Ceremonia Colosal

51 23 0
                                    

Ultima Parte: 


y bueno, nos quedamos un buen rato en la pista bailando al son de las hermosas sinfonías de rascal flatts, Journey, Richard Marx, Olivia newton entre otros, se puso más ochentero el ambiente pero me agradaba mucho, como al igual que estar en los brazos de Eidan, me sentía tan protegida, volví a mi niñez, como cuando mi abuelito me abrazaba en mis tristes momentos, una sensación muy parecida, su calidez me reconfortaba tanto, lo malo es que a la vez algo se me estaba incrustando dentro, muy dentro de mí,  entonces decidí alejarme...




—Creo que así está bien, ya hemos bailado lo suficiente, no te sientas comprometido Eidan. –dije tratando de estar sumisa.

—Pero porque, te incomoda bailar conmigo verdad, ¿es eso? –Pregunta Eidan un poco desanimado-

—no es así no digas eso, es porque bueno, tu sabes, y además tu familia nos están mirando –dije con disimulo-

—y eso que, si ya no quieres bailar y hablar solo dime y dejamos esto hasta acá simplemente,  porque te estas comportando tan arisca conmigo ahora Aisha

— ¡no es cosa de estar Arisca no te comportes como un idiota! Mira mejor me voy, para que ambos estemos tranquilos, ve a disfrutar con tu familia mientras tanto, conoce a más gente no sé y se acabó no tenemos nada más que hablar...


No fue sencillo, pero no me quedaba alternativa, no me gustaba en lo absoluto lo que mi cuerpo sentía mientras bailábamos, era tan inquietante y atrayente a la vez, pero de tan solo pensarlo llega a mi nuevamente esa electricidad; necesitaba respirar un poco así que fui  apresuradamente a la terraza alta para despejar mi mente, pero, -respiro- porque tiene que ser todo tan complicado, deben ser simplemente los nervios.



—Yo Jamás pondría mis ojos en ese sujeto necio, Dios está de testigo, -toco mi corazón que siento que se me aprieta-

—Aisha...

-gire rápidamente- —Eidan... Que estás haciendo aquí, ¿me estas siguiendo? –dije conciliando la calma-

—Aisha hablemos por favor –Dice Eidan acercándose-

— ¡alto ahí! No hay nada de que conversar, no te comprendo Eidan, tampoco quiero hacerlo, si ya dejamos todo en claro ¿porque vienes ahora?

—Porque quiero despedirme bien, sé que ya no volveremos a empatizar, pero aun así, no quiero que esto acabe de mala manera, pienso en todo lo que me has dicho y  que por lo menos me corresponde hacer, digo nos corresponde, así  para que no hayan resentimientos o dudas, -Explico Eidan.

—Hey, yo contigo no tengo ningún resentimiento, y bueno me da gusto saber que optes terminar por lo sano, me refiero a que, bueno tu entiendes –comente acariciando mis brazos-

—tienes frió Aisha...

—un poco, pero me agrada el clima helado,  –respondí-

—te prestare mi Smoking

—No, de verdad no quiero, además no es necesario, yo estoy bien así –lo detengo con mis manos-

—que graciosa eres, pero no te estoy preguntando si quieres usarlo o no, lo harás y punto...


Entonces comenzó a tomar mis brazos para acomodarlo al traje, ya que no me lo coloco por encima, si no que se tomó la molestia de ajustarlo a mi cuerpo, a pesar de que me quedaba gigante, pero era muy cálido, lo mejor de todo es que estaba con el aroma de él, y se impregnaba a mi vestido,  supongo que debía de verme graciosa, porque observaba a Eidan y se les esbozaban sonrisas, esa magnífica sonrisa, con dientes perfectos, blancos como la luz de la luna, me gustaba esas aletitas que se le formaban en los ojitos, más bien en el borde...


—me debo de ver cómica –extiendo mis brazos y observo como me queda el traje a mi cuerpo-

—Aisha estas Preciosa...

—Ah... -restregaba mi cuello- —pues gracias, tú también estas... Bonito, si –reía de lo nerviosa que estaba-


pero que hermoso estaba, pude apreciar de mejor manera su cuerpo, como tuvo la gentileza de prestarme su smoking, tenía puesto una camisa blanca, con las mangas dobladas, se acomodó un poco el cuello y la corbata, y Dios... Su cabellera obscura, sus ojos negros finitos de pestañas largas, su piel morena neutra, su nariz alargada recta, y sus labios carnosos tenue, podría estar horas describiéndolo y observándolo y contemplándolo, pero... ¿Qué dije?

levántate y resplandece (CONTINUARA...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora