Era domingo, el Sol se asomó brillante por el horizonte, pero un ruido atroz me despertó. Eran las siete de la mañana y como de costumbre, sonó el maldito despertador. Se me olvidó desconectarlo. Tenía una resaca terrible por la fiesta de anoche. Cogí una toalla y me dispuse a ducharme, me fui desvistiendo poco a poco pero mi cabeza no paraba de darme tumbos, así que tardé como 10 minutos en hacerlo.
Por fin me metí en la ducha, pero cuando mi espalda se puso en contacto con el agua, noté un intenso ardor.
Contemplé mi espalda en el espejo, me quedé ojiplático.
-¿Pero qué...?-Eran marcas de arañazos.
Intenté recordar lo que pasó anoche, pero carecía de recuerdos.
El día previo, sábado por la mañana. Lo mismo, se me olvidó apagar el despertador y me desvelé con el estruendo. Cuando me despierto nunca soy capaz de volver a dormirme. Lo primero que hice fue coger el móvil y meterme a Twitter a cotillear un poco a mis amigos.
-Todos de fiesta anoche, ¡Cómo no! -Dije en voz alta hablando solo. -Anoche me quedé estudiando los exámenes que tenemos la semana que viene, pero esta noche sí ¡Esta noche me voy de fiesta! -Y pegué un brinco del ímpetu.
Rápidamente llamé a mi colega para quedar con el e ir a emborracharnos a cualquier sitio para olvidarme de la rutina. Estaba ya muy cansado de ella. Quedamos a las 22:55 en la parada del tren, era el último tren del día, así que no podía perderlo de ninguna manera.
Transcurrió lentamente el día, solo podía pensar en la borrachera que me iba a pillar. Me aburrí tanto que me quedé profundamente dormido en el sofá.
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Un vago recuerdo.
Novela Juvenil"Yo era libre, como las mariposas. Las mariposas para mi son una metáfora perfecta. Al principio, somos pequeñas orugas, inexpertas, quiero decir: no tenemos experiencia alguna con lo que llamamos "tener una relación". La segunda fase para mi sería:...