4

770 41 21
                                    



Me quede atónito, completamente paralizado. No podía dejar de verla; La luz del atardecer, ella en el agua en aquella ensenada secreta, era una escena perfecta.

Hipnotizado veía como se pasaba sus manos entre el cabello, tratando de quitar la suciedad acumulada de los días. Brenda no se había percatado de mi presencia debido a que se encontraba dándome la espalda; sabia que estaba mal sólo quedarme ahí espiándola, pero me era demasiado complicado dejar de hacerlo; Entre mi pelea moral de