Escudriñando el Pasado, ¿Pisado?

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30 de noviembre:

 Llegue...

Sentía que todo acontecía en cámara lenta, cada paso que daba, cada respiro, cada gesto y mirada, mi cuerpo tambaleaba un poco, trataba de mantener la tranquilidad, pero me cuesta mucho, me quede quieta por unos minutos, y luego entre al lugar, hable con el oficiala a cargo, me dejo esperando en una especie de salón, creo que es donde permiten estar a las visitas, estaba yo sentada un poco hiperactiva con mi cuerpo, era ineludible no recordar aquel momento, hablo del accidente, los años de engaño, tanto tiempo, 6 años, porque a estas alturas, porque no pude saberlo antes, o al menos haberlo intuido, porque me cegué tanto por amor, a que viene todo esto Dios, jamás imagine, ni hubiese imaginado que haría algo como esto, menos que fui engañada por quien amaba tanto, baje la mirada un instante, igual siento lastima por el pequeño, al menos si la madre es buena persona, podrá crecer bien, no debería tomarle importancia a eso, pero los niños en sí, son una debilidad para mí, en especial cuando tienen otras capacidades, me conmueven tanto, -sonrió- igual el ambiente es bastante pobre, fúnebre, deprimente, pues claro si es una cárcel no es para menos, pobre muchacha, pago 6 años de condena sin tener culpa alguna, me siento tan culpable, ¡porque fui tan imbécil! Quizás debería compensarla de algún modo, pero siento que eh pagado con mucho dolor en estos años, además desde hace poco comencé a ver las cosas desde otra lógica, debo seguir moldeando eso, pero como dije, pasara lo que deba pasar, recibiré todo lo que venga, sin importar lo que sea, estoy lista...


Entonces escucho la voz del oficial diciendo...


—Acá está la niña, estaríamos listos señorita Aisha –comenta el oficial de seguridad-


Nos vimos a los ojos, Dios, sentía su mirada que se incrustaba en la mía, a pesar de que su aspecto no era tan deplorable, su mirada lo reflejaba todo, a pesar de que me recorrían miles de sensaciones yo deseaba abrazarla, pero no me atrevo, ella no deja de observarme, creo que también me está expresando muchas cosas...


—Bueno gracias


El oficial se retira, dejándonos solas...


—Qué hace usted aquí... -me dirige la palabra seriamente, pero con algo de desconcierto-

—No lo supones, vine a sacarte de aquí –conteste sin dejar de observarla-

—se siente culpable señorita Aisha, es que al fin entendió que yo nada debo estar haciendo acá. Pagando por algo que no me corresponde, aunque yo se la razón del porque...

—de que hablas, de que razón, no te entiendo –me asusto un poco-

—Sé que su difunto novio, perdón ex novio le fue infiel –dibuja una pequeña sonrisa-

-mis ojos se abrieron a mas no poder- —como fue que...

—el hermano vino a verme el año pasado y me lo conto todo, sé que ahora se debe estar preguntando porque yo no abrí la boca, muy simple señorita Aisha, el me pidió que no dijese nada, porque él se lo quería comentar a usted, yo sabía que usted acudiría a sacarme de este lugar, y así fue, ¿lo hace para darle mal rato a la familia Hoffman? –pregunta ella-

—un poco... —Pero también por la misma razón de que tú no tienes que seguir pagando una vana condena, era lo justo...

— ¿me habla de lo justo? ¡Ustedes acabaron con mi vida! Todo está ah manchado mis antecedentes de por vida, ¿me devolverán los 6 años de encierro? Pero que les importa, ustedes son adinerados, tienen el poder suficiente de hacer y des hacer, pero que hare yo ahora...

levántate y resplandece (CONTINUARA...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora