CAPITULO 14

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No sé como llegue aquí. Bueno, en realidad si, pero...no lo merezco. Tenía que pasar pero, aun así no quiero. Digo, si estas en una pelea es obvio que te van a golpear y también es obvio que al final tendrás moretones, raspones e incluso, después de un tiempo cicatrices. Pero ¿¡El hospital!? De por si y ya los odiaba y luego hacer una fila más o menos grande, esperando, solo esperando a que un tipo me cosa la cara como si fuera un pedazo de tela. Y luego, después de tener 3 hyungs me mandan con el último en mi listita. No es que ya haya hecho una, pero ¿Con Taeyang? ¿Es en serio?

– ¡Seung Hyun! Te estoy hablando

– ¿Ah?...oh lo siento.

– ¿En que piensas que estas tan distraído?

–En muchas cosas-no le iba a soltar de una que le tengo miedo al doctor.

–Estas arrepentido...

– ¿Arrepentimiento? Es lo último en lo que pensaría.

– ¿Entonces?

– ¿Entonces qué?-se quedo pensando hasta que por fin hablo, fue como si tuviera varias preguntas y estaba eligiendo la más adecuada.

– ¿Por qué lo golpeaste?

– ¿Eh?

–Digo que si no estás arrepentido, debes de tener una muy buena razón para haberlo golpeado.

–Yo...no quiero hablar de eso.

–Vamos, es más fácil aquí solo conmigo, puedes decir la verdad. En algún momento tendrás que decirlo a todos y no necesariamente dirás la verdad.

– ¿Dices que mentiré?

–No lo doy por seguro, pero. Si no me quieres decir a mí que soy solo uno ¿Se lo dirás a todos?

–...

–Yo solo quiero saber tu perspectiva, por muy vergonzosa que sea, solo la quiero saber.

– ¿Por qué?

–Porque me interesa lo que pienses.

– ¿Por qué?

–Porque...-no dijo nada más, era obvio que él no sabía el por qué, ni yo sabía porque le había hecho esa pregunta, así que solo lo dije.

–Fue por ustedes. En pocas palabras el maldito dijo que a ustedes los trae en la mano, que si él dice rana ustedes saltan sin chistar y eso me dio coraje.

–Oh...a cualquiera le da coraje. Yo hubiera hecho lo mismo

– ¿En serio?

– ¡Por supuesto! Primero te quito tu habitación, luego...era muy obvio que te hacia menos de los demás y para terminar decir eso de que nos trae a todos en su mano, para mi basta y sobra para partirle su cara a la mierda esa.

Su comentario me cayó en gracia, no se veía del tipo que decía malas palabras, aun así la dijo tratando de entenderme y de parecer enojado, no lo logro, pero consiguió alegrarme, ahora que lo pienso no es tan mala compañía.

–Era el doctor.

– ¿El doctor?

–Si, era en quien estaba pensando. Odio a los doctores y saber que me hará puntos me aterra.

–Tranquilo, estoy aquí.

– ¿El que estés aquí debe de tranquilizarme?

– ¡Claro! Mientras yo esté al pendiente el no te drogara para dormirte y quitarte los órganos.

Let's Talk About LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora