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Cinco años despues...

Dos pequeños de 11 y 9 años jugaban felices en el parque pero ya se hacía tarde y debían irse.

- Naru ni Oto~chan y Oka~chan se van a molestar si no nos apuramos - le decía la pequeña pelirrojita a su hermano mayor.

- No importa sólo haces tu magia y ya - decía el pequeño despreocupado.

- No es magia - hizo un tierno puchero y su hermano le sonrio - Y sabes que no debo hacerlo a nuestros papás o se enojaran, además empieza a hacer frío y no tenemos con que abrigarnos - la pequeña quería volver rápido ya que tenía miedo de que algo pudiera pasarles, además no quería llegar a tener que usar sus "habilidades" con sus padres.

- Está bien vamos - ambos empezaron a alejarse del parque que quedaba un poco lejos de su casa pero iban a paso lento hasta que empezó a llover y ambos corrieron en especial la pequeña que no le gustaba nada el agua, la hacia sentirse débil y ella no sabia porque.

- Espera - la niña paro abruptamente cerca de un callejón y empezó a adentrarse a el.

- Sam a donde vas? - el niño la siguió y escucho un maullido así que aceleró el paso y vio a su hermana que trataba de agarrar un gato de color negro que estaba herido de una patita y se le veía asustado porque estaba en una pose de defensa.

- Tranquilo no te haremos nada - la pequeña logró tocar la cabezita del gato y retiro la mano asustada al ver lo que el "gatito" vivió - Ya todo esta bien, sasuke - el gato se tranquilizó de a pocos y se acurruco en los brazos de la pequeña que a pesar de ver parte de la vida del gato no pudo ver todo como si este la bloqueará.

- Sasuke? - pregunto el rubio confundido y su hermana asintio - Es muy bonito pero mama no querrá que te lo quedes.

- No me importa ya la convenceremos, verdad naru? - le miro expectante y el niño bufo cansado pero miro al gatito directo a los ojos y sintió una necesidad de protegerlo como si todo le diera vueltas y sólo ese gatito le mantuviera firme, lo tomó entre sus brazos cuando su hermana se lo ofreció y el gatito se acurruco contra su pecho - 'Gato travieso' - penso la pequeña con una linda sonrisa en el rostro.

- De acuerdo - y así corrieron de nueva cuenta bajo la lluvia hasta llegar a su mansión donde sus padres les esperaban preocupados - Oka~chan! Oto~chan! - gritó el pequeño rubio aun con el gato entre sus brazos.

- Mis bebés - gritó el rubio mas grande que había llegado corriendo a recibirlos, cuando los vio los abrazo efusivamente hasta que escucho la vos de la madre de sus retoños.

- Niños...- su vos sonó tan sombría que el hombre soltó de golpe a los niños y voltio a ver a su mujer - Me han asustado, mi bebe precioso, no lo vuelvan a hacer- era sorprendente como de un momento a otro su tono de vos cambio y el hombre se hizo a un lado para que la pelirroja abrazara a sus hijos inclusive mas fuerte que su pareja.

- Ma mamá nos aplastas - el pequeño se ponía azul al igual que su hermana y recordó al gatito que de seguro estaba peor - 'Sasuke' - penso y la menor lo escucho.

- 'Oka~chan por favor sueltanos' - pidió mandando el mensaje a la mente de su madre que los soltó abruptamente - Perdón pero era necesario - la pequeña bajo la mirada, sabía que no debía usar sus poderes a menos que sea importante.

- Tranquila estamos dentro de la casa no hay problema pero ¿Porque se demoraron tanto?- pregunto el mayor y su mujer lo respaldo levantandose del suelo.

- Pues...- la menor no sabía que decir así que su hermano sacó al gato y mostró su patita - Lo encontramos al borde de la muerte bajo la lluvia y creímos que lo mejor sería traerlo ya que aquí hay mucho espacio.

- Niños una mascota es una gran responsabilidad y no creo que - la mujer fue interrumpida por su hijo mayor.

- Prometemos cuidarlo además no podemos dejarlo abandonado - replicó el pequeño y los mayores suspiraron.

