SECRETO || Capítulo 6

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Han pasado 4 días: el miércoles estuve en mi casa aburrida. El jueves fui de compras con mi mamá. El viernes fue día de la fiesta que hablaba el profe pero... Decidí no ir, tengo que conocerlo más, obvio. Y ayer sábado fui a casa de mis abuelitos y mis tíos. Ni Melodie ni el profe mucho menos los chicos me han hablado. Me siento un ser solitario.
Pero hoy en la mañana mi mamá y mi papá decidieron que fuéramos al parque, yo les dije que sí, ya que tenía mucho tiempo que no iba. Así que aproveché para llevarme a Meidy, es mi perrita, una raza cuyo nombre no sé, y también tengo un gato gris con rayas más obscuras. Bueno, fui por la correa y se la puse, duré casi quince minutos ya que es muy juguetona.

[...]

— ¡MEIDYYY! —gritaba mi mamá por un lado, mi papá por otro, y yo casi por el laguito que había. Sí, se me perdió por un momento esa perrita juguetona.
«Meidy por favor, aparece –pensé–. Te quiero tener toda la vida conmigo» casi se me salía una lágrima, pero el sonido de mi celular lo impidió.

Profe Jos
En línea

-¿Por qué esa carita? 11:46 a.m.
(Cómo es que se encuentran de repente :/ )

-Mi perrita. Se me perdió 11:46 a.m.

-¿Qué raza es? 11:46 a.m.

-No lo sé. Pero es como un labrador con pelo largo. 11:47 a.m.

-Pues yo me encontré uno. 11:47 a.m.
-¿Quieres verlo? 11:47 a.m.

-Sííí. ¿Dónde estás? 11:47 a.m.

-Acá atrás por los bambús. 11:48 a.m.

-Ok, ya voy para allá. 11:48 a.m.

-Te espero 11:48 a.m.

«Aaah –suspiré pensando– que bueno que apareciste Meidy. Pero... ¿El profe qué hace aquí? ¿Cómo y de dónde me vió? Bueno como sea, por lo menos tiene a Meidy, supongo».
Caminé no muy lejos de donde estaba, los bambús eran los únicos que estaban junto a unas sillas para descansar.
Casi al llegar vi a un hombre en pants azul marino y playera blanca junto a un perro parecido a Meidy. Me fui acercando y se parecía a mi mascota, volteó a verme y me quedé parada diciendo entre dientes "¿Meidy?", creo que alcanzó a escuchar, porque se fue corriendo hacia mi muy alegre mientras yo me hincaba. ¡Era ella! Gracias al profe que la encontró.

— Ah, eres tú —dijo cansado, iba corriendo tras Meidy—. Creí que se la iban a robar o a escapar.
— No creo que alguien se quiera robar a esta perrita fea —le dije levantándome haciendo un cariño a Meidy.
— Bueno —se acercó a mi dándome un abrazo y un medio beso en mi cachete—, ¿cómo has estado?
— Muy bien, gracias —le dije algo nerviosa por lo que me había hecho; además, esos músculos se le tornaban muy bien—. ¿Y usted?
— Bien... Y ¿en qué quedamos de hablarme de 'usted'? —me dijo inclinando su cabeza hacía la derecha y levantando una de sus cejas.
— Oh, cierto —le dije cabizbaja sonriendo—. Perdón, Jos.
— Se escucha bonito mi nombre —me dijo mirándome con esos ojos. Me intimidé un poco por la forma en que me miraba, más bien por sus ojos.
— Ahm... —le dije, creo, sonrrojada—. Ss-sí. Pero no tanto como el mio.
— Jajajaja, claro que no —me dijo—. El mío suena mejor, cuando...
— Espera... —lo interrumpió el sonido de mi celular. Una llamada de mi padre—. Lo siento, creo que me están buscando. Tengo que irme, nos vemos mañana, Jos. Gracias por encontrar a Meidy —me despedí como él me había saludado.
— Esta bien —al decirme eso le cambió la cara—. Nos vemos. Y no es nada. Cuídate.
— Igual —le grité, ya que había caminado un poco.

Llegué con mis padres, estaban sentados esperándome. Me preguntaban que dónde estaba, que dónde la había encontrado, y demás, sólo les dije que caminé por los bambús y la encontré caminando, grité su nombre y vino hacía mi. Obvio no les iba a decir que mi profesor nuevo la encontró y nos quedamos platicando.
Ya cansados de caminar por buscar a Meidy, nos fuimos a casa. Yo me metí a bañar, puse música para relajarme un poco y cantaba las canciones que me sabía, o sea, todas. Al terminar, me sequé, salí y bajé el volúmen al DVD. Me pusé un short de mezclilla, una blusa blanca que decía "Sugar", unos Vans negros con flores blancas y el cabello me lo recogí. Apagué el DVD para bajar a comer, tenía hambre, MUCHA hambre.
Al bajar a la sal, estaba mi papá y mi mamá viendo la tele, también ya bañados y cambiados esperándome para comer.
Comimos, platicamos, reímos y volvimos a la sala para jugar un juego de mesa. Y para ser empatados y que valiera el juego, invité a Melodie, ésta me dijo que sí y llegó en 15 minutos; saludó a mis padres y comenzamos a jugar. Pasamos mas o menos dos horas y media jugando sin parar.
Eran las seis de la tarde, yo ya no quería jugar, Melodie por lo visto tampoco así que decidimos ir a mi recámara.
Ya arriba empezamos a platicar sobre moda, crushes, personas que nos caían mal y nuestras boy bands favoritas.
Llegó el tiempo de hablar de secretos nunca contados.

— Un día me traté de suicidar por mis malas calificaciones tomándome dos pastillas para dormir, pero no me animé a hacerlo, sólo porque sabía que había personas que me querían y cumplir mi sueño —me contó, pero luego empezó a llorar y la consolé con palabras de amigas.
— Yo siempre te cuidaré esté o no contigo —al decirle eso: me sonrío, me abrazó con mucho cariño.

Tocó mi turno, mis únicos secretos no compartidos con ella... Era el de que me hablaba con el profe como si fuera mi amigo y el de que casi perdía mi virginidad. Pero será mejor contarle en otro momento lo del profe y yo; así que pensé en decirle que casi perdía la virginidad.

— Pues... Casi dejo de ser monja, jajaja —le dije agachada con una sonrisa.
— ¡¿QUÉ?! —se sorprendió tanto, que me dijo que no era cierto, se lo estuve afirmando varias veces hasta que me creyera. Y creído esto, me preguntó. — Bueno, pues cuéntame cómo pasó.
— Estaba con mis amigos de la secundaria, era la fiesta de la graduación de tercero y tenía un mejor amigo que le gustaba, y la verdad a mi también. Entonces para no ser la aguafiestas tomé dos copitas de vino tinto, pero la verdad no me hicieron efecto así que me empecé a comportar como si sí estuviera ebria. Entonces, Eleazar se aprovechó de mi estado y me llevó a una de las recámaras que había. Sí, el salón era tipo casa. Y me empezó a decir cosas lindas, me dió besos en el cuello, mejilla y al final, uno muy salvaje, en la boca —tomé aire y vi que me escuchaba atentamente—. Me intentó quitar el vestido, pero yo en mi defensa "ebria" le dije que no, porque no lo recordaría y lo quería recordar como mi primera vez. Él lo entendió, y me dijo que estaba bien pero esa "primera vez" sería con él. Y nos regresamos abajo con los demás —se me quedó viendo sorprendida de todo el relato.
— Yo hubiera querido estar allí —me dijo entre risas.

Pasó como una hora más y Melodie ya se tenía que ir. Bajamos, se despidió de mis padres y yo la acompañé hasta la puerta, y se despidió de mi.
Pasé cerrando con seguro todo, fui hasta la cocina para calentarme leche y cenarmela con un panqué. Al terminar alisté mi mochila para mañana, primer día de clases «Aaaggh, qué ho-rror!». Me despedí de mis padres, subí a mi recámara, me puse la pijama, entré al baño a lavarme los dientes, volví a la cama, apagué mi celular, apagué el foco, me recosté cómodamente y sin darme cuenta me quedé profundamente dormida.
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¡Hoooola!
Aquí estar yo y otro capítulo publicado 😳😐😂😂 okno.
¿Me extrañaron? ¿¡Me extrañaron!? Aaaaw :3 yo sé que sí.
Jajajaja, ya no me hagan caso.
Espero les esté gustando la novela ☺ Y con el voto sabré que sí ⭐
Nos leemos luego
Las jamo ❤

Forbidden Love  [Jos Canela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora