24. Narrado.

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Salí del Instituto y ya me encontraba en un dilema: Ir o no ir. Ya estaba harta de humillaciones ¿Y si esa también era una? Pero por otra parte no quiero ser cobarde, quiero enfrentarme a todos. Tal vez si lo enfrento me dejan de molestar.

Caminé y sentí el viento de la rosa de Guadalupe, reflexione sobre todo y no se ni en que estoy pensando, debo dejar de mirar televisión.

***

Estaba sentada en una cafetería que estaba frente al Instituto.

Soy pobre para pagar tanto por un simple café en Starbucks ¡Vamos! Ni que tuvieran Wi-fi.

Tenía aproximadamente 5 minutos sentada al fondo del lugar, enfrente de mi se miraban todos. Desde aquélla pareja que sonreían tiernamente, hasta aquélla otra que se habían olvidado por completo del pastel y lo que comían eran él uno al otro.

¿Y yo? Pues aquí esperando que alguien se digne atenderme, casual.

Cómo si hubiera leído mi mente un chico bastante guapo se acerco, bastante guapo y ¿Afeminado? Caminaba moviendo sus caderas cómo una diva.

Era delgado, blanco, ojos azules y cabello lacio, alto, labios carnosos:  Guapo y... Gay.

—¿Qué vas a pedir linda?.—Dice agarrando la libretita dónde supongo que escribía los pedidos.

Una chica que estaba sentada justo en la mesa de a lado contestó.

—¿Qué más iba a querer esa gorda? Obvio ser delgada.—Se burló. Yo sólo agache mi cabeza por la vergüenza.

Él chico me miró y sonrío, luego volteó al lado de la chica y se colocó sus manos en su cadera.—Hay nena, pero lo qué tú quisieras es que tú novio ya no te engañe conmigo.—Dice riendose.

La chica paro de reír, puso los ojos como platos.—Mi. Mi novio no es gay.—Tartamudea.

—Pues obvio que va a decir eso, no quiere qué que sus padres se enteren. Pero te diré lo que Francisco me dice cuándo le hago una mamada.—Se acerca a ella.—Le da asco tú vagina.

Me tape la boca para no reirme.

La chicas se fue super enojada gritando ¡Voy a cortarte las pelotas Francisco!

—¿En serio su novio la engaña?.—Pregunto.

—No pero ahora va a desconfiar de él.—Dice riendo.

Me sorprendo un poco y comienzo a reír junto con él.

Me agradaba este chico.

—¿Esperas a tú novio?.—Su pregunta me sorprendió ¿Al caso no me ve? Soy gorda y fea ¿A quién iba a gustarle?

—Mírame.—Digo.-No soy él tipo de chica que le gustan a  los chicos.

—Pues cuándo yo era heterosexual no me importaba eso.—Dice mirándome.— O tal vez por que siempre he sido gay.—Bromeó.

Si fuera un poco menos tímida me abalansaria a él y le diría: Eres mi nuevo mejor amigo.  ¡Toda chica quiere un mejor amigo gay! No me juzguen.

—Ya fuera de broma.—Dice tomandome la varilla para asegurar que lo viera.—Eres preciosa, tú rostro es angelical, tienes unos preciosos ojo y puedo asegurar que eres peliroja natural.

—Esto.—Dice tomando mi gordo.—Sólo es sabrosura extra.—Me guiña el ojo.

Y por primera vez en mi vida me sentía segura de mi misma, yo era preciosa, ¿Y si estaba gorda? Si lo estaba, pero me importaba un carajo.

Miré el reloj de mi mano y me di cuenta que ya eran las 8.

Tenía que irme y no había ordenado nada.

—Lo siento por no ordenar, se me hace tarde.—Me levanto de la mesa y cuándo paso a su lado lo abrazo y beso su mejilla.—Gracias por todo.

Corrí hasta enfrente dónde el Instituto, la oscuridad empezaba a asomarse y yo ya me encontraba caminando por los pasillos.

Estaba decidida. Nunca había sentido esta fuerza que corría en mi, estaba teniendo exceso de confianza gracias al chico que ni siquiera su nombre sabía. Di vuelta a la izquierda y después a la derecha.

Mire la puerta enfrente DIRECCIÓN.

Abrí la puerta de golpe logrando asustar al chico que se encontraba.

—Me has espantado.—Me sorprendió ver a Germán.

Toda la confianza y seguridad que tenía antes fue desparecida cuándo la imagen de dos chicos besándose llego a mi mente.

—Ge, ge.r. man.—Tartamudeo de la manera más horrible posible.

—Dije que te lo demostraría.—Me agarra de la mano y me alejo de inmediato.

—Qué esperas.—Digo con mi manos en la cintura.

—Esta bien.—Hace una mueca.

Veo como va al escritorio del director abre el cajón y saca lo que parece ser un portátil.

—Espera Germán, esto no esta bien. Nos pueden expulsar.—Lo detengo.

—Dije que era capaz de todo para demostrarte que soy inocente.—Dice en un tono serio y comienza a teclear en el portátil.—Ven acércate.

Lo dudo por un momento pero termino poniéndome a su lado. Observé le pantalla e imágenes de la escuela estaban ahí.

—No sabía que había cámaras.—Susurro para mi misma.

Teclea la fecha cuándo los vi y selecciona el vídeo donde él la esperaba recargado en la pared. Cerre los ojos, no quería revivir esto.

—Abre los ojos por favor.—Los abro lentamente y después le pone play.

Miro y escucho lo que realmente pasó y me siento como estúpida al no a verle creído. Él sólo quería defenderme.

Caminamos en silencio, desde que había visto el vídeo no habíamos dicho ni una palabra.

Estábamos por cruzar la calle cuándo me agarra de la mano empujándome hacía él. Coloco mis manos en su pecho y él en mi cintura.-Sólo te quiero a ti.-Me lo asegura para después juntar nuestros labios. Era un beso dulce, sin ninguno contacto de legua. Oh, espera. Ya esta habiendo contacto lengua a lengua.

—¿Quieres ser mi novia?.

Cierro los ojos he imagino al chico gay gritándome que le diga desesperadamente que  si y lo hago.

—Si.

Esa noche estaba siendo perfecta, antes de que un auto se acercara y sonara el clapson demasiado tarde, ósea que nos atropelló y patch vino por mi.

Era mi hermoso ángel custodio.

Eso nos pasaba por estar en medio de la calle un viernes en la noche.

Okay, lo que realmente paso es que el auto hizo sonar el clapson a tiempo, cuándo iba a pasar dimos un brinco atrás logrando salvar nuestras vidas.

Luego grité "FÍJATE POR DÓNDE VAS ESTÚPIDO" y nos empezamos a reír.

No. Este no es él final, aún falta mucho.

Tu Amiga La GORDA. #PADP #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora