Capítulo 8

144 14 10
                                        


Cuando la alarma decide comenzar a sonar, ya estoy totalmente despierto. La poca luz que entra por la ventana crea la ilusión de que es temprano. Pero no me engaño, sé que no lo es. Me siento en la cama y con pereza me saco las mantas de encima. Al hacerlo, el frío hace mella en la piel de mis brazos desnudos, erizándome la piel y provocando el estremecimiento de todo mi cuerpo.

Me paso una mano por el cabello y suspiro frustrado. De nuevo, otra noche que me paso dando vueltas sobre la cama, sin sueño y con una inquietud que comienza a arraigarse en mí, adentrándose de forma sutil pero sin aparentes intenciones de abandonarme o simplemente de mostrarse por completo. Llenándome gota a gota.

Y sé de sobra de dónde viene todo... O mejor dicho: de quien.

Cuando supe que iba a tener que vivir en Beast el romance definitivamente no era parte del plan. No hasta que Dujun llegó a mi vida. Con su sonrisa fácil y ojos que parecen ver dentro de mí, comencé a sentirme atraído hacia él en contra de todos mis instintos. Incluso después de que él mismo me advirtiera que me aleje de él, que no es seguro. Por eso, lo último que debería querer es tenerlo cerca... pero digo debería, porque eso es exactamente lo que quiero.

Otro suspiro abandona mis labios dejándome casi sin aliento. Y me recrimino de nuevo: ¿Cómo es que me permito suspirar en su nombre? Quito el cabello de mi frente, repentinamente demasiado largo para mi agrado, me zafo completamente de las mantas a patadas y salgo de la cama.

***

–Legas tarde –es lo primero que dice al verme.

Cierro la puerta detrás de mí y me adentro en la oficina de Dujun hasta quedar de pie frente él. El escritorio interponiéndose prudentemente entre nosotros. Al ver sus ojos vuelvo a sentir esa atmósfera abrasadora que su presencia infunde en mí, como chispas crispando mi piel... pero contengo el aliento y trato de mantenerme sereno.

Por supuesto que sé que llego tarde. Y estoy absolutamente seguro de que eso le molesta. Pero, a ver a quién le importa. Obviamente, a mí no. Esa es la razón de mi insistente impuntualidad, o porque ya se me está haciendo una costumbre.

Tenía la intención de pasar por alto su comentario pero, a pesar de que su sonrisa está bien presente, sus ojos inquisitivos me piden una explicación.

– ¿Sí? –pregunto haciéndome el desentendido–. No tenía idea. –Pongo una sonrisa descuidada con la intención de restarle seriedad.

–Deberías empezar a tenerla –me avisa, y por su tono parece que va en serio.

–De acuerdo.

–Si esto vuelve a pasar, descontaré de tu paga cada minuto que llegues tarde.

Inclino la cabeza, sorprendido. Pero el verlo en un ángulo de 60° no me da una respuesta inmediata.

– ¿Es enserio?

Dujun sonríe, probablemente por mi ingenua incredulidad, mientras parece contemplar mi gesto. Coloca un clip de presión a los documentos que examinaba y los mete dentro de un folder.

–Sí, por supuesto.

Arqueo las cejas, medio sorprendido medio enfadado. Estoy muy dispuesto a discutir al respecto, pero no lo hago. Mi paga es algo que no puedo comprometer... Es lo único que me sujeta a la esperanza de que algún día saldré de Beast. Miro a Dujun mostrándole mi seriedad al respecto, para hacerle saber que lo entiendo. Él me mira complacido, contento de saber que tiene poder sobre mí, y la idea me sabe amarga al asimilarla. Se levanta con esa sonrisa aun en la boca y rodea lentamente el escritorio hasta llegar a mi lado. Sostiene una hoja en mi dirección, induciéndome a tomarla.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 01, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Midnight SunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora