La carta extraña.

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-Aún sigo esperando que algo suceda.- habla Ashley mientras observa la carta por enésima vez.
-Han pasado varias semanas...- resopla Hayley mientras coloca la cabeza entre sus piernas. Ambas se encontraban solas, las vacaciones habían comenzado, año nuevo había pasado hace unos días atrás; no hubo nada inquietante entre esos días, todo había sido calma, y para las chicas, aquello era sospechoso.
-¿Sabes que les pasa a los chicos?- pregunta Ashley inquieta.
-No se...- Hayley se coloca pensativa.- desde que les contamos sobre esta nota y vieron los dijes, han actuado extraño.
Ashley asiente, mientras se sujeta entre sus manos uno de los dijes, eran extraños, parecían alas, pero por alguna extraña razón, se les hacia familiar.
-Al final de la nota dice "papá"- informa Hayley haciendo énfasis.
-Si, pero...no se, no nos dejemos engañar.- Hayley asiente mientras observa detenidamente el dije.
-Ashley...
-¿Si?
-¿Seberiamos colocarnos los dijes?
Ambas se observan dudosas, no es que fuera a ocurrir algo, pero cuando fueron a dormir, estos emitieron un extraño resplandor tenue.
-Cuando les diremos que vimos como, ya sabes....- Dice titubeante Hayley.
-Por ahora esto es secreto.- hace una pequeña pausa.- hablemos con tu madre, ella debe saber algo.
-Presiento que algo no anda bien.- Hayley suelta un pequeño suspiro de cansancio.
-¿Tú crees?- pregunta inquieta Ashley.
-No se...¡bah! Son imaginaciones mías.- dice Hayley sacudiendo la cabeza.
-Esta bien...- habla Ashley no muy convencida.
Ambas quedan en silencio, observando hacia la nada. Los chicos había conseguido un pequeño trabajo de medio tiempo, y ellas sólo trabajaban los fines de semana, así que pasaban la mayor parte del tiempo en casa.
Ashley camina hacia la habitación y como por inercia sus pies se detienen justo al frente del gran espejo que posaba en la pared de la habitación de Hayley.
-¿Ocurre algo? - pregunta Hayley colocándose a un lado de su amiga.
-Mira.- indica Ashley.
-¿Donde?
-Ambas tenemos los mismos ojos.
-Ashley...- Hayley suelta una pequeña risa burlona.- eso es una simple coincidencia ademas en muchas ocasiones las amigas suelen parecerse, una vez conoci a un par de chicas que tenian el cabello igual...-Ashley niega.
-Pero no tan parecido...
-Alucinas.
-¿Tu crees?
-Descansa.
-¿Y tu?
Ella sonríe.- Mis plantas no se riegan solas, y...- su sonrisa cambia a una de melancolía.- La pequeña roza azul se esta marchitando.
-Eso nunca ha ocurrido con tus plantas.
-Lo se...es como si...- deja la frase a medio terminar.
-¿Como si?- insiste Ashley.
-Puede sonar extraño, pero...- hace una pequeña pausa.- es como si precisamente esa flor sintieran lo mismo que estoy sintiendo yo...
-¿Es eso posible?
-No lo creó.- Ashley observa algo confusa a su amiga, sin decir nada.- ¿Como vas con tu control mental?- pregunta cambiando el tema.
-Desde que llegó esa nota junto a esos dijes, no he podido concentrarme.- Ashley le dedica una sonrisa retorsida.- creó que me siento hagotada mentalmente, como si...
-Como si tuviéras muchos problemas que resolver.- concluye Hayley.
-¡Ya llegamos!- anuncia Josh, ambas chicas cambian sus posturas serias y sonríen antes de ir hacia los chicos.
-¡Hola!- saludan al unísono. Aún había cosas que atender, y claramente la madre de Hayley sabía algo, su cara lo confirmó todo.
Cuando fue a visitarlas despues de navidad, observó en la pequeña mesa de vidrio, donde una caja de madera color caoba, ella curiosa se acerco a ver que habia alli dentro se sorprendio demasiado al ver ambos dijes y la caja casi se le cae de las manos, su cara se desencajó totalmente, a una de total horror y temor. Algo no concordaba y tenían que averiguar que pasaba.
-¿Cómo les fue?-. Pregunto Ashley tratando de no pensar tanto en la carta de origen desconocido.
-Muy bien, aunque estamos agotados-. Hablo Noah con una sonrisa.
-¿Tu agotado?, yo hago todo el trabajo-. Exclamó Josh.
-No digas tonterías, ¿no ves que me dejas mal frente a las chicas?, seguro piensan que soy un vago-. Noah puso los ojos en blanco.
-Y lo eres, no lo niegues-. Se burló Hayley.
-¡Blasfemias!, estan contra mi... eso no se hace...-. Dijo Noah fingiendo dolor y pena.
-Ya chicos, no sean así con el pobre, de seguro hay algo que haga...-. Dijo Ashley poniéndose a un lado de Noah y abrazandolo por los hombros.
-Claro... como sea, iré a la cocina a preparar algo-. Dijo Josh.
-Nosotras iremos a ver a la mama de Hayley, ya volvemos-. Los chicos asintieron encaminandose a la cocina, Hayley y Ashley salieron por la puerta principal y se ecaminaron al departamento de la madre de Hayley. Tocaron el timbre, se sentían nerviosas, ni siquiera sabían como sacar el tema, Ashley apretó el dije que tenía en sus manos, aquel dije de origen desconocido y lo más seguro es que la madre de Hayley sepa algo de ello, no les traía buena espina y estaban seguras que un simple e inocente dije tenia más secretos que la señora que vivía en el último piso, jamás se le veía la cara y siempre se escuchaban ruidos extraños, es más ni siquiera se sabe si es hombre o mujer, Hayley dice que es una bruja o brujo pero Ashley se niega y dice que sólo es una señora antisocial y amargada.
La puerta del departamento de la madre de Hayley se abrió y por allí se asomó la madre de Hayley con un gorro de baño en la cabeza y una mascarilla en la cara, ella abrió sus ojos de par en par.
-¡Chicas!, ¡que sorpresa que vengan a visitarme!, pasen no se queden ahí paradas como tontas-. Se hizo a un lado para que ambas pasarán, ambas se miraron entre ellas antes de pasar por la puerta, Laura cerró la puerta tras ella y les sonrió.
-¿Quieren algo de tomar?, ¿Café?, ¿te?, ¿jugó?, ¿algo?-. Pregunto mirando a ambas con cierto nerviosismo.
-No gracias, estamos bien así-. Hayley comenzó a jugar con el dije delante de su madre intencionalmente, quería ver su reacción.
-Madre, como sabes estos dijes llegaron misteriosamente a nuestra casa... ¿sabes algo?-. Laura negó nerviosa.
-No cariño, ¿qué te hace pensar eso?-. Pregunto sentándose y sonriendo nerviosa..
-Tus nervios, por ejemplo-. Dijo Hayley con una leve sonrisa.
-Estoy nerviosa por el tiempo-. Ambas la miraron extrañadas. -Si ya saben, si tengo mucho rato estas cosas en mi cara y cabello podría quedar calva y con la piel irritada-. Dijo escudándose.
-Si quieres nos vamos-. Dijo Ashley.
-Buena idea... nos vemos en un rato o en un par de días, yo iré a visitarlas apenas pueda-. Dijo Laura abriendo la puerta del departamento, Hayley y Ashley salieron de ahí despidiéndose de ella extrañadas por el comportamiento que adquirió al ver esos dijes. Ambas entraron a su departamento y se dirigieron inmediatamente a la habitacion de Hayley.
-¿Crees que sepa algo?-. Pregunto Ashley con intriga.
-Es lo más seguro Ash... ¿Viste su comportamiento?, ¡ella jamás actúa así!-. Hayley se tiró a la cama y comenzó a jugar con una planta, Ashley se quedó un momento en silencio observando a su amiga, al ver a su amiga hacer lo mismo una y otra vez le irritada, luego de unos segundos explotó.
-¡Ya para!-. Hayley se quedó quieta sin hacer nada.
-Tampoco quiero que te quedes así como momia-. Su amiga la miró y sonrió levemente. Ashley extrañada se acercó a ella.
-Baila-. Le ordenó a lo que Hayley comenzó a bailar, Ashley jamás la había visto moverse de esa manera.
-Ya... actúa normal, deja de actuar así Hayley-. Hayley dejó de moverse y miró a su amiga extrañada.
-¿Qué hiciste?-. Ashley negó.
-Yo... sólo te dije que dejarás de jugar con la planta y comenzaste a actuar de una manera extraña y me hacías caso-. Ashley levantó los hombros.
-Ashley necesitas controlar tus poderes-. Le reprendió Hayley.
-Lo se pero es difícil, no puedo hacer esto sola, necesito ayuda... de seguro hay más personas así como yo-. Dijo Ashley frustrada.
