¡¿Qué pasó?!

152 12 6
                                    

- ¡Sasu! Son las tres de la mañana - murmuró asombrado, el tiempo había pasado demasiado rápido. Ambos seguian acostados siendo el menor abrazado fuertemente por el rubio.

- ¡¿Qué?! - exclamó, pero una pregunta que cruzó su mente en segundos se escapó de su boca - ¿Y Sam? ¿Gaara? Deberían estar aquí... - le habló inconscientemente, se miraron algo confundidos, pero con rapidez tomaron la decisión de ir a buscarlos, tal vez se les pasó la hora por lo que los buscarían.

Bajaron con cierta lentitud las escaleras, aunque por alguna razón el pecho les ardía, tenían un mal presentimiento, el cual creció al oler algo de humo, aceleraron el paso sin pensarlo y a punto de llegar golpearon con fuerza las puertas principales. Al entrar al salón sus miradas se oscurecieron, no podían creerlo.

El lugar estaba destrozado, las mesas volcadas, la comida tirada al igual que las bebidas, los decorativos rotos al igual que el equipo de música, de ahí provenía el fuego el cual lentamente se esparcía. Pero eso no era lo peor, lo peor era que había mucha sangre, cuerpos por todo el lugar, destrozados hasta decir basta.

- ¿Qué... pasó? - las palabras salieron de su boca con dificultad, pero usando su velocidad empezó a recorrer el lugar en busca de una pista, pero no encontró nada, además noto la ausencia de todos sus amigos "especiales" por lo cual se hacía una idea de lo que pasó - ¿Samantha? ¿Hermanita? No puede ser... no de nuevo... - su mirada se oscureció aún más, su acompañante le veía confundido, pero más dominó su preocupación por la chica y su -ahora- novio.

- Naruto, tranquilo, ¿Si? Encontraremos respuestas solo... - no pudo terminar pues la mirada furiosa del chico se postró sobre él, el fuego le daba un aspecto aún más terrorifico de lo que ya era lo cual lo dejó paralizado, por primera vez en mucho tiempo, tuvo miedo de aquella mirada, la cual no veía por primera vez, pero que esperaba no volver a ver.

En otra parte...

- '¿Estas segura de esto?' - le habló como por tercera vez el pelirrojo a la chica.

- 'Completamente, él nos encontrará, lo sé' - le repsondió con tranquilidad, aunque por dentro se moría del miedo, no sabía qué podían hacerles. La chica miró a los demas, todos estaban amarrados a sillas y siendo brutalmente golpeados, le dolía verlos así, pero sabía que resistirían, así como ella tendría una vez fuera su turno.

- ¡¿Dónde se esconde?! - gritó el hombre que golpeaba al chico perro a medio transformar, lo cual le daba más resistencia.

- Matame si qui-quieres, no lo-lograrás nada - rió con fuerza exasperando al hombre corpulento de cabellos castaños, muchos tatuajes y unos guantes reforzados con placas metálicas, este le volvió a golpear, esta vez en el estomago y con más fuerza.

- ¡Kiba! - gritó preocupada al ver que este escupía sangre y tosia con fuerza, pero por su rostro empezaron a verse algunas lagrimas pues el chico sonrió y con dificultad respondió.

- E-estoy bien, no t-te pre-preocupes - volvió a toser y recibió otro golpe en el rostro.

Todos se miraron con decisión en los ojos, la chica empezó a llorar a mares. Y una vez más, el hombre hizo aquella pregunta.

- ¡¿Dónde se encuentra ese demonio?! ¡¿Dónde esta Naruto?! - nadie hablo, solo lo miraban con burla al estar conscientes de que no dirían nada. Les daba intriga saber cómo sabían su nombre, pero ya se imaginaban que los estaban investigando, lo cual les daba aun más dudas del por qué no sabían su paradero.

- 'Chicos... gracias... muchas gracias' - la chica les mandó el mensaje a todos, ellos la miraron y sonrieron ligeramente, aun cuando sus rostros estaban sangrando y llenos de moratones.

Y entonces, el hombre se acercó a ella, quien estaba preparada para usar su poder en contra de él, aunque lo había intentado muchas veces por alguna razón no funcionaba, pero si lo miraba a los ojos directamente tal vez aun quedaba alguna esperanza.

- Ni lo intentes - aquel hombre ciertamente asqueroso, el cual mirándolo de frente le faltaban algunos dientes y tenía miles de cicatrices por todo el rostro, sonrió con sorna - No sirve contra mi - le observó con horror, realmente no funcionaba. ¿Quién era aquel hombre?

Continuara...

Mi Gato Está...¿¡Enamorado De Mi!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora