Capítulo 13: ¿Estás bien?

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Viernes. 9:30 a.m.

- (TN), ¿estás bien?- me preguntó Armin, mi amigo rubio a mi derecha.

- Sí, estoy bien. ¿Por qué no debería estarlo?- les pregunté. Desde la mañana me han hecho la misma pregunta.

- No lo sé.- me respondió Eren, mi amigo moreno a mi izquierda.- ¿Segura que estás bien?

- Ya dije que sí. Estoy bien. Bueno, ahora no, ahora estoy enojada. Juro que voy a patear a la próxima persona que me pregunte si estoy bien.- amenacé.

Caminamos en silencio hasta la cafetería donde Eren nos hizo el favor de meterse dentro de aquella bola humana para buscar algo que comer, como el buen suicida que es...

¿Dije "suicida"? ¿Por qué dije eso?

Antes de responder a mi pregunta, una chica pequeña tropezó haciendo que empujara a Armin y él cayera en el acto. Era la chica rubia de la otra vez.

- Ay, lo siento.- se disculpó.- ¿Estás bien?

- S-Sí, no te preocupes.- respondí.

- Oh, lo siento mucho. De verdad. No sé cómo pasó esto.- se disculpó, de nuevo, ayudando a Armin a levantarse.- Lo siento, lo siento, lo siento...

- Oye, estoy bien. Tranquila, Christa.- le dijo el rubio.

- Lo- ¿cómo sabes mi nombre?- reaccionó la rubia.

- Ah... No-No lo sé...- respondió el rubio empezando a sudar.

- Armin, tú- dijo la rubia siendo interrumpida por su amiga inseparable.

- Christa.- la nombró y ella se paralizó.

- Y-Ymir...- susurró su nombre.

- Vámonos.- ordenó la pecosa, Ymir.

Ambas chicas se fueron y Armin pudo tranquilizarse un poco.

- ¿Es ella la chica que me dijiste que te gusta?- le pregunté siguiendo a la rubia con la mirada.

- S-Sí...- susurró el rubio, ruborizado.

- Es muy linda.- le dije.

- ¡Servido, chicos!- gritó Eren acercándose a nosotros.- A comer.

- Gracias, Eren.- dijimos Armin y yo al unísono.

- Armin, estás rojo. ¿Tienes fiebre?- preguntó Eren tocando la frente del rubio para comprobar su temperatura.

- S-Sí, estoy bien...- contestó el rubio mirando al piso y ruborizándose de nuevo.

- ¿Pasó algo cuando yo no estaba?- preguntó el moreno.

- Nada, sólo-

- A (TN) le preguntaron otra vez.- me interrumpió el rubio.

- ¿En serio? ¿Quién?- preguntó el moreno emocionado.

- Christa Lenz.

- ¿La novia de Ymir?- preguntó sorprendido el moreno. Armin asintió.- ¿La golpeaste?

- N-No. Es demasiado adorable para lastimarla pero con la siguiente persona no tendré piedad.

- Esa es mi (TN). Casémonos.- rió Eren.

- Ay, Eren, no tienes remedio...- reí.

.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

Viernes. 2:30 p.m.

Hora de salida. Esperé al señor Levi sentada a un lado de la escuela, como lo hacía cuando esperaba a Mike junto a Hanji. Finalmente llegó en su carro negro  y me subí en el asiento del copiloto, a él no pareció gustarle eso.

- Lo siento.- me disculpé.- Cuando Hanji venía por mí me dejaba sentarme aquí... ya es costumbre.

- Cinturón.- dijo.

- ¿Eh?

- Ponte el cinturón.- repitió.

Todo el camino fue silencioso. No pude ni preguntar por la comida pues era su esposa la encargada de eso. Supuse que él tampoco sabía, él y yo salimos a la misma hora.

Era tan silencioso que daba miedo. Todo el camino me mantuve pegada a la puerta por si cambiaba de ruta al último momento. Sé que es amigo de Hanji pero yo no me fío de nadie.

- No azotes la puerta.- dijo bajando del auto.

Salí y lo alcancé antes de que se cerrara el elevador, muy cruel por su parte, y subimos al sexto piso.

- ¿Es el estacionamiento del lugar?- pregunté sacando plática.

- Tch, es algo obvio.- respondió. Ahora me sentía estúpida por preguntar.

Por suerte, llegamos y caminamos hasta la puerta "34". Por el ruido de la licuadora supe que la comida estaba por servirse. El señor Levi abrió la puerta y el olor a comida violó mi nariz e hizo que mi estómago rugiera.

- Bienvenidos.- nos saludó Petra.- La comida ya casi está lista. Siéntense.

- Genial, ya tenía hambre.- pensé en voz alta.

- Me alegra escuchar eso~.- cantó Petra mientras servía sopa y ponía una jarra de limonada junto a tres vasos.- Vamos, siéntense.

- Oi'.- me llamó el señor Levi.- Tienes cosas que hacer, niña.

- Ay, Levi. Deja que la niña coma tranquila, no la molestes.- me defendió Petra aún en su tono amable. Se está ganando mi cariño esa señora.- Cariño, ¿puedes ir a la cocina por servilletas?

- Tch.- gruñó él y se fue.

- ¿Ves cómo evita pelear conmigo?- me susurró Petra riendo.

- Mamá dice que los hombres evitan pelear con las mujeres porque nos tienen miedo.- susurré riéndome también.

- Cualquier persona con sentido común le tendría miedo a una loca como Hanji.- susurró el señor Levi, provocándome escalofríos y haciendo que gritara.

Petra tapó su boca para evitar reír pero no le funcionó mientras que yo trataba de tranquilizarme, al verla tan alegre reí también. Petra se acercó a la mesa y se sentó, no sin antes besar a su esposo, y yo la seguí, evitando la parte del beso.

¿Cómo fue que alguien tan alegre como Petra se enamoró de alguien tan serio y aterrador como el señor Levi?

*¿Han notado que estoy escribiendo capítulos un poco más largos? Yo sí. ¡Logro desbloqueado! /._.
Estoy tan orgullosa;-;
Iré a decirle al perro:D*

Después de tus Alas: Mi Hilo Rojo (Levi y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora