Episodio 4: Parte 2

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-¡¿PAPÁ?! - grité con la voz rota y no pude evitar romper a llorar. La persona que se supone que estaba muerta, la que se supone que tras tantos años para asimilarlo no me volvería a hacer llorar había conseguido que llorase como nunca antes lo había echo. No era capaz de pronunciar ni una sola letra. Mis lágrimas cahían pesadas contra el suelo provocando el único ruido de la sala. Noté como mi cuerpo dejaba de responder y me cahí de espaldas sobre los brazos de Mark que me abrazó con fuerza para intentar que me calmase. La persona que estaba enfrente mía era la misma que me había abandonado durante la mayor parte de mi vida, la que no estaba en mis llantos o risas, la que no me enseñó nada, la que solo se molestó en tenerme y verme crecer hasta que fuera consciente del mundo que me rodeaba, hasta que empezase a reconocer su cara como la de mi padre.

Aquel hombre que parecía venir de resucitar me miró con pena, como si le doliese verme sin poder mover un solo músculo por lo rota que estaba. Yo solo podía pensar en matarlo por cabr** por hacernos sufrir a mi familia y a mi durante tantos años.

-No soy tu padre - dijo con voz de lamento - soy su clon.

Mi rostro palideció aún más, me había hecho sufrir para nada, acababa de llorar en publico para nada, de abrirme a unas personas que apenas conocía para nada.

Noté como ya no podía ni intentar mantenerme más o menos en pie y mi cuerpo quedaba inerte en los brazos de Mark.

-Jack, yo no se tratar con esto te dejaré a solas con ella para que la intentes tranquilizar - dijo mientras avanzaba hacia los pasillos conmigo en brazos.

Mark me dejó en la habitación de Jack en la cama más grande que al estar desecha intuí que era la de este. Sin parecer importarle su camisa mojada por mis lágrimas me dirigió una sonrisa de lástima y se fue le la habitación.

-Posiblemente no seas capaz de responder a esto pero, ¿hay algo que pueda hacer para ayudarte?

Lo miré e intenté secarme las lágrimas pero pronto nuevas lágrimas cayeron para volver a empapar mis mejillas, mis ojos hinchados ardían por lo saladas que estaban mis lágrimas mientras mi garganta se negaba a pronunciar ningún sonido más que el de mi llanto. Jack se acercó a mi y me abrazó con fuerza pero sin aplastarme y yo lo abracé lo más fuerte que pude y dejé que mis lágrimas cayesen sobre su ropa mientras él me daba suaves caricias.

-Sonríe por favor, no puedo soportar verte sufrir tanto - decía dulcemente mientras me apretaba aún más fuerte contra su pecho. Podía escuchar su corazón latir al compás del mío que estaba acelerado por mi tremendo dolor. Sentí como una gota caliente cahía en mi espalda.  Me separé de Jack y vi como sus ojos estaban cubiertos por lágrimas. Mi llanto se paró al menos instante.

-¿J-Jack?

-Estoy bien, tranquila, solo es que me dolía verte llorar así.

-¿Por qué? Si me has visto hacer el jilipollas y quedar fatal, me has visto manipular a Sarah y acosar sonámbula a Mark.

Jack dibujó una pequeña sonrisa de ternura en su cara.

-Puede que para los idiotas seas rara en el mal sentido pero por lo menos para mi tú eres especial, única e inigualable, eres fuerte y feroz, tienes garras y dientes para combatir y no conoces la palabra miedo.

-Si tu piensas eso estás peor que yo, ¿tú me ves?

-Eso no es cierto estoy cuerdo, no he bebido nada todabía.

-¡¿Todabía?!

-No es mi culpa que me guste el alcohol.

-Lo mismo digo, pero no todas las bebidas.

Descendiente de Albert Einstein: El Secreto Nuclear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora