Jueves. 2:59 p.m.
- Mamá, ¿por qué no entras?- pregunté.
- Aún no. Aún no es la hora.- los lentes de la castaña brillaron y eso daba miedo.
- Él es muy puntual, (TN).- habló Mike.- Tu madre no saldrá hasta que sea la hora.
- Pero él ya está-
- Bien, sal. Rápido.- ordenó Hanji después de mirar el reloj en su muñeca.
Agarré mi teléfono y enrollé mis audífonos alrededor de mi cuello. Salí a buscar mis maletas, que sólo eran dos, y las llevé hasta la entrada donde el señor Levi nos esperaba.
- Bien, enano. Las 3:00 en punto. Como lo acordamos.- Hanji se levantó sus lentes y nos observó detenidamente a cada uno.- ¿Alguno de ustedes se siente diferente?
- Me siento avergonzado de ser tu amigo.- dijo el señor Levi poniendo esa mirada de pocos amigos.
- ¿Por qué la pregunta, Han?- le pregunté de vuelta.
- Por nada. Ya son las 3:00 y tengo hambre, no me hagas caso cuando estoy hambrienta. Jajajaja.- rió Hanji. A veces mi madre se comporta de manera extraña.- Bien, ravioli, te la encargo.
- No te preocupes, cuatro ojos. La cuidaremos bien.- le respondió el señor Levi.
- Adiós, (TN). Nos vemos dentro de unos meses.- se despidió mamá con un abrazo.
- Adiós, mamá.- le correspondí el abrazo.
Ella me abrazó más fuerte y besó mi frente. Se despidió del señor Levi y se fue.
- Oi', mocosa.
- Me llamo (TN).
- Como sea, déjame te ayudo con tus maletas.- se ofreció pero me negué.
- No, yo puedo sola. No pesan tanto como usted cree.- mentí. No es que trajera toda mi habitación en dos maletas pero mis brazos son demasiado débiles.
- Bien. Sígueme, es el sexto piso. Habitación 34.- dijo mientras entraba al elevador.- ¿Ya entraste a clases?
- Ya. De hecho, estoy a punto de salir.- respondí viendo los números que subían hasta llegar al "6".
- ¿Y cuándo sales?- preguntó de nuevo. Este hombre es muy hablador.
- Ah, no lo sé. Más o menos a principios de Diciembre, si es que no repruebo algún examen.- bromeé. Él me miró con una mirada seria y la sonrisa desapareció de mi rostro.
El elevador se abrió y caminamos hasta casi topar pared, dos puertas antes. El señor Levi abrió la puerta y entramos.
- ¡Bienvenidos!- nos saludó una muchacha desde la cocina, seguramente su esposa.- Llegaron justo a tiempo, ya casi está la comida.
- Genial.- dije. Mi estómago empezó a rugir.
- Ven, (TN), te enseñaré tu habitación.- me dijo mientras caminaba hacia la derecha por un pequeño pasillo.- Ten la llave.
Abrí la puerta y encendí la luz. La habitación estaba completamente en blanco y sólo tenía una cama, un escritorio y una estantería. Ambos vacíos. Me acerqué a la cama y dejé mis maletas ahí.
- Gracias, creo.- le dije.
- Está un poco sucia porque no la habíamos usado desde que llegamos.- me dijo pasando un dedo por el escritorio y mirando con enojo la mancha gris que quedó como resultado.
- No importa. Quizá pueda limpiar... algún día.- propuse.
- ¿Qué tal mañana?- propuso.
- Eso es muy pronto.
- Regresando de la escuela.
- Pero-
- Mañana en la tarde será. Buenas noches.- se despidió.
- Pero son las- y cerró la puerta tras de sí.- Pos ya qué:v
Abrí mis maletas y me acomodé. En la primera tenía mi computadora con mis bocinas, unas que brillan y sacan agua *o*, y mi uniforme con mis zapatos y mis útiles escolares. Todo lo acomodé en el escritorio, después de sacudirlo con mi pañuelo para limpiar mis lentes.
- ¡(TN)!- gritó la esposa del señor Levi.- ¡Ya está la comida, cariño!
- ¡Voy!- contesté.
Dejé mi maleta vacía debajo de la cama y salí. El pasillo era corto y sólo cabía una persona. La televisión y unos cuantos muebles fueron lo primero que vi al salir, situados a mi derecha. La mesa ya estaba puesta, la comida servida y olía deliciosa.
- ¿Te gusta?- me preguntó la chica. Su piel era blanca y su cabello tenía un tono naranjoso casi color miel. Sus ojos irradiaban felicidad en ese tono amarillo brillante que casi me deja ciega y su voz estaba tan cargada de dulzura que casi me saca caries.- Hanji me dijo que era tu comida favorita, espero que te guste.
- Sí, me gustan.- le respondí viendo mi plato: espaguetis.- Gracias.
- De nada, cariño. Siéntete como en casa.- me sonrió.
- (TN) ella es mi esposa, Petra.- nos presentó el señor Levi.- Petra ella es (TN), la hija de la cuatro ojos.
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Después de tus Alas: Mi Hilo Rojo (Levi y Tú)
Fanfiction"¿Y si existiera una vida... donde yo no renaciera?" Portada hecha por: Voordz. Oiga zhí k original UwUr Holi~, aquí ElYaoi cumpliendo sus ordenes y trayendo la segunda parte de "Alas" (cosa que no tenía planeado hacer pero después de hablar con Isa...