Forbidden Love [Jos Canela]

BULLYING || Capítulo 11

Estaba en clase de Literatura, de repente llegó una bolita de papel a mi cabeza se atoró en mi cabello, me la quité y decía: "Verás que el profe sí me prefiere a mí". Lo ignoré y lo tiré.

Saliendo de clase, me encontré con Melodie y Annie. Fuimos a comprar algo en cafetería, y como siempre, nos fuimos a nuestro quiosco.

— Jajajaja —era Annie viendo su celular.

— ¿Qué te pasa? —le preguntó Melodie.

— Jajaja, es que —no podía parar de reír—, ¿no han visto la publicación de la escuela?

— No —dijimos al unisonido y tomamos nuestros celulares.

Había una publicación de Janeth en el baño, gritando y enojada. Nos vimos, y reímos las tres aún más. Todos se nos acercaban y preguntaban qué pasaba, les contamos y también rieron. Llegó el chisme rápido a todo el colegio, más rápido que la foto de Jos y yo. Terminando el desayuno, nos tocaba historia. Fuimos juntas al salón, llegando nos encontramos con todos menos Janeth y Jos. De él no era raro, siempre llegaba tarde; pero de ella, sí es MUY raro, era de las primeras en llegar, sólo estaban sus ¨mejores amigas¨.

Llegó Jos, algo apurado, disculpándose por llegar tarde, siguió con la clase. No preguntó por ella, siempre que faltaba alguien preguntaba. Al terminar la clase, llegó una publicación del colegio:

"LA NIÑA LISTA QUISO PASARSE DE LA RAYA, HE AQUÍ LAS CONSECUENCIAS"

Era un vídeo en vivo de ella con esa descripción, estaba atada, con cinta en la boca, vendada de los ojos y metida en un cuarto obscuro, sabía dónde podría ser. Sin pedir permiso, salí del salón corriendo. Me supongo que se quedaron sorprendidos, y algunos corrieron también detrás de mí. Se preguntarán que porqué lo hacía: bueno, cuando antes éramos amigas, ella me salvaba de algún caso de bullying, y ésta vez me tocaba a mí, aunque ahora nos 'odiaramos'; también quería saber quién estaba haciendo esta broma. Pero al llegar ahí no estaba nadie. La puerta de la mini bodega estaba cerrada con candado y ella sólo intentaba gritar, no sabía qué hacer. De repente, llega el consejero, buscó la llave de ese candado y abrió. Me metí para sacarla, le dije que se tranquilizara, que era yo. Ya afuera, estaban como medio colegio ahí, junto maestros y la directora. Le quité la venda y la desaté, dejé que ella se quitara la cinta; al hacerlo, soltó en llanto y me abrazó. Sobre ese acto, tomaban fotos, aplaudían, solo veían y unos que otros sonreían o murmuraban que para qué la había sacado. Pero casi nadie sabe nuestra historia.

La directora me dijo que la llevara a su oficina y que me quedara con ella hasta que llegara, hice lo que me pidió.

— ¿Por qué hiciste eso? —me preguntó Jane, llorando, ya en la oficina.

— ¿Qué cosa?

— Sacarme de ahí sabiendo cómo soy contigo —sollozaba menos.

— ¿Recuerdas cuándo tú lo hacías conmigo? (NOO, ESO NO. COCHINOTAS 7u7xd) —le pregunté viéndola— Pues... no soy tan rencorosa para no salvarte.

— Te lo agradezco, de verdad —ya se estaba calmando, no lágrimas ni sollozos—. Y, por cierto, perdón por hacerte tanto daño estos últimos dos años, no sé por qué lo hacía si nunca me hiciste daño.

— Tranquila —pensé en decirle lo que yo pensaba del porqué estaba en contra mía—, sé que a lo mejor estés celosa de por cómo nos llevamos Manuel y yo desde antes, y por todo lo que pasó entre nosotros.

— Sí, tal vez sea por eso —lo admitió—. Qué tontería.

— No pasa nada —traté de comprenderla, iba a comentarle otra cosa, pero ya había llegado la directora.