El Kinesiologo

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Le comente a Dennis lo que se llevó a cabo, a pesar de que al comienzo no estuvo de acuerdo, finalmente acepto. Después solamente dedique a ver documentales, archivos del trabajo, entre otras cosas, de todas maneras debo admitir que dentro de mí, estaba esa chispa rara de querer estar fuera, mejor no, así estoy bien igual. De verdad siento estar encadenada a la cama, pero al menos de a poco me voy recuperando, mis pies ya comenzaron a moverse un poquito, justo ahora, que dicha la mía, creo...

Ya se acercaban las 10, el kinesiólogo vino a verme, me comentaba como serían los procedimientos para comenzar las terapias con mi patita...

—Oiga doctorcito, ¿y usted no se ira a casa?
—Sí, pero eso será dentro de la mañana, tengo mucho que hacer, ¿Por qué la pregunta señorita Aisha? –Responde-
—Pues es evidente doc., por la fecha, de seguro su familia lo debe de estar esperando –contesté yo-
—Ah, no, mis hermanos están lejos, ya con sus familias, se juntaron, digo viajaron, a pasar el año nuevo con mis tíos, yo por temas de trabajo pues tuve que quedarme, pero créame que no es problema, para nada, después busco con que desquitarme –comenta el doctor riendo-
—ya veo, ¿y sus padres? ¿Supongo que usted tiene familia propia no? –Pregunté curiosa-
veo como me sonríe y hace un corto silencio...
—Mis padres fallecieron en un accidente, y familia propia no tengo, es difícil por mi trabajo, si eh tenido novias pero pocas, unas tres, pero ninguna aguanta, es que ser Kinesiólogo tampoco es algo fácil, mucha gente solo cree que es hacer terapias pero no, yo soy muy dedicado a mi trabajo entonces eso no me permite tiempo para hacer vidas amorosas ¿me entiende?
—Si entiendo... y lamento mucho lo de sus padres, disculpe si me veo muy entrometida, es que como de repente se ven esta situaciones de que trabajadores por sus trabajos, valga la redundancia no pueden pasar cierta fechas con sus familias.
—No se preocupe pero gracias, y bueno lo que usted piensa y menciona siempre ocurrirá, pero al menos por mi parte no me hago problemas con eso, sé que hago algo bueno, como hablar con usted por ejemplo. Tal como nosotros los del área de salud estamos aquí, también es lo mismo con los pacientes, igual es desalentador verlos solos.
—Claro –dije rascándome el cuello-
—Y cuénteme señorita, ¿Cómo le paso su caída?
—Ah –me sonroje- —es que ya me había caído antes, y tiempito después me levante para ir al trabajo y en loco lapsus pues, me tropecé –reí nerviosa recordando la escena-
—Feo... No debió ni moverse, usted pudo haber perdido de por vida el movimiento de su pie, ya que el hueso ya estaba comprometido internamente, yo como ahora estaré a cargo de usted, tendrá que hacerme caso, estaré pendiente de todo lo que usted haga, y si no hace caso pues tendremos problemas –dijo muy sereno-
—Pero... -abrí mis ojos algo asustada-
—No se me asuste, entienda que lo hago por su bien –dice tocando mi hombro sin dejar de sonreír-
—Está bien doctor, yo haré lo que usted diga, créame que lo que menos quiero ahora son problemas –añadí a risas-
—me agrada oír eso, ¿la vendrán a ver damita?
—Venir a verme... No, en realidad les dije que no viniesen, prefiero estar tranquila –respondí a su pregunta-
— ¿lo dice por su familia?
—ah nono, yo no tengo familia, jaja, lo comenté por mi mejor amiga, y mi amigo –dije jugando con las manos-
— ¿no tiene familia? ¿Disculpe mi intromisión, pero a que se refiere con eso?
—Bueno, de mi familia no sé hace años, por cosas axis que ocurrieron, yo decidí seguir con mi vida, y vivo sola, bueno ahora con mi amiga porque sus padres viajaron, pero vivo sola, y nada, yo tengo mi trabajo, mi hogar, mis pocas amistades pero las suficientes, y a mis bebes por supuesto –dije suspirando-
—pucha, es fome alejarse de la familia pero bueno, cada uno construye su camino y eso si o si se debe de respetar
—sí, eso quise darles a entender, pero bueno, ¿oiga dijo usted fome? –Reí mucho-
—bueno, a veces se me salen ciertas palabras informales, uno debe acostumbrarse a emplear un buen lenguaje más por estos trabajos.
—Es divertido escucharlos hablar así, por eso me ocasiona risa –reí-
—entiendo, entiendo, oiga damita ¿tiene hijos?
— ¡sí, tengo muchísimos!
— ¿en serio? ¿Cuántos? –Pregunta el doctor con intriga-
—mmm, no sabría decirle, pero son más de cien, inclusive más de 1000les –dije haciendo cuentas.
— ¿dijo usted miles?
—Ah, pero no me mire de esa manera, es que en donde trabajo que es en una institución de niños, y bueno trabajamos con ellos, bueno yo no directamente pero amo verlos –comente-
—oh ya veo, ¿y en que fundación es?
—es en levántate y resplandece
— ¡de verdad! ¡Vaya! Eh escuchado maravillas de ese lugar, me encantaría algún día trabajar allí, a mí los niños me fascinan, quizás en el futuro –comenta el doctor-
—pero porque no postulo cuando se abrieron los cargos, se hicieron muchísimas entrevistas, y habían tantos puestos –respondí sin evitar la risa-
—Ah es que por mi contrato, me impedía renunciar y estuve trabajando con un paciente externo, pero mi contrato termina hoy, bueno acaba cuando usted se mejore, ya que será mi última paciente, y como me tomara dos meses, pues probablemente me renueven el contrato –explica el doctor-
—¿es necesario? Es que yo podría conseguirle trabajo, y si es necesario buscar a otro kinesiólogo pues lo haré –dije con voz de niña buena-
—no podría señorita, a pesar de que sería estupendo, pero ya me comprometí a trabajar con usted.
—Pero igual podríamos.
—no lo creo, además no le dejare ese peso a usted, soy yo quien debe moverse por el trabajo.
—Oiga, pero yo le puedo ayudar, no tengo ningún problema con aquello, solo tendría que traerme ciertos documentos que avalen sus experiencias, sus antecedentes, etc...
—Pero damita no sea terca, mejor dígame con quien debo hablar, si usted me afirma que puede haber un puesto, pues eso es fenomenal, pero prefiero no confiarme, y es más justo hacer las cosas por mi parte, si agradecería que me diera los datos de la persona con quien debo comunicarme –esclarece el doctor-


No aguante la risa, tuve que cubrirme la boca, y debo decir que este personaje comenzó a caerme bastante bien, es muy hilarante y se ve que cumple, como iba a no darle un puesto de trabajo, personas como el hacen falta...

—pero porque se ríe señorita, no lo considero gracioso –responde a modo de pregunta-
—No me mal interprete doctor, es que surge una ternura en usted, pero está bien, yo le ayudare, mire, hay varios encargados que hacen las entrevistas, y 3 personas hacen la selección del personal, en eso está la fundadora, ella siempre está ocupada, pero créame que le encantara atenderlo, es más ya la veo contratándolo –dije con gestos graciosos-
— ¿¡de verdad!? ¡Ya me parece muy bien! Bueno en cuanto usted pueda me ayuda con eso –dijo muy humilde-
— ¡Na! Para luego es tarde, mire, -acudo a tomar mis documentos-
—Tenga esta tarjeta, comuníquese con ella, ande llámela –dije con ánimos-
— ¿usted cree que deba llamar?
— ¡pues claro!
—mmm, acá dice, Aisha Alilee Koch, Presidente Fundadora de Levántate y Resplandece, bla bla bla, número de teléfono el 7983xxxx

Yo seguía cubriéndome la boca por la risa.... que tierno se ve.


—Oiga tiene su mismo nombre y su mismo... Apellido... -dijo observándome estupefacto-
— ¡taran! –Extiendo mis brazos-
—Espere... es usted...
— ¡si pues hombre! Vaya que tardó en darse cuenta eh... -lo señalo cómicamente- —No por nada le hacía mención de las cosas-
—Es que... no lo creo, usted es la señorita que salió en los diarios, pero como no me percate antes que bobo soy –se toca la frente-
—no se preocupe, ahora está más tranquilo supongo
—Claro, y me siento alagado, lo digo porque bueno, estoy hablando con usted y... -titubea-
—relájese, soy una persona más, no me gustan los tratos especiales, solo en el trabajo, que debe ser con cordialidad, usted entiende. Y bueno, yo necesito lo que le pedí antes, y eso, no es nada complicado si la entrevista ya está hecha, solo faltan ciertos papeles y la firma del contrato de trabajo, y obvio seguirá siendo mi kinesiólogo, usted me cae bien –recalque-
— ¡oh! No sabe lo agradecido que estoy, más por esta oportunidad, de verdad gracias.


En esa instancia el doctor se acerca a mí con cuidado y me da un calidad abrazo, no lo evite porque lo sentí muy contento, y bueno no es para menos, también me sentí alegre con esto,
vaya las cosas que ocurren, entonces volteo a mirar a otro lado y estaba Eidan observándonos...


levántate y resplandece (CONTINUARA...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora