Parece que ha pasado una eternidad cuando los primeros brillos del amanecer por fin aparecen.
Después de que anoche me la pasara despierto, temiendo el regreso de mi acechador fantasma, me sentía cansado, preocupado, de mal humor... y por qué no, asustado. Aunque una parte de mí insistía en que solo fue un mal sueño, otra alimenta mi irracional temor e insiste y asegura que alguien me sigue.
Todavía es muy temprano cuando bajo a desayunar. Mi papá ya está ahí con una taza humeante en las manos. Nos damos los buenos días y él me ofrece té, acepto y él vierte el contenido de la tetera en un una taza y me la da. La verdad nunca tomo té, solo quería algo que hacer, y sostener una taza sobre mis labios parece lo único que puedo hacer por aquí. El líquido es de color miel, a mí me parece agua sucia. Tomo una cuchara y lo revuelvo como veo hacer a mi papá. Lo pruebo... sabe cómo a agua con plantas. Pero después de ponerle unas cucharadas de azúcar el té sabe un poco menos horrible. Además, el sentir el calor deslizarse por mi garganta se siente bien.
Tomo otro sorbo y aclaro mi garganta.
– ¿Dormiste bien, papá? –le pregunto mirando la taza, buscando figuras entre las ramitas que flotan en la superficie.
–Sí –me contesta. Él se voltea y me mira sorprendido–. ¿Tú no?
Es claro que no esperaba mi pregunta.
–Sí, solo... hizo un poco de frio, ¿no?
–Es normal aquí en Beast. Por suerte no ha llovido todavía –comenta.
No fue él, anoto mentalmente. Dejo la taza a un lado y subo para alistarme. No le menciono lo que sucedió. No imagino qué clase de reacción pueda tener mi papá si le cuento lo que paso anoche. Pero... si él no entró en mi cuarto, ¿quién pudo haber sido?
***
De camino a Midnight Sun miro atentamente a las personas del pueblo. Veo a todos esperando encontrar a alguien que pueda verse sospechoso, sin embargo, cuando lo hago noto que ellos parecen incluso más incomodos que yo cuando los veo. Como si fuera yo alguien peligroso y ellos me tuvieran miedo. Y entonces recuerdo a la niñita que se me acercó el primer día y luego salió corriendo lejos de mí, y su mamá mirándome de forma acusatoria. No creo que ninguno de ellos fuera a visitarme durante la madrugada de hoy...
Cuando llego a la cafetería el primero a quien me encuentro es a Thunder, está barriendo afuera bajo la terraza las flores y hojas caídas del árbol rosa. Él me sonríe y en sus mejillas se marcan unos hoyuelos.
–Hola, Thunder –lo saludo.
–Hola.
Pienso en lo que estuve pensando de él antes de irme a dormir y me avergüenzo. Thunder es lindo, es especial cuando sonríe así. Solo es un tímido, eso es todo. Le hago un gesto con la mano y entro.
En cuando paso por la puerta doble Dongwoon me sonríe desde la barra, está a un lado de Kikwang. ÉL solo me ve y sin ninguna sonrisa me da un ligero asentimiento de cabeza. ¿Qué le pasa? ¿Y por qué siento que soy yo el causante?
Les devuelvo la sonrisa, en especial a Kikwang pero él me ignora, le dice algo a Dongwoon antes de que yo llegue hasta ellos. Dongwoon no aparta la mirada de mí.
–Hola chicos.
Dongwoon se acerca a mí sin borrar su deslumbrante sonrisa de su rostro y me abraza. Súbitamente alguien llega y me abraza desde atrás, pone las manos en mi estómago. No lo veo, pero deduzco que es Mir. Y al mismo tiempo, con DongWoon en frente y Mir a mis espaldas, me besa cada quien una mejilla. Con tal sincronización que me hace sospechar que lo estuvieron planeando.
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Midnight Sun
Hayran KurguYoseob se ve obligado a mudarse a Beast, un pueblo en medio de la nada. Su principal deseo desde que pone un pie en aquel lugar es escapar lo más pronto posible, pero no es sencillo encontrar los medios para hacerlo y Yoseob no se puede permitir que...