- Pero esta herido, hija - la menor asintio nerviosa, se acercó al pequeño animal y puso sus manitas sobre su pata herida y como pocas veces le salieron esos brillos rojos, a los segundos la pata se curó y el gato saltó de los brazos del rubio feliz, la pequeña cayó jadeante pero feliz - Estás bien? - el mayor corrio y cargo a su hija a pesar de mojarse en el acto.

- Para que ya estoy muy grande para que me cargues - la pequeña se quejó entre risas ya que su progenitor le estaba haciendo cosquillas.

- Para mi siempre serás mi bebé - le decía el mayor con una amplia sonrisa.

- OTO~CHAN! - gritó el rubio molesto de que no le prestarán atención.

- Tu también eres mi bebé - bajo a su hija y cargo a su hijo - Naruto tu y tu hermana son ambos mis bebitos y siempre los protegere - le beso la naris y el niño se sonrojo levemente pero sonrio tiernamente.

- Yo estoy grande papá así que juntos protegeremos a sam y a oka~chan - el mayor asintio - Y ahora también esta sasuke~neko - sorpresibamente el gatito respondio al llamado y salto a los brazos del niño que lo recibio gustoso - Papi tengo sueño - el niño se quejo tiernamente mientras restregaba su mano en su ojito.

- Si Oto~chan yo también tengo sueño - la pequeña se agarró del pantalón de su padre quien se sonrojo al sentir como el pantalón se le caía por el jalón de su hija y con su niño en brazos no lo podía subir - Perdoname - la pequeña queria saber que pensaba su papa del gatito y por casualidad escucho lo de los pantalones asi que lo solto.

- Tranquila jaja - se reía la mujer del espectáculo que protagonizaba el rubio mayor - Vayan arriba ahorita vamos - el mayor dejo a naruto en el piso y el cargo a su hermana quien tenía al gato entre sus brazos y corrio con una velocidad fuera de lo común llegando en unos segundos a su cuarto en el segundo piso que compartía con su hermana a pesar de haber muchas habitaciones más - Los niños están desarrollando sus poderes demasiado rápido - la mujer se veía preocupada pero su pareja la abrazo por la espalda.

- No te preocupes, mientras ellos no usen sus poderes en las calles todo esta bien - su mujer le miro intranquila y el suspiro, no había mucho que pudieran hacer, sus hijos tenían poderes incluso fuera de lo común para los que eran como su padre y aunque el sabía porque nunca le dijo a la madre de sus bebes.

- Pero tú sabes lo de las transformaciones de naruto, es peligroso que se olvidé cada ves que le pasa y que se vuelva tan agresivo y ella tiene poderes mentales fuera de lo comun, una cosa es la rapidez de naruto que heredo de ti y la curación y super fuerza que ella heredó de tu madre, lo cual aun me parece raro, y otra cosa son estos poderes fuera de lo normal despues de todo tu me explicaste de muchas habilidades pero ninguno de transformaciones que afectan su memoria o habilidades mentales de ese tipo además que le encanta aprender tus sellos - la mujer quería ayudar a su solcito pero al no saber el porque ellos tenían esos poderes no podía hacer nada además que ella era una simple humana

- Lo se amor pero no te sientas mal estoy seguro que ellos estarán bien ya que siempre estaremos ahí para ayudarles - el hombre beso a la pelirroja que había girado en sus brazos y lo abrazo del cuello.

- Y cuando no estemos, recuerda que no todos los humanos se toman muy bien la idea de que hay otros seres con diferentes habilidades, si lo vuelven a encontrar, si se lo llevan de nuevo yo...- a la mujer se le empezó empezó quebrar la vos al recordar cuando hace años se habían llevado a sus hijos al descubrir lo que estos podían hacer.

- Deja de pensar en esas cosas o sam lo notara - la mujer se relajo, era cierto si pensaba en eso su hija lo notaria y urgaria en su mente para ver que le pasaba y lo ultimo que queria era que hiciera eso - Ahora, subamos - el rubio cargo a la mujer y la llevo a una velocidad inclusive mayor a la de su hijo hasta la habitación de este y su hermana para secar su ropa y desearles las buenas noches.

CONTINUARA...

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NOTA de AUTOR: Me gustaría poder explicar que la historia será un poco larga, espero no les moleste.

Sin más que decir nos vemos.

Bay!

Mi Gato Está...¿¡Enamorado De Mi!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora