo. A eso de mitad de película me giro y veo algo que no me esperaba. Víctor y Pedro juntos hablando. Como no quiero parecer cotillas dejo de mirar. Cuando la película termina nos subimos a dormir. Me duele la tripa de tanto reír. Apago la luz y me duermo.

-toc, toc

Alguien ha llamado a la puerta y me ha despertado. De mala gana me levantó.

-Hola Víctor.
-Venía a despedirme y a contarte algo muy fuerte. Perdón por despertarte.
-No te preocupes.
-Ayer durante la película estuve con Pedro y... ¡Me besó!
-¿¡Qué!?
-Lo que oyes y lo mejor es que me gustó. No se lo cuentes a nadie.
-Soy una tumba.

Víctor se fue y yo intenté dormir de nuevo pero fue imposible. No me extrañaba que mi amigo fuera gay pero Pedro no me lo hubiera imaginado.
Pipipipi, pipipipi. Al final conseguí dormir un poco y la alarma me ha despertado. Me metí a la ducha y me lavé el pelo. Como es verano lo voy a dejar secar al aire. Me pongo los pantalones de ayer y una camiseta de un conejo. Voy al baño y me peino. Como me sobra tiempo salgo a leer un libro al jardín. Me siento en un banco al sol. Llevaba dos capítulos cuando Pedro se sentó a mi lado.

-¿Te lo ha contado Víctor?
-Sí. Pero no voy a decir nada.
-Gracias.

Entramos dentro y fuimos a desayunar. Alba y Marcos no dejan de cuchichear. No se que traman pero me dan miedo. El vídeo del señor Pepe no nos aporta nada. Nos comunica que compañeros se han ido y que se ha abierto un servicio de lavandería. Funciona los miércoles y los sábados. Hay que dejar la ropa en unos cubos del color de nuestro equipo que hay en el pasillo de las habitaciones. Cuando acabamos el desayuno subimos a buscar la ropa sucia. Entonces Alba se me acerca y me dice que la esperemos en los merenderos. Vamos allí y nos sentamos en el suelo. Sonrío al recordar el beso de ayer y pienso que tanto Marcos como Juan pueden habérmelo dado. Los dos son muy guapos. Por suerte aparece Alba.

-Chicos he encontrado el galeón.
-¿Qué?
-El galeón de la adivinanza. Hay una maqueta en el salón. Y sorpresa, dentro he encontrado un trozo de papel.
-¿Eso significa que hay que buscar los objetos?
-Eso creo.

Al igual que el primer día recorrimos la casa de arriba a abajo hasta encontrar todos papelitos. Hicimos el puzzle y en la nota ponía:

Fase de prueba finalizada. Esperen instrucciones.

Esto nos desconcertó, no entendíamos nada. Decidimos hacer lo que ponía, esperar. Lo hicimos echando un partido de tenis. Alba y yo versus Marcos y Juan. Nos dieron una paliza. A eso de media mañana nos juntamos con Mónica y Rebeca. Hemos hecho muy buenas migas. Después de comer los empleados nos indicaron que fuéramos al salón y nos sentáramos. Las butacas tenían los !mismos carteles que el primer día. Cuando estuvimos todos apareció el señor Pepe.

-Creo que merecen una explicación. Mi nombre es Emilio y esto es un concurso llamado jugando a detectives. Todos ustedes fueron inscritos en secreto por sus familias. Esta ha sido una fase de prueba donde ustedes han tenido un entrenamiento. Los siete compañeros que nos abandonaron estaban para ayudarles y guiarles. Ahora que están preparados comenzaremos en serio.

No podía creerlo. Esto no puede estar pasando.

-No se apuren. Esto no es un reality show y no serán grabados a todas horas. Sólo durante las pruebas. Tómenselo como un campamento de verano. Ahora formaremos nuevos equipos y lo haremos como el primer día. Luego les seguiré explicando.

La pieza de mi respaldo era de color plateado. Las otras piezas eran de color negro y blanco. Nos juntamos los equipos. No podía creerlo estaba con Marcos, Juan, Alba, Mónica y Rebeca. Fue entonces cuando me di cuenta de que Pedro no estaba. Debía de ser uno de los guías.

-Espero que estén satisfechos con los grupos. La mecánica del juego será la siguiente. Se les proporcionarán misterios. Al final del día deberán presentar un informe. Esto les otorgará una serie de puntos. También se realizarán pruebas extra para conseguir más puntos. Como ya les he dicho sólo grabáremos las pruebas, los informes y unas entrevistas individuales.

La historia se está poniendo interesante y no puedo dejar de escribir. Por eso es posible que actualice más a menudo. Gracias por leer.



Jugando a detectivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora