Episodio 4: Parte 1

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Punto de vista de Mark

Me desperté con la clara luz de la habitación, pero estaba tan cansado que no llegué a abrir los ojos. Intenté moverme pero me di cuenta de que algo estaba presionando mi brazo, abrí los ojos y vi una hermosa cabellera dorada reposando sobre mi musculado brazo.

-Ahora si me quiero besar los músculos te acabaré besando a ti, lo que la verdad no me importaría para nada teniendo en cuenta lo adorable que eres.

-¡Cierra la bocaza Mark, no soy adorable! - dijo dormida haciendo que resultara aún más adorable, lo que parecía imposible.

-No recordaba que mi cama hubiese tantas rocas - dijo aún dormida mientras tocaba mi brazo y descendía por mi torso- Hum... Que raro, ¿esto es una tableta de chocolate? - dijo mientras seguía descendiendo.

-¡Hey! ¡Que me estás bajando los pantalones! No vallas tan deprisa muñeca.

-¡Qu-qué! - dijo despierta pero adormilada - ¡¿QUÉ HACES EN MI CAMA?!

-¡Esta es MI cama! - dije imponiéndome sobre sus hermosos ojos verde azulado - Y al parecer soy irresistible porque me estás bajando los pantalones.

En ese momento la puerta se abrió para dejar paso a la adorable sonrisa de Jack.

-Buen-- - dijo cambiando su dulce sonrisa de niño pequeño por una cara de susto e impresión -¡¿PERO QUÉ PASA AQUÍ?!

-¡NO-NO ES LO QUE PARECE, NO LE ESTABA BAJANDO LOS-- SABES QUÉ MEJOR ME CALLO! - dijo cogiendo una almohada, medio indignada, furiosa y avergonzada, alejándose lo más posible de mi camilla y hundiendo su cara sonrojada en la almohada.

Esmeralda, que se había despertado por mis gritos de cuando Emma me bajaba los pantalones,  se levantó de su camilla frustrada por no poder dormir más y empezó a explicar.

-Eso te pasa por mandarme a dormir ¡Y! ponerme anestesia para que no me moviera. Te levantaste sonámbula en medio de la noche, con los huevos te tumbaste en la camilla de Mark y, como no estabas lo suficientemente cómoda, cogiste su brazo y te apoyaste en él. Lo peor es que cuando me quedé dormida aún no habías parado de acariciar sus músculos.

-¡Yo no soy sonámbula! ¿O si? ¡DA IGUAL!

-Emm... - dijo Jack confuso - venía a llamaros por el desayuno, hay cookies de chocolate--

-¡¿COOKIES?! - se cortó un poco y se llevó la mano a la boca - ¡LOS QUE TENÉIS UN PROBLEMA SOIS VOSOTROS, NO YO! - dijo y se levantó corriendo avergonzada para salir por la puerta pero enseguida asomó la cabeza por en marco de la puerta aún incómoda Y DESVIANDO LA MIRADA para evitar el contacto visual.

-Emmm... ¿Dónde está el comedor?

Jack y yo nos miramos mutuamente a la vez y no dirigimos a acompañar a la rubia incontrolable a la cocina mientras su amiga volvía a dormir.

Al llegar vimos a Sarah babeando al ver a Patch comer su desayuno, tal cual babeaba su amiga conmigo sonámbula. Emma la miró con cara de orgullo y se le acercó silenciosamente por detrás, me daba mala espina y ya me preparaba para un "face palm".

-¿Y si después de desayunar te invito al postre? - dijo con una voz bastante parecida a la de Patch aprovechando que seguía en las nubes.

-Seguro que estás de muerte con mermelada o sin ella - dijo con la misma voz de dormida que había usado Emma antes, mientras yo lamentaba mi existencia por tener que trabajar con semejantes personas y desencadené el acto que había predicho para después echarme el pelo hacia atrás de forma sexy.

-Eso ha sido bastante inteligente - le dijo Patch a la rubia loca consiguiendo que la morena de pelo rizo volviese a la realidad.

-¡ME HAS TRAICIONADO! - le dijo a su amiga- ¡Me has roto el kokoro! - dijo dramáticamente mientras ponía su mano sobre su corazón.

-Así no soy la única que pasa vergüenza - respondió mientras se sentaba picarona al su lado, se cruzaba de piernas y apoyaba su barbilla sobre el dorso de su mano con un golpe de melena y una pose exagerada.

-¿Sabes que te están viendo verdad? -dijo sacandole aquella pose de superioridad.

-¡MIER** JOD*R! ¡¿POR QUÉ NO ME AVISASTE ANTES?! - dijo agachando la cabeza entre sus brazos - ¡NO ME JUZGUÉIS! -nos dijo a los presentes intentando amenazarnos para disimular su vergüenza.

-¿Y estas chicas van a proteger el secreto nuclear? - dijo un hombre de pelo oscuro y trajeado tan mayor como lo serían mis difuntos padres, que entraba al comedor.

-¡Tom! ¿Qué haces aquí? -dijo Jack mientras corría a darle un tierno e infantil abrazo.

 Sonreí al ver la tierna escena. Emma parecía asustada, impactada, incluso a punto de llorar o romper a gritar. Intentó pronunciar bien pero su voz temblaba demasiado.

-¡¿PAPÁ?!

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¡Holi!

Se que hay por lo menos una personita que me querrá matar, así que para compensar espero poder publicar la siguiente parte o hoy o mañana.

-Esme

Descendiente de Albert Einstein: El Secreto Nuclear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora