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Las clases acababan de empezar.

Estaba en el pupitre de enfrente mientras que Germán se encontraba con su grupo de amigos en los pupitres de al fondo.

¿Se preguntarán como nos hicimos amigos siendo tan diferentes? Se los diré.

Hace dos o tres años él formaba parte del grupo que se burlaba de mi, me decía cosas feas pero no al punto de ser horribles como sus amigos.

Yo no le caía bien a nadie del Instituto, de  echo no hablaba con nadie ¿Quién quiere a una gorda de amiga?

Un libro no les agradan a todos como para yo hacerlo.

Entonces un día pasó. Sus amigos me hicieron pasar el peor momento de mi vida.

Me habían robado mi ropa interior de los vestidores de chicas ¿Adivinen quién fue la chica encargada de eso? ASHLEY.

¿Ahora entienden mi odio hacía ella?

Esos chicos pusieron mi ropa interior en público, todo el Instituto sabía que era talla extra grande en calzoncillos.

"Con esas bragas las pueden usar los vagabundos de manta,  deberías regalárselas ya que tú tienes la grasa que te cubre del frió"

Los adolescentes se reían y reían de mi. Quería morir y estuve apunto de hacerlo.

Y es que la gente se burla sin saber como afecta a uno, como nos sentimos por dentro, lo mal que nos hacen sentir, como si no valiéramos, como si diera igual si estamos vivos o no.

Cada risa, cada comentarios, todos los adolescentes señalándote, empujadote, agrediondote.

Todo eso te hace pensar en una solución: Él no seguir viviendo para ya no tener que oírlos ni verlos.

Todo ese daño se va consumiendo.

Se va convirtiendo en rabia. Rabia hacía ti misma por no ser como ellos, por no encajar.

Ese día me fui atrás del instituto. Es el único lugar en el que no me podían verme llorar. Dónde no podían impedir que cometiera un suicidio.

Ese día me había robado un cuchillo de la cocina, iba a cortarme las venas.

Pero llegó él.

Llegó Germán.

Me dijo que valía más de lo que pensaba y que era un idiota por burlarse de mi antes, que ahora lo entendía.

Me dijo muchas cosas, cosas que nunca pensé llegar escuchar por parte del popular.

Poco a poco nos hicimos más cercanos, me contaba todo y yo me ahorraba algunas cosas, me defendía.

Por primera vez no estaba sola, tenía un amigo.

Un papel golpeo mi cabeza logrando alejarme de mis recuerdos.

Volteo atrás para ver quien lo había tirado.

Miro a Germán guiñándome él ojo y entonces le sonrío.

Me agachó para agarrar el papel y comenzar a leerlo:

"No hemos terminado lo de anoche bombón"

Germán.

¡Hola! ¿Recuerdan él día que les dije que era la última vez que actualizaba 3 veces en un mismo día y sólo actualize dos? Pues creo que este capítulo recompensa ese.

Espero que les haya gustado el capítulo .
¡Qué tengan un exelente dia!

Tu Amiga La GORDA. #PADP #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora