Estaba frente a la puerta abierta del armario tratando de decidir qué blusa se vería mejor con mis pantalones favoritos, cuando mi teléfono sonó. Mi primer instinto fue pensar que era Colt cancelando la cita y mi corazón cayó hasta mis pies. Pero una rápida mirada al identificador de llamadas reveló que era un número desconocido.
―Hola ―contesté, curiosa de saber quién estaba al otro lado del teléfono. Mientras, continuaba viendo dentro de mi closet.
―Hola, um, ¿Whitney?
El teléfono casi se me cayó de las manos, al mismo tiempo que mi corazón y estómago se inquietaron.
―Al habla Jason.
―Jason ―exclamé―. ¿Cómo... cómo has obtenido mi número de teléfono? ―Compré este teléfono hace unos meses después de que mi teléfono viejo fuera a dar al océano, sabía que nadie tenía mi nuevo número.
―Hoy le pregunté a Dirk ―admitió―. Espero que eso esté bien. ―No lo estaba, pero no le dije eso.
―Sólo quiero felicitarte por tu juego contra McCobiak ―continúo Jason con voz baja―. Lo leí en el diario y algunos de los chicos hablaron del juego todo el día. Así que, felicidades.
―Gracias, Jason. Si eso es todo lo que querías decirme, me tengo que ir.
―Traté de mantener mi voz firme y fuerte, pero cada vez era más difícil con cada palabra que decía.
―Espera ―dijo―. Eso no es todo yo... lo siento, no terminé las cosas con Elisabeth antes de pedirte que fueras a cenar conmigo el viernes. Eso fue realmente terrible de mi parte, Whitney, lo siento.
No dije nada, no podría decir nada aunque lo intentara. No pensé,estaba bloqueada. No podría estar más sorprendida si me hubiera dicho que Detroit le había ganado a los Potros de Indianápolis en el Super Bowl
―Mmm. ¿WB? ¿Estás ahí?
―Sí ―contesté finalmente―. Sí. Aprecio eso, Jason. Pero de verdad me tengo que ir.
―Oh ―dijo quietamente―. Bien, te hablaré después. ―No supe que contestarle, así que no dije nada más.
―Adiós, WB.
Colgó y me dejé caer en mi cama, los planes de encontrar la blusa perfecta para esta noche se me olvidaron.
Jason Victorino se había disculpado. Y, sí, no había disculpas para eso, por lo que me hizo daño durante mucho tiempo, pero eso era un comienzo. ¿Cierto?
*********
Minutos después mi teléfono volvió a sonar. Di un vistazo al identificador de llamadas, no cometería el mismo error dos veces, no era Jason quien llamaba y me dije que no estaba decepcionada por ello.
―Hola, Sophie ―le contesté―. No puedo hablar mucho tiempo.
―Si en la noche te llama un número que no conoces, ¡no contestes! Es Jason Victorino ―exclamó sin tomar un respiro.
―Demasiado tarde. Ya me llamó. Y contesté.
―Bueno, no hablaste con él ni nada, ¿verdad? Espero que hayas colgado en el segundo en que te dijo que era él.
―En realidad...
―¡Whitney! ―gritó―. ¡Oh dios mío! ¿Cómo pudiste hacer algo así? Jason es como un canalla.
―Se disculpó por querer salir conmigo y estar con Elisabeth Turner y me felicitó por mi buen juego contra McCobiak. Eso es todo. Nada escandaloso, Soph.
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CINDERELLA IN CLEATS
Lãng mạnComienza como cualquier otro sábado: Whitney, su mejor amigo Jason y sus padres lanzando un viejo balón de fútbol alrededor del parque. Pero cuando su papá muere de un ataque cardíaco, Whitney no se da cuenta de que su pasión por el deporte y su...