-Lo dudo, además hasta ahora haz avanzado bastante bien, de seguro que sólo debes de controlarlo mentalmente para que te salga bien-. Hayley le sonrió a su amiga.
-Tienes razón... a fin de cuentas supongo que nos tardariamos mucho en encontrar a otra persona igual que yo, sería dificil-. Ashley hizo una mueca.
-Es lo más seguro....-. Hayley comenzó a jugar con una de las plantas que tenía ahí.
-Creo que a esa rosa azul le falta agua-. Comentó con una leve sonrisa.
-Lo dudo...-. En eso se escucha la voz de Josh.
-Chicas... ¡ya vengan a comer!-. Ashley y Hayley se miraron.
-No tengo mucha hambre-. Comentó Ashley.
-Yo menos, pero debemos de comer o si no los chicos se sentirán mal, se dieron el tiempo de cocinar algo... además no dejemos que esa carta y esos dijes nos arruinen el apetito-. Dijo Hayley tomando a su amiga del brazo y saliendo de la habitacion.
El entrar a la cocina estaba la mesa puesta y los platos la decoraban, habían echo arroz con huevos y ensalada de tomates, se veía bastante bien, aunque a las chicas les daba miedo morir intoxicadas, se sentaron con una sonrisa, Josh estaba sirviendo jugo de naranja.
-Bueno chicas... esperamos que disfruten-. Dijo Josh sentándose al lado de Noah y frente a Ashley, Hayley se encontraba frente a Noah y a un lado de Ashley. Las chicas se echaron el primer bocado y se sorprendieron con semejante sabor, estaba exquisito ni a ellas les quedaba así de delicioso.
-Esto es delicioso-. Dijo Ashley saboreando.
-Exquisito, realmente me sorprendieron chicos-. Dijo Hayley admirandolos.
-Gracias, creemos que la cocina es lo nuestro-. Dijo Josh orgulloso.
-¿Enserio?-. Pregunto Ashley.
-No, pero no se nos da mal-. Dijo Josh.
-Habla por ti, yo soy un asco, con suerte se pelar tomates y eso es gracias a Ashley-. Dijo Noah.
-Tienes razón, pero bueno eso es lo que menos importa, apuesto a que si te dedicaras a aprender cocinarias mejor que yo-. Dijo Josh con una gran sonrisa.
-Quizás... pero eso no me llama la atencion, creo que esa es labor de mujeres-. Dijo Noah sin importancia.
-¡Eres machista!, tanto hombres como mujeres se pueden dedicar a la cocina no se trata de labor de mujeres si no que de sobrevivencia-. Dijo Hayley molesta por la actitud de Noah.
-Puede ser... pero a las mujeres se le da mejor eso-. Noah levantó sus hombros ignorando el comentario de Hayley.
-Qué pasa si algún día te casas y tienes hijos pero luego tu esposa te deja... ¿qué les darías de comer?, ¿dejarías que se murieran de hambre porque no sabes cocinar y crees que eso es labor de mujeres?... Eres un tonto, ¿lo sabías?-. Esta ves hablo Ashley sin gracia.
-Ella tiene razón, pero no es momento de discutir eso, pasando a otro tema, ¿ya descubrieron quien les mandó esa carta extraña?-. Ambas negaron.
-No, aunque la verdad ya no importa, de seguro es una broma de mal gusto... ¿Ashley has hablado con Damián?-. Pregunto Hayley ignorando el tema sacado por Josh quien estaba muy interesado en saber quien era el dueño de esa carta, estaba seguro que no se trataba de un humano común y corriente, hasta incluso podría ser el Príncipe desaparecido. -La verdad es que no, tampoco el ha llamado la verdad-. Dijo Ashley con pena.
-De echo si, llamó el fin de semana pasado, dijo que lo llamarán en cuanto puedan-. Dijo Noah con una sonrisa.
-¿Por que no habías dicho nada?-. Pregunto Hayley.
-Se me había olvidado, no era como si me importará la verdad.
-A ti no te importa nada-. Agregó Ashley con cierta diversión.
-Nena, me agrada tu sinceridad pero no quiero que me digas lo que ya se-. Noah le guiño un ojo, Ashley rodó los ojos y le sacó la lengua.
Los cuatro continuaron comiendo pero esta vez fue risas y bromas donde Josh contaba algunos momentos vergonzosos de su amigo, Hayley hacia lo mismo comentando casos embarazoso de su amiga y esta se sonrojaba y de vez en cuando hacia lo mismo que su amiga.

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