Mis ojos se pusieron en blanco y no podía creer lo que me había dicho Cassidy y su reacción al no ver a Marcus me preocupó mucho - ¿Marcus? - la mirada se me perdió en el brillante suelo del pasadizo, al instante reaccioné y me dirigí a la escotilla para ir en busca de Marcus, y Cassidy me tomó de la mano y le dije - Pero si él se fue contigo y Shizui, porqué no está aquí? - Cassidy comenzó a temblar y dijo - él dijo que volvería con ustedes porque eran muchos y que quizás necesitarían ayuda - y las lágrimas brotaban sin parar y la miré fijamente, mientras le ofrecía un pañuelo que tenía en el bolsillo y le pedí que se tranquilizara - Iré por él - Sunny, Feliciano y Cassidy se ofrecieron para acompañarme, mientras Cassidy le pedía a Lucy que se quedara curando la herida de Shizui con un botiquín de primeros auxilios que se encontraba en la pared, negué con la cabeza - Lo siento chicos, es algo que debo hacerlo solo, no arriesgare a nadie más - así que abrí la escotilla, salí de un salto y la cerré de golpe, al lado de la escotilla había una enorme roca la cual rodé de un tirón para que no pudieran abrirla.
Corrí por donde pensé que podría estar, pero fue en vano, volví al lugar donde peleamos y además de los soldados que yacían en el suelo no había nada más, ni huellas o alguna señal de él, así que decidí volver, fue allí cuando vi una pequeña montaña y pude denotar unas siluetas bajo unos árboles con pocas hojas, así que baje con velocidad y vi como un soldado malherido apuntaba a Marcus desde una corta distancia y solo reaccioné por instinto, al correr hacia él sentí como el tiempo iba relentizandose hasta quedar como si estuviera en cámara lenta, tanto que podía ver el movimiento en forma de infinito de las alas de un colibrí que volaba a un costado de mí y que tanto Marcus como el soldado no se habían percatado de mi presencia y que quizás no lo harían hasta que me detuviera, así que aprovechando mi gran ventaja sobre él, partí su arma en dos solo pasando el filo de una de las katanas firmemente e inmediatamente enterré las dos katanas en el suelo, para acomodarme y darle el golpe de gracia para ponerlo a dormir, pero al golpearlo volvió el tiempo a la normalidad, pero mi fuerza había aumentado mucho, porque solo ese golpe lo hizo volar cinco metros de donde estaba, antes de que tocara suelo una gran sombra se lo llevo a lo profundo del bosque, entonces volteo y mira al pobre Marcus que tiene una expresión mezclada en su rostro, se podía notar claramente que aunque estaba asustado también había asombro tanto por que me vio aparecer de la nada, ver como desplace al soldado y como la sombra se llevó su cuerpo de un segundo a otro, rápidamente tomé las katanas y me preparé para lo que sea esa cosa que se llevó al soldado, miré de reojo a Marcus que aun temblaba y sudaba del miedo, lo miré nuevamente - Calma Marcus, saldremos de esto, te lo aseguro - sentí un leve movimiento a un costado de mí y rápidamente dirigí una katana a ese lado, mientras que la otra la puse al otro lado, por si llegaba a necesitar impulso con la otra, así como un rayo de luz, se apareció Shinji frente a mí, con la punta de diamante y una pequeña parte de filo de la katana rozando su cuello y unas pequeñas gotas de sangre fluyendo aletargadas, inmediatamente quité la katana y enfundé ambas - Ohh disculpa Shinji - Pero... ¿Cómo?... Él me miró fijamente a los ojos - La culpa fue mía Thomas, disculpenme ambos por eso, miro a Marcus que ya se le ve más calmado, pero siento que muchas personas se acercan, son los otros dos grupos que faltaban, ya era inevitable, nuevamente estábamos entre la espada y la pared y no veía manera de salir vivos de allí, eran más o menos unos trescientos soldados armados hasta los dientes y como bono tenían dos tanques y un avión caza. En ese momento di todo por perdido pero una diminuta sonrisa se plasmo en mi rostro - Saben... No moriré sin darles lo que merecen - y lentamente fui desenfundado las katanas - Marcus quedate detrás de mí - Y al mirar a Shinji pude notar como una sonrisa picara se formaba en su rostro y luego soltó una silenciosa risa un tanto sarcástica y se desplazó con la misma velocidad que antes y pude fijarme que se había desplazado a unos cuantos metros de nosotros y que le habían salido algo como unas grandes alas fantasma y de reojo nos miró y dijo - Cubran sus oídos - y solo cerró sus alas mientras se dejo caer hasta estar más cerca de los soldados que de nosotros y abrió sus alas con violencia haciendo polvo ambos tanques e hiriendo mortalmente a todos los soldados dejándolos inútiles, quede boquiabierto ante tanta destrucción, pero lo más sorprendente es que no hirió ni modificó ni siquiera una hoja de todo el bosque, luego volteó hacia mí y dijo - Vladimir huyó - y miré a Marcus el cual tenía la vista perdida por completo y se encontraba atolondrado, caminé hacia él y no respondía a nada, solo me miraba mientras se tambaleaba y se vino abajo sin más.
Shinji ascendió y rompió el vidrio del avión caza y liberó al hombre que estaba allí antes de desviar su rumbo y hacer que se estrellara lejos de aquí, luego descendió con elegancia y quizás un poco presumido, para por fin irnos de allí.
En el camino hacia la entrada del pasadizo le pregunte - ¿Qué sucedió con tus aprendices? - Shinji cambió su cara y miró hacia el suelo y no dijo ni una palabra durante todo el camino, al llegar Marcus se despertó aún un poco mareado pero ya estando bien, así que tomé la roca y la quite de la escotilla, entramos silenciosamente y salieron de una sala cercana todos los chicos y todos se acercaron a abrazarnos y cabe destacar ir recibí tres cachetadas por parte de la chicas por hacerlas pasar por tanta preocupación, y un dulce y largo beso de Lucy, luego de eso entramos en la sala y fue en ese momento cuando Shinji dijo - Tomen un descanso y relajense, porque este puede ser el último que tengan de ahora en adelante... Bienvenidos al laberinto.
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El Redentor del Fin
Fiksi IlmiahThomas Field es un chico con una vida normal y quizás un poco aburrida, pero luego de tres años, a la corta edad de 17 años su vida se torna en una guerra contra bestias y demonios la cual no era el comienzo, sino más bien la continuación de un suce...