Parte 7- De un solo trago.

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No se me ocurría nada y se me agotaba el tiempo. Entonces, hice lo primero que se me ocurrió, más bien fue un impulso, me acerqué a él muy decidida, me planté en frente suyo y le solté...

-Me debes un cubata, guapo.

-Tú eres la de antes ¿no?- Me dijo con una sonrisa de oreja a oreja, tenía cara de estar algo ebrio.

-Sí. Ahora, mi cubata. -Solté tajante.

-Suplícame.

Me quedé sin saber qué hacer, nadie nunca me había respondido algo así, nadie se me podía resistir, menos él, al parecer.

-No lo haré. -Respondí por fin.

-Vale, pues... te quedas sin cubata. -Y se perdió entre la multitud de la pista de baile.

"¿Cómo? Cómo ha podido..." Pensé con rabia.

Esto ya era un cuestión de orgullo para mi. Solo se me ocurría una solución, drogas. Sí, se que suena algo precipitado pero, tenía que hacerlo. Le pedí a la atractiva camarera un "Sex on the beach" y me saqué del escote un comprimido que por si acaso siempre lo llevaba encima. Le metí en la bebida la famosa droga que se metían mutuamente los adolescentes, la burundanga. Esta droga, causa un estado de sumisión ante cualquier orden, anula tu voluntad, obedeces cualquier orden y esto tiene como consecuencia la amnesia. Estaba loca.

Me incorporé en la pista y lo vi ahí, bailando dinámicamente con sus amigos.

-Perdón por lo de antes, me pasé un poco es que me molestó que te rieses de mí, pero bueno, eso da igual, para recompensarte te he traído este cóctel. -Me hice la tímida para que no viese mis verdaderas intenciones, pero en el fondo, me reconcomía la rabia.

-No, perdóname a mi, fui muy grosero por mi parte, no debería haberme reído de una chica tan guapa, pero es que me bino a la cabeza un bonito recuerdo de mi novia y...

"¿Cómo? Se a disculpado, no me lo esperaba para nada, a cambiado totalmente de personalidad y... me a llamado guapa, mucha gente me lo dice pero de él, ha sonado mucho más real, no lo conocía pero, era como si lo hiciese... pero tiene novia... ¿qué puedo hacer?"

Pero antes de que pudiera reaccionar, él cogió en vaso y se bebió más de la mitad del vaso de un solo trago.

-Muchísimas gracias, de tanto bailar me moría de sed.

Repentinamente comenzó a sonar una canción muy lenta, la primera en toda la noche.

- ¿Bailamos? -Propuso.

- ¿No se pondrá celosa tu novia?

- No, tranquila... -Dijo mientras lentamente me tomaba de la mano.

Un vago recuerdo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora