Pasaron años excelentes, Marilyn fotografió todos los momentos importantes de Cecilia, Samuel ejercía derecho en su estudio jurídico y las cosas no podían ir mejor. La niña entró a un jardín de infantes e hizo muchos amigos, uno mejor que el otro. Sin embargo, la vida siempre tiene problemas, y los de la familia empezaron cuando Cecilia cumplió cuatro años.
Marilyn había cocinado una torta para compartir con los amigos del jardín de infantes de su hija, los invitó a su casa y organizó una fiesta. Los niños corrían, saltaban y jugaban sin parar, y era realmente divertido. Sin embargo, al momento de "soplar las velitas", estas se habían vuelto negras, cuando originalmente eran rosas. Nadie se dio cuenta, excepto Marilyn y su hija, aunque la mujer lo ignoró y quiso olvidarlo; mientras que la cumpleañera permaneció silencio. Una vez que Cecilia ya había soplado, su madre retiró las cuatro velas y las guardó en un cajón, para luego cortar y servir las porciones. Todos los invitados comieron y se fueron con sus padres a sus respectivos hogares.
Mientras que Marilyn limpiaba y acomodaba la casa, su hija le preguntó respecto al extraño hecho, pero sólo recibió como respuesta un "No lo sé, pero no fue nada importante, estoy segura. Ya es tarde, ¿Por qué no vas a dormir?" La niña obedeció y Samuel llegó cuando ya estaba dormida. Saludó a Marilyn y en no más de una hora se acostaron.
A las tres de la mañana, la niña se levantó de su cama sin motivo alguno, en un estado de subconsciencia. Se dirigió hacia la cocina y recogió del cajón las cuatro velas que habían cambiado de color. Volvió a su cuarto, las colocó en la mesita de luz y se echó de nuevo en su cama. Durmió hasta las once y media, porque era domingo y no tenía que ir al jardín.
Eran las dos de la tarde y la familia almorzaba tranquilamente, hasta que Cecilia le comentó sobre las velas a su padre, y él sabía perfectamente de qué se trataba. Samuel le dijo a su hija que había sido un hecho extraño, pero insignificante, y que no comprendía lo sucedido. Era la primera vez que le mentía a Cecilia.
Todo transcurrió normalmente, pero, cuando Marilyn fue a bañar a la niña, Samuel buscó las velas y las encontró, porque su hija no las había escondido, sino que estaban a la vista de cualquiera.
Fue el peor error de Samuel.
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Lo perdí todo
Fiksi RemajaEsta historia se tratará sobre un hombre que vive un infierno. Voces y recuerdos lo atormentan, problemas económicos, diferencias con sus colegas, etc. Todo encadena una serie de hechos que transforman su vida en una pesadilla. Nadie lo comprende, t...