Capítulo 23: Vacaciones.

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El camino fue silencioso, no sabía dónde nos dirigíamos, pero desde hace rato noto que al señor Levi le pasa algo...

- Señor Levi...- lo llamé. Parecía que lo había regresado de cualquier lugar inexistente en el que estaba vagando porque su manera de apretar el volante se aflojó un poco.- ¿Le pasa algo?, ¿se encuentra bien?

- Ah, sí... Estoy bien, (TN), no te preocupes.- dijo mirando por la ventana.

- Pe-Petra dijo que... tal vez se sentiría mal durante el camino porque, bueno, hoy es fin de semana y usted y yo deberíamos estar... ya sabe... limpiando...- al decir esa última palabra pude ver cómo sus manos apretaban el volante. Instintivamente apreté más el cinturón.

- No te preocupes, (TN).- dijo el señor Levi tranquilizándose un poco... sólo un poco.- Este viaje es para que descansemos los dos, sin interrupciones. Sólo tú y yo.

Sólo tú y yo.

Esas palabras resonaron en mi cabeza. ¿Por qué?, ¿por qué de repente me sentía tan nerviosa?

I'm an angel with a shotgun, shotgun, shotgun
Angel with a shotgun, shotgun, shot-

- ¿Bueno?- contesté a la llamada en mi celular.

- ¡(TN)!, me alegra hablar contigo.

- ¿Hanji?- el señor Levi volteó a verme.

- Ya me dijeron, niña, que te desmayaste. ¿Estás bien?

- No fue nada grave, Han. No hay de qué preocuparse.- mentí. Muy internamente rezaba para que no supiera lo de los tres días.

- Más te vale.- rió ella.- Petra dice que el enano te llevó de viaje. ¿A dónde van?, quiero saber todo.

- Aún no lo sé pero cualquier cosa te aviso, ¿vale?- el señor Levi se detuvo frente a un restaurante. Hora de comer.

- Aprovecha todo lo que te de ese enano porque no siempre va a ser así de amable. De hecho, casi nunca es así de amable. Creo que ya te ganaste su confianza, (TN). Bien hecho.

- Hanji, por favor...- podía sentir el sonrojo en mi cara. Levi volteó a verme con cara extrañada y yo sólo sonreí con nerviosismo.

- Bueno, mi niña, tengo que colgar. Si me ven hablando por teléfono me van a regañar otra vez, jaja.

- ¿Otra vez?

- Adiós, te amo~.

- No, ¡Hanji! ¿Cómo que "otra vez"?- tarde, ella ya había colgado. Suspiré. Ay, esa mujer...

- ¿Pasó algo?- preguntó el señor Levi.

- No, no pasó nada.- mentí.

- Bien.- y dicho eso, entramos.

El lugar parecía más bien una pizzería, no sería mala idea pedir una... si es que servían pizzas aquí.

- Buenos días, ¿puedo tomar su orden?- nos saludó una chica joven de cabello castaño claro casi llegando al naranja. Su credencial la nombraba como: Hanna.

- ... ¿Y tú, (TN)?- escuché que preguntaba el señor Levi.

- Mande.- estaba tan perdida en la apariencia de esa chica que me distraje, así que pedí lo primero que leí en el menú.- Ah... Yo quiero unos... unos... - seguí hojeando el menú sin que nada llamara mi atención.

- Para ella unos wafles y huevos con tocino.- pidió el señor Levi consciente de mi desesperación al no encontrar nada.

- En seguida, señor.- dijo la chica y se marchó.

- Lo siento...- susurré.

- Déjalo así, lo importante es que comas.

Me sonrojé.

Al poco tiempo, volvió la mesera con nuestros pedidos, un jugo y un té. ¿Cómo le hacen ellas para cargar todo eso con zapatillas? Si yo apenas y puedo caminar descalza sin caerme:'v

- Aquí tienen. Provecho.- se despidió.

- ¿Puedo preguntar de qué hablabas con Hanji?- preguntó el señor Levi tratando de hacer plática.

- No es nada importante... creo.- susurré mientras jugaba con mi comida.

- ¿No tienes hambre?

- Extrañamente, no.- de hecho, desde que me había quedado con el señor Levi mi apetito había bajado un poco.

- Quizá estés enferma.- dijo el señor Levi poniendo una mano sobre mi frente, checando mi temperatura.- No, estás normal.

- ¿Usted sabe medicina?- pregunté curiosa.

- No mucho.- respondió tomando de su té de la manera que sólo él sabía hacer.- Sólo lo suficiente para salvar una vida.

- ¿Por qué no estudió para ser médico?- pregunté, a lo que él respondió con un susurro inaudible para mí.

Después de tus Alas: Mi Hilo Rojo (Levi y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora