Episodio 1: Parte 2

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-Si, eso es lo que pienso.

-Pues no lo soy. No soy perfecto, por eso no tengo a nadie. Mi familia me abandonó y nadie quiso acercarse a mí.

-Yo... No sabía eso... Lo siento.

-No tienes por que sentirlo, está bien, por lo menos tu me escuchas. Es más de lo que
La mayoría ha echo por mi.

Emaek observaba los profundos ojos de Liefy quien la miraba confuso.

-¿Por qué esa cara?

-Es solo que la gente no sabe lo que se pierde.

-¿A-a qué te refieres con eso?

-La verdad es que cuando quieres eres súper encantador - dijo ella sonriendo con la cabeza ladeada.

Liefy se sonrojó y apartó la vista furioso para ocultar su rubor.

-Y tu eres una impertinente. Solo me estás mintiendo para ganarte mi afecto. ¿Qué quieres de mí?

-Y-yo - las lágrimas empezaban a asomar por sus cristalinos ojos - yo solo intentaba... - se dio media vuelta y se alejó llorando. Él tardo unos instantes en darse cuenta de lo que había echo y corrió tras ella.

-¡ESPERA EMAEK!

Sin escucharle siguió corriendo y empapando el suelo con sus lágrimas de diamante. Se iba adentrando más en el bosque de cuarzo con las súplicas de Liefy de fondo cuando el suelo se hundió bajo sus pies. Se precipitó cayendo tres metros a una cavidad subterránea. Emaek escuchó un crujido en su pie y se dio cuenta de que se había roto el tobillo, se veía el hueso sobresalir atravesando su dorada piel.

-¡AHHHH! - gritó de dolor rompiendo sus cuerdas vocales.

-¡MIER** MAE! ¡JOD*R! - dijo Liefy quien acababa de llegar junto al gran agujero que había en medio del bosque.

Se concentró y saltó precipitándose al vacío, se agarró a una gruesa raíz de cuarzo que le permitió acceder a una zona por la cual podría bajar sin hacerse daño. Una vez abajo corrió todo lo que pudo hasta Emaek quien no paraba de quejarse del tremendo dolor, se acercó y vió el tobillo completamente fracturado de aquella muchacha.

-Perdona, esto es todo culpa mía.

La cogió en brazos y empezó a trepar hacia la superficie.

-Nos vamos a caer - un hilo de voz salió de sus rosados labios.

-No te dejaré caer, no otra vez.

-L-Liefy yo...

-Shh, tienes la garganta fatal, ya me lo dirás después.

Gotas de sudor resbalaban por su rostro mientras el luchaba por no resbalarse de la rocosa pared.

-¡TOC, TOC, TIKITI TOC! Emmi es hora de comer, tu hermano ha preparado tacos.

Descendiente de Albert Einstein: El Secreto Nuclear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora