Los vidrios saltaron casi hasta la cocina. Por instinto Azul y Elías se taparon la cabeza y los novios salieron a ver que pasa.
-Che ¿Qué pasó, gil? -Salió Igna, con una cara de preocupado como para llorar.
Azul fue y agarró el coco. Pesaba un montón. Parecía de roca.
Pero, puede tener algo. Como en este caso, que llevaba una nota.
"SOS" Decía.
-Alguien pide ayuda. Vamos.
-¿Si es una trampa? -Preguntó el pobre de Igna.
-Dejate de drama, si alguien pide ayuda, hay que socorrerlo. Además, si es una broma lo quemo vivo.
A veces, daba miedo.
Cuando Trin salió, le contaron todo y salieron. Se escuchaban gritos, gritos de hombre.
-¡AYUDAAA!
Corrieron tras la voz. A casi veinte metros, un chico colgaba de una soga, a lo trampa de animales.
-¿Y esto...? -Preguntó Elías.
-¿No era una isla privada? ¿Por qué hay alguien? ¿Y por qué hay trampas? -Preguntaba Trin casi a punto de explotar de los nervios.
-Yo puse trampas la otra vez. -Dijo Azul, con toda naturalidad. -Por suerte no pasó por la parte trasera.
El chico notó la presencia de los niños.
-¡CALLATE Y SACAME DE ACÁ, ARCOIRIS SAIAYIN!
"No debió decir eso." Pensó.
"Oh oh..." Pensaron los demás.
La mano de Azul se prendió fuego, e hizo una bola.
El tipo abrió los ojos como platos. Pero era tarde, Azul la tiró hacia la soga.
La soga se quemó y el hombre cayó de cabeza.
"El chico está lindo" Pensó Trin.
"¿Por qué Trin mira tanto al pendejo?" Pensó Igna.
"¿Y la pizza?" Babeó Elías.
El chico se levantó, se sacudió la ropa y sonrió, medio mareado.
-Soy Rick. -Le extendió la mano a Azul, quien negó con la cabeza. Trin la tomó para no parecer grosera.
-Trin. Perdona a mi amiga, jeje. -Rió nerviosa ante la actitud de Azul. A veces no soportaba su bipolaridad. -Él es mi novio Igna y el pendejo es Elías.
-¡Hey! -Se quejó el último.
-Si, un gusto. -Dijo Igna, masticando su saliva.
-¡Tomá nene! ¡Te vas a romper la boca! -Le jodió Elías, dándole un chicle.
Igna lo aceptó de mala gana.
Rick, por su parte, estaba nervioso. El tal Elías estaba loco, la Azul era violenta y el novio de la tal Trin era celoso. Trin, por ahora, no tenía nada de malo.
-Bueno... Eh... Mi padre está enfermo, y yo venía a buscar medicina. Pero esta soga me quiso saludar. -Pretendió sonar gracioso, pero fue un chiste muy malo.
-Ni a la soga le caes bien, no creo que te quiera saludar.-Soltó Azul, quien se ganó la mirada de reproche de Trin.
-Si, seguro hay algo en la súper choza. -Comentó Elías. -Pero yo no sé dónde están.
Todos la miraron a la dueña.
-Primero, disculpate.
"Ya empezamos..." Pensaron.
-Bueno, perdón.
-Ahora, seguime.
Caminaron otra vez hasta la casa. El chico miraba todo entre sorprendido e ilusionado.
-Sí, es una casa de ensueño.-Le comentó Igna al nuevo. -Los padres de ella tenían mucho dinero.
-¿Qué tiene tu padre? -Preguntó desde el baño Azul.
-No sé. No se puede levantar, le duele la cabeza y el estómago.
-Buah, le llevo todo. Capaz si te doy algo que no es y lo termino matando. -Salió con el botiquín y anunció que se iba con él para curar al viejo. Todos asintieron.
-¡Me quedé con HAMBREEE! -Se quejó Elías.
-No es mi culpa que se haya derretido todo el queso. -Comentó Trin. -Ni de mis tímpanos.
Igna se rió. Al final, Elías fue a preparar por lo menos una parte de la pizza mientras Trin se besuqueaba con Igna.
-Busquen un cuarto. -Bromeó Elías.
-Callate. -Le dijo Igna.
Elías quiso bromear, haciendo como que tenía ya poderes.
-¡SALSA! ¡VEN A MÍ!
Hizo un gesto raro con las manos, y, mágicamente, la salsa le rebotó en la nariz y lo llenó de tomate.
Todos giraron a ver.
-Hola chicos, ya llegu...
Era Azul, con una noticia importante, casi inmóvil en la puerta, viendo el desastre.
-¡TENGO TELEQUINESIS PERRAS!
Y sí, se puso a bailar como loco. Pero, por idiota, tuvo sus consecuencias, y se resbaló, cayendo de espaldas.
Azul, divertida con la escena, le colocó un cuchillo entre el brazo y el cuerpo, hizo como que tenía un micrófono y dijo:
-Hoy, una mortífera pizza a dejado un cadáver apuñalado en medio de la cocina de una pobre adolescente.
Hasta el muerto se cagó de risa.
-Me voy a bañar.
Y, así, resucitado al tercer minuto, se fue.
Azul dejó el botiquín en la mesa, y se sentó en el sillón junto a los novios.
Pero no iba a durar mucho con Trin.
-¿Y van a dejar todo este desastre? Por Zeus. Son unos sucios.
Tomó un trapo, y se puso a limpiar.
Como tiene el típico noviecito perfecto, él también agarró un trapo y la ayudó.
-Ahg, son tan empalagosos como la miel con azúcar y dulce de leche.
A los diez minutos, Elías terminó de bañarse, y vestirse.
-Bueno, ya que están todos, el padre de Rick sabe todo sobre los frutos. Dice que vayamos y nos va a decir todo. Aunque nosotros -Dijo señalando a Elias y a sí misma. -Ya tenemos un concepto.
-Pues, vamos. -Dijo Igna.
"Tan valiente, mi chico" Pensó Trin.
Y, con eso, arrancaron hacia el lugar.
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¡Malditos Frutos!
AdventureCuatro adolescentes, una rebelde asquerosamente rica hasta para ella, un loco guasón y raro, una fangirl rosada bastante graciosa y su chico "perfecto", van de paseo en el helicóptero de los padres pijos de la rebelde arcoiris. Una tormenta, un mal...