Destinos Cruzados

89 12 0
                                    




Dennis e Iñaky se organizaron en estos poquísimos días, compraron las cosas para celebrar el año nuevo, yo me dedique a trabajar en la note, no tenia de otra, ya que no me permitían ir a la institución, pero era tedioso, el correo estaba colapsado, no dejaban de llamar, un sinfín de cosas, mis colegas estaban perfectamente bien, igual surgían algunos inconvenientes pero nade fuera de lo normal, todo se solucionaba de inmediato, y yo, pues solo quería que mi patita sanase, extraño a los niños y trabajar en actividades, igual siento que se vienen un buen año, por primera vez pensare positivamente sin malos presentimientos ni nada.


Para colmo me toco ir al Kine, sujeto idiota, lo odiaba cuando apretaba mis articulaciones, o sea mi patita, quería arrancarle la cabeza con mis propias manos, era un dolor insoportable, llevo solo un par de días reposando, pasare casi todo enero sin hacer nada, que desdicha la mía, estúpida carrera, como pude ser tan distraída, me arrancaría los pelos de mi cabeza por la impotencia que tengo ahora mismo...


—Doctor, hijo de su, ¡ash! –Exclamaba palabrerías al viento-

—Cálmate mujer, estas cosas ocurren a veces, ya verás que pasa el mes volando –dice Dennis para calmarme-

—Como si fuese tan sencillo, estas muletillas son incomodas –mencione quejándome-

—Podrías haber usado de esas cosas con tecnología que hay ahora –sugiere Dennis-

—No niña, estás loca, prefiero estas cosas, oye en fin, llévame a la institución, como hoy la cerraremos quiero estar ahí, ¡y si no lo haces juro que te despido! –Dije en tono amenazador-

—Pero... Que mujer, está bien, vamos, siempre sales con tus amenazas –dice Dennis negando con la cabeza-

—Llévame a la institución o ya verás... Por favor amiga –dije susurrando-

—Así, si pues, está mucho mejor, ¿ves que si se puede con un poco de amabilidad y cariño?

—hmmm, claro, claro, quiero ver cómo va todo, llevo días sin ir, me hace falta ver a los niños, y también me distraigo, es estresante estar todo el día sin hacer nada –reclamaba-

—Bueno si ya estamos en camino, que rico que hoy es 30, queda tan poco para que muera el año –comenta Dennis-

—sí, es verdad, un año más se aproxima, vaya y una se hace más vieja –dije con nostalgia-


— ¿vieja? ¡Vieja nuestras tatarabuelas! Mujer si estamos regias, ambas, somos unas reinas, no seas tontita, creo que estar en casa tanto tiempo te ataco la cabeza loca que tienes –comenta Dennis bromeando.

—es que bueno, lo digo por mi edad, nunca la comento, pero tú si eres linda, no digo que yo no lo sea, pero ah bueno, es solo el hecho de que el tiempo transcurre tan velozmente que ni cuenta nos damos –explique analizando el tema-

—Pero amiga, ¿para qué le das tanta atención a eso? Tú solo vive el hoy, te eh visto tan feliz que no quiero que se acabe eso, nunca borres esa bella sonrisa porque a más de uno puedes enamorar, aunque ya sabes a quien quiero yo para ti –menciona Dennis risueña-

—hmmm, haré como si no hubiese escuchado lo último, y bueno, tienes razón, hay que vivir el día a día con todo lo que conlleva, -acomodo mi patita-

—eso es amiga, pero sigo ansiosa, ¡quiero fiesta! –Manifiesta Dennis inquieta-

—no lo dudo, pues ya pasado mañana estaremos celebrando de lo lindo –respondí-


en el recorrido estuvimos platicando respecto a muchas cosas, primordialmente el tema del año nuevo, Dennis no dejaba de expresar su gran felicidad i entusiasmo, hasta que llegamos a nuestro destino al fin...

—Que rico, llegamos al fin, -me preparo para salir del auto-

— ¡Alto ahí jovencita! Calma las emociones, yo te ayudare –dice Dennis deteniéndome-

—Pero, ¡aaaashhh! –Cruzo mis brazos amurrada-

—Espera mujer, paciencia –procede ayudarme a bajar del auto-

—vamos amiga levanta esa patita, ¿no te aburren las muletillas? –Pregunta Dennis-

—Y tú que crees, ¡claro que me fastidia, me abruma, me agota! Pero prefiero esto, a nada. Y bueno, ya entremos que quiero ver cómo van las cosas, ahora es cuando me arrepiento de haber hecho varios pisos –mencione bromeando-

—Pero están los ascensores amiga, ni modo solo toca aguantar –menciona Dennis acariciando mi hombro-

—eso creo...

ya íbamos de camino a la institución, entramos y evidentemente los colegas se me acercaron para saludar, preguntar por mi salud, converse un poco con ellos, luego procedimos a recorrer de apoco el centro especial, antes de ir a mi oficina, tengo que hacer ciertas asignaciones, creo que solo me dan más trabajo, pero me agrada, y lo más importante, volví a nacer al ver a mis hijos, tan lindos, y bueno, hace que todas mis dolencias disminuyan un mil porciento...

—Oye ¿te parece si vamos a la oficina? Ya has recorrido bastante –me dice Dennis-

— ¿Qué dices? ¡No! ¡Yo quiero ver más! Si quieres vete tú, yo iré en un rato más, oh bueno déjame entrar a este salón y me voy –dije haciendo pucheros-

—que niña, ¡bueno! Pero te acompañare, déjame abrir para que pases –Dennis abre la puerta con cuidado-

En eso entro de lo más entusiasmada, y veo que no están los niños aquí, pero me encuentro con la sorpresa de ver a Eidan y a una tipa, digo colega del trabajo, eso, me enfada, digo, me refiero a que no estén trabajando, porque no están los niños aquí...

— ¡Que es esto! ¡Porque no están trabajando!

En ese instante Eidan y la chica me observan... mi corazón quería estallar de la rabia...

—Señorita Aisha... -Eidan menciona con nerviosismo-

—Jefa, ¿Qué tal esta? Es un agrado verla aquí nuevamente –menciona la muchacha alegre-

—Pregunte, porque no están trabajando, y porque no hay niños aquí,

— ¡Aisha no seas grosera! No ves que la compañera te pregunto cómo estas –susurra Dennis-

—Estoy bien por cierto... -dije más calmadamente-

sin darme cuenta, me deje llevar por mi enojo y pase a llevar las muletillas debido a que las apreté demasiado contra el piso, y bueno, en ese trayecto fui a dar directo al suelo cayendo de lado.

— ¡Amiga! –Expresa Dennis asustada por verme caer-

— ¡Aisha! –Grita Eidan e inmediatamente viene a socorrerme-

— Dios santo... Jefa ¿se encuentra usted bien?

—Estoy bien, solo fue una caída, trato de moverme pero fue peor, más dolor sentía...
—No... No puedo moverme, ¡me duele mucho! –Dije con mucho susto y adolorida-
—Dennis por favor llama a una ambulancia que no aguanto el dolor –exprese con más agobio-

— ¡No llames a nadie! —Te llevare a la clínica ahora, ¿Tienen auto? –Pregunta Eidan con apuro-

— ¡si, si! ¡El de Aisha, Vamos yo manejo y tú la llevas! –responde Dennis rápidamente-

— ¡NO! ¡USTEDES SE QUEDARAN A TRABAJAR! ¡SOLO LLAMA A LA AMBULANCIA LUEGO! –Más me quejaba yo-

A mí no me importa nada en este momento que no seas tú Aisha, además están los otros trabajadores, como mi compañera presente, ella se encargara de los niños, estábamos esperando a que se hiciera la hora, -¿verdad compañera?

—Sí, vayan tranquilos yo me encargo y veo quien me te cubra, Jefa que se mejore...

— ¡Vámonos luego! –Dijo Dennis intranquila-

—Le dolerá un poco pero tendrá que aguantar... -comenta Eidan-

— ¡Pero de que rayos hablas idiota!

Eidan me observa y me toma rápidamente, ¡como lo sufrí! No podía mover mi patita, esa estúpida caída creo que me volvió a fracturar, ¡el dolor es más fuerte que el primero!, ¡pero que mala suerte la mía! El idiota de Eidan tiene la culpa, si claro, como si hubiesen estado en la hora de colación, a mí no me engañan, de seguro ya anda de regalado y facilón, era más que evidente, pero que más me da, ash, se las cobrare al muy tarado, se supone que deben trabajar no perder el tiempo.

levántate y resplandece (CONTINUARA...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora