Episodio 1: Parte 1

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-¡EMMI! - gritaba mi hermano desde su cuarto.

-¡VOY! - le respondí.

Con "las mayores ganas del universo" arrastré mis pies hasta la leonera de mi hermano. Abrí la puerta y vi a mi hermano con el ordenador y un micrófono profesional con filtro. Sabía muy bien lo que eso significaba.

-¿Quieres escuchar lo que he hecho? - preguntó sabiendo que estaba enojada.

-¡NO! Ahora si me disculpas volveré a mi aventura en la que pelearé con afiladas hojas de papel contra el aburrimiento.

Me encerré con llave en mi cuarto, me puse mis cascos y me concentré en Sasha y Luca, protagonistas de "Sombras de un amanecer".

Abrí la pesada puerta de hierro forzado, empujando con todo mi cuerpo.

No sabía que habría al otro lado, pero los peligros me daban igual. Tenía que encontrar a Luca.

Una luz intensa atravesó la abertura de la puerta. Mi visión se cegó durante unos instantes hasta que mis ojos se habituaron a la cantidad de luz.

Entonces pude ver una sala iluminada por unos fósforos en mal estado. Las paredes eran blancas y estaban completamente manchadas... manchadas de sangre. Ahí estaba el cuerpo de Luca tirado en el suelo con profundas heridas.

Me acerqué con los ojos enpapados y mi corazón a mil. No respiraba. Toqué su fría y sangrienta mejilla con el dorso de mi mano.

Una salada gota cayó de mis mejillas para situarse en el rostro de aquel chico que me había enamorado y que ahora me había roto el corazón.

Me disponía a salir llorando cuando el asesino de Luca clavó un afilado cuchillo en mi corazón.

FIN

Me despegué del I-touch 21* y sequé mis ojos humedecidos. Aquella historia era muy emocionante.

Me levanté de mi cama, cogí la mochila al lado de la puerta, la abrí, saqué mis apuntes de Música, sintonicé la radio en Future 4000* y empecé a estudiar.

A mí nunca me apasionaron los estudios, pero si quería tener una buena vida tenía que hincar los codos y estudiar para poder trabajar. Y además debía agradecer que no tuviera que estudiar Lengua o Economía.

-*¡Toc toc toc!* - mi insistente hermano parecía pretender derribar la puerta - ¡EMMA, DÉJAME ENTRAR!

-¡SI ENTRAS SERÁ COMO CADÁVER! ¡DÉJAME ESTUDIAR EN PAZ! - le respondí mientras apretaba con fuerza los puños.

Escuché como mi hermano se alejaba hacia su habitación y cerraba la puerta bruscamente. 

Me acerqué a mi librería y entre todas las aventuras que se situaban en el tercer estante decidí coger otra de las obras de arte de mi autora favorita. Este libro lo había comprado la semana pasada así que aún tenía ese olor a nuevo que tanto me gusta. cerré mis ojos e inspirando hondo disfruté de ese sentimiento que me otorgaba vida, como la vida que Marine Harlinson le otorga a sus personajes en cada historia.

Ella es la única que sigue vendiendo sus libros en papel, la única que sigue escribiendo como los grandes lo hacen, la única que consigue que sus historias formen parte de la mía. Ojalá pudiese escribir tan maravillosamente como ella. Pero por desgracia leer sus historias, el instituto y dormir a pata suelta me sacan casi todo mi tiempo.

Recuerdo el día que lo compré, estaba dando una vuelta cuando de reojo vi aquella portada llena de colores intensos y con el título "Conspiraciones del corazón" y el cautivador subtítulo "No jueges con sus sentimientos". No pude contenerme, cogí mi dinero, llevé el libro a la caja y puse bruscamente mi tarjeta frente a la dependienta. Esta sonrió satisfecha al ver tanta emoción por los libros.

-¡Hola rata de biblioteca! -escuché mientras iba hacia mi casa absorbida por mi libro. Giré la cabeza y vi a mi amiga Sarah sonriéndome.

Sara es la única que comparte mi amor por los libros de papel, las dos nos frustramos por no poder vivir las aventuras y amores que los protagonistas de las historias viven.

- Sabes que las dos lo somos.

- Ya, ya... ¿Ese es un nuevo libro?

-Si, lo acabo de comprar en la librería de aquella esquina.

-¡ESPÉRAME AMADO! - gritó mientras corría como loca a la librería.

Rodé los ojos sonriendo y volví al libro.

-¡NO ME HABLES! - decía Emaek mientras miles de lágrimas saladas ardían cayendo por sus mejillas.

Liefy con el corazón roto al verla llorar se dió cuenta de por que lloraba.

-¿Quién soy?

-¿C-cómo?

-¿Quién soy para tí?

Emaek se quedó estupefacta, no reaccionaba.

-¿Qué soy para tí? ¿El idiota qie viene de la otra punta del mundo y no sabe ni hablar bien tu idioma?

-...

-¿POR QUÉ NO RESPONDES?

-Y-yo... Tu... no eres un idiota. Tu eres, eres mi envidia.

-¿Qué quieres decir?

-¡Eres perfecto! Guapo, inteligente, maduro, responsable, talentoso... A tu lado yo solo soy una mi**da.

-¿Eso es lo que piensas de mí?

-¡Eoooo!

Di un salto mortal en el aire del susto, y como si tuviese super velocidad en menos de una milésima de segundo impedí que mi amado libro se cayese al suelo.

-¿ERES IDIOTA? ¡CASI SE ME CAHE EL LIBRO AL SUELO!

Escuche la risilla burlona de mi hermano mientras me incorporaba.

- Eres exasperante. - dije bufando - Me has interrumpido en la mejor parte.

-¿Dices en esa dónde Emma casi se estampa contra la puerta?

Rodé los ojos y entré a la casa.

-Tienes que dejar de leer tanto.

-Y tu tienes que aprender a leer.

-Si sales a fuera no es para tropezar y comerte el suelo.

-Yo sé de alguien que está pidiendo una galleta a gritos.

-¿Significa eso que vas a hornear galletas?

Volví a rodar los ojos, entré en mi habitación y me encerré para seguir leyendo.

Descendiente de Albert Einstein: El Secreto Nuclear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora