Como comenté en el capítulo anterior, Samuel consiguió trabajo en una pequeña Pet Shop de Once. El dueño era amable; Samuel tenía un sueldo razonable y no era él quien contestaba el teléfono. Pasó un año y todo transcurrió (por fin) con normalidad, y pudo recobrar su paz interior. Al ver que todo marchaba bien, Samuel tomó una decisión que para él fue revolucionaria: Sacó todos los cuadros de su hijo y quemó todo lo que le recordaba a Karina; pero no se conformó con esto. Rediseñó su hogar completamente, de manera que pegó decenas de afiches de sus músicos preferidos en su cuarto (Era muy amante de la música barroca y clásica, por lo que Haydn, Mozart, Beethoven, Bach, Vivaldi, Purcell y muchos otros tenían lugar), llenó sus estanterías de libros para leer (Entre ellos había infinidades de Bayer, Borges, Shakespeare, Kipling, Lewis, Orwell, Tolkien y más) y empezó un curso de violín. Sabía como acomodarse económicamente.
Junto a esta transformación espontánea, apareció una persona en su vida, una persona que lo transformó todo. Su nombre era Marilyn, y cambió todo en la vida de Samuel. Marilyn era una mujer joven, de veinticinco años, tan solo dos años menor a nuestro protagonista. Estaba de novia con Ochan, un descendiente de asiáticos que era un año mayor. La pareja convivía hace poco juntos y tenían un perro cachorro. Gracias a este animal, la pareja llegó a la Pet Shop donde trabajaba Samuel, y se conocieron tan perfectamente que ese mismo día arreglaron para tomar un café a la tarde del día siguiente.
El reloj acababa de marcar las cinco en punto cuando Samuel llegaba al café de la calle Florida. Se sentó en una mesa ubicada al costado de una ventana que daba a la calle, y esperó con paciencia diez minutos. Al pasar estos, aguardó otros diez más; pero, cuando ya se habían cumplido veinte, llamó a Marilyn. Nadie contestó.
-Deben haberse quedados dormidos, me dijieron que son fieles a la siesta. En una hora los llamaré. -Se dijo-
Así, Samuel volvió a su casa y se sentó en el sillón a ver televisión. Puso un canal de noticias y pudo observar que, en San Cristóbal (Un barrio al sur de Balvanera, donde se ubica Once), donde vivían Marilyn y Ochan, había ocurrido un tiroteo, que dejó a quince personas muertas por "fuego cruzado". Asustado, fue al lugar del hecho lo más rápido que pudo.
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Lo perdí todo
Teen FictionEsta historia se tratará sobre un hombre que vive un infierno. Voces y recuerdos lo atormentan, problemas económicos, diferencias con sus colegas, etc. Todo encadena una serie de hechos que transforman su vida en una pesadilla. Nadie lo comprende, t...