Nora 4

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- ¿Qué ocurre, Vee?

Vee estaba callada, inusual en ella. Ella hablaba y hablaba, su forma de ser no conocía otro método para ver el mundo.

Me preocupé.

- ¿Vee, estás bien?

- Algo así... -me cogió por banda y me dijo casi en un susurro- creo que conocí a Scott... ya sabes... en el mundo real.

Mis ojos debieron salirse de las órbitas porque Vee me miró con cara de "Como digas algo te mato...". Acto seguido hizo como si nada y preguntó si faltaba mucho para ver al amigo de Patch.

Yo seguía sumida en mis pensamientos cuando el coche paró delante de un hospital. ¿Un hospital? ¿Qué hacía un ángel caído en un hospital?

Patch entró decidido y tras preguntar un par de cosas al recepcionista se aventuró por pediatría.
Allí habló con un enfermero. El enfermero habló con una enfermera y está nos indicó que fuéramos con ella.

- ¿Por qué buscáis a Sam?

- Necesito opinión médica sobre un problema, y ella es como mi hermana.

- Tu debes ser... ¿Patch? - el susodicho asintió- Sam me ha hablado de ti; y no exageraba en cuanto a buen parecido.
Patch se rió y Marcie puso los ojos en blanco. Yo opinaba como ella.

La enferma siguió intentando establecer un vínculo con Patch, algo que desembocara en algo más que una charla amistosa en los pasillos de pediatría.

Cuando la mujere consideró que ya había gastado todos sus recursos para intentar conquistar a Patch, nos abrió la puerta de una sala.
Delante nuestro habían alrededor de diez niños y una mujer.

- ¡Doctora Clark, su amigo está aquí!

Una mujer, que no llegaría al metro cincuenta, con una melena negra azabache y unos ojos que conducían a quedarte sin aliento, se levantó de entre la muchedumbre.

- ¡PATCH! ¿A qué debo ésta increíble visita? Y traes amigos, esto se pone interesante. -hizo una pausa dramática y siguió- Soy Samantha Clarck, pero llamarme Sam, lo prefiero... ¿Y vosotros sois?

Patch nos presentó, a cada uno de nosotros. Sam, escuchó todo el relato con una sonrisa y los brazos cruzados, mientras asentía de forma periódica a las palabras del ángel caído.

Lucía serena, amigable y bondadosa. Realmente parecía un ángel, aunque nunca me hubiera pensando que fueran de estatura baja... supongo que nos hemos auto impuesto muchos estereotipos sobre ellos.

Me caía bien, hasta el momento en el abrió su gran bocaza...

- Entonces, lo que me estáis diciendo es que las mujeres que hay en ésta sala ven palabras que los hombres no ven o a duras penas lo hacen...

Patch cuando en el pasado te dije que podías contar conmigo para lo que fuese no me refería a éstas chorradas... ¿Qué clase de desequilibrio mental tenéis todos vosotros?

No necesitáis un médico normal, necesitáis un psiquiátrico. Madre de dios... ¿Y tu jovencito, cómo te puedes creer el relato de éstas crías?

- Sam escucha, no son disparates. Joder, yo solo podía ver el contorno... y ese dejavú constante... era como... como...

La nueva bocazas recién añadida al grupo se quedó mirando a Patch como si fuera uno más de los supuestos lunáticos que habían invadido su día perfecto.

Me dieron ganas mandarla a freír espárragos pero Patch seguía metido en esa extraña convicción de que ella sabía algo más y entonces algo se le iluminó. No propiamente, claro, hubiera estado bien ver una bombilla iluminádose con lo que fuera que había recordado.

- ¡Milán! Ese tipo de hotel y el hombre que había en recepción eran igual que Milán...

- ¿No hablarás en serio verdad, Patch? Sabes qué significa Milán para mí...

- Lo sé, por eso necesito que nos creas, eres la única que ha vivido algo así.

...continuará

*Nota de la autora: Perdón por no actualizar por medio año... pero cuando entras a trabajar a jornada completa + extras, el tiempo se te escurre de las manos. Intentaré subir más seguido.*

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⏰ Última actualización: Feb 28, 2017 ⏰

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