Terminé de ducharme y como de costumbre me eché mi colonia "Invictus". Estaba verdaderamente hambriento, así qué decidí ir a la cocina a por algo de picar, pero me daba mucha pereza ponerme la ropa, entonces decidí recorrerme todo el pasillo con únicamente una toalla sobre mis hombros, total, no había nadie. De repente, reconocí un olor muy familiar, cerré mis ojos y me dejé llevar, mi olfato me llevó hasta el sofá.
Me quedé boquiabierto. Había una joven inconsciente sobre mi sofá, tenía todo el maquillaje completamente corrido, tanto, que no pude ni reconocerla. Le agarré del brazo y comencé a agitarla para despertarla. No hubo manera alguna. Me rugía tanto la tripa que decidí dejar a un lado ese tema e ir a prepararme algo para desayunar.
-Decidido, huevos con salchichas –Sonreí, no puede evitar pensar mal.
Mientras freía todo en la sartén me vino a la mente Lucía.
-¿Cómo he podido hacer esto? Ir a una discoteca y liarme con cualquiera... -Pensé- Bueno, me ha dejado ella, así que no puede reprocharme nada, pero me siento tan culpable... ¿Y si la chica del sofá fuese...?
-¡BÚH! -Me chilló alguien a la oreja. Pegué tal brinco que no sé cómo no toqué el techo de la cocina.
-¿Pero qué? -Era aquella chica, la chica del sofá.
Me sonrió. Me quede observándola, no me podía creer que ella estuviese aquí. Me miró de arriba abajo muy sonriente.
-¿Tienes calor? –Me preguntó con una extraña cara.
Entonces me di cuenta de que estaba totalmente desnudo. Avergonzado, cogí la toalla que tenía sobre mis hombros y me tapé.
-No pasa nada hombre. Ya lo tenía todo visto.- Me dijo picara.
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Un vago recuerdo.
Teen Fiction"Yo era libre, como las mariposas. Las mariposas para mi son una metáfora perfecta. Al principio, somos pequeñas orugas, inexpertas, quiero decir: no tenemos experiencia alguna con lo que llamamos "tener una relación". La segunda fase para mi sería:...
