Mi Gato Está...¿¡Enamorado De Mi!?

¿lograremos escapar?

Estaba oscuro, no sabía por donde iba sólo sabía que debía alejarse y rápido, no quería que esos hombres los atraparan de nuevo, apretó el agarre en la manita de su hermana y le sonrio para que se tranquilize, ella estaba sorpresibamente tranquila.

- Todo estará bien - le dijo y la menor asintio sería.

- Por donde vamos? - habían llegado a un lugar donde se dividía dos pasillos y debían elegir uno.

- No lo se...- en ese momento una alarma empezó a soñar anunciando la pérdida de los niños de tan sólo 6 y 4 años, acarició la pelirroja cabellera de su hermanita - Concentrate - ella asintio dudosa y de sus manos salieron unos brillos rojos, sus ojos azules se hicieron de color rojo y señalo el corredor de la derecha - Segura?.

- Sabes que no lo controló a la perfección así que no - el le sonrio tiernamente y ella le miro recordando a su padre, su hermano y su padre eran muy parecidos mismo color de piel, ojos y cabello excepto que su hermano tenía unas marquitas en los cachetes, marcas que eran la prueba de porque estaban ahí.

- Confío en ti - y sin perder más tiempo al escuchar pasos por detrás la agarró de la mano y corrieron de nueva cuenta con todas las fuerzas que sus piernitas le permitieron - 'Porque no nos ayuda...' - penso un poco molesto.

- 'Perdón por la demora, sigan el camino y a la derecha verán unas escaleras, subanlas y luego encontrarán una puerta, ya está abierta, salgan por ahí y corran al bosque'- escucho una vos en su cabeza y miro a la menor que había escuchado todo.

- 'Mejor tarde que nunca' - penso y corrieron pero unos hombres los interceptaron - Sam alejate - le pidio pero ella no escucho y de sus manos salieron esos brillos de nueva cuenta y sus ojos eran rojos tambien y de un movimiento tres hombres estaban en el piso babeando y obviamente mentalmente exaustos, la menor se arrodilló jadeante pero sonrio orgullosa, sin embargo aun quedaban otros cinco hombres.

- No escaparan pequeños demonios - pronuncio con rabia uno de ellos y corrieron con claras intenciones de hacer daño. El pequeño entró en pánico pero la mano de su hermana lo tranquilizó y poco a poco su forma empezó a cambiar sus ojos se hicieron rojos como los de su hermana sólo que sus pupilas se alargaron, sus mariquitas se acentuaron, le crecieron los caninos como colmillos y sus uñas se alargaron como garras- Que demonios?, crei que no podian controlarlo - el hombre empezo a temblar pero sacaron armas y empezaron a disparar al niño pero su hermana con esos brillos rojos creo una barrera para protegerlos.

- Déjenos ir - gruño el pequeño pero no lo escucharon y siguieron disparando pero eso sólo provocaba que el pequeño se enojada más y perdiera poco a poco la consciencia de lo que estaba por pasar. Antes de que los hombres pudieran hacer algo el rubio los atacó desgarrandolos y matandolos rápidamente, lo último que se vio fue como el pequeño le arrancó la columna vertebral a uno de los hombres.

- Naruto! - gritó la pequeña horrorizada de lo que veía, el pequeño volvió a su forma natural miro la sangre que tenía encima y botó lejos la columna del hombre que llacia muerto a sus pies, se desplomó en el suelo y se quedó mirando sus ensangrentadas manos hasta caer en el suelo inconsciente. La pequeña se arrastró hasta su hermano y lo agarró de los hombros - Naruto, Naruto! - pero el pequeño no reaccionaba y ella también estaba cansada así que sólo se dejo caer en la inconsciencia junto a su hermano mayor.