Prefacio

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–Soy un vampiro –susurra sobre su oído.

Hasta ese momento notando su presencia detrás suyo, cuando la brisa de su aliento recorre la hipersensible piel de su oreja. El escalofrío que recorre su cuerpo llega después. Justo antes de la realización de sus palabras.

–Es mentira... –responde sin aliento.

Una parte de Yoseob quiere decir no existe tal cosa como los vampiros. Otra parte, en cambio, ahora es más consiente de la realidad.

– ¿No me crees? –Su mano aparece sobre su cuello, con el pulgar obligándole a mirar hacia un lado, exponiendo su cuello–. Déjame demostrártelo...

Cuando su boca prueba su cuello siente un agradable shock, como una descarga eléctrica que recorre cada fibra de su cuerpo.

–Te deseo, Yang Yoseob –dice contra su piel–. Te deseo más allá de lo que conlleva tu sangre. 

Midnight SunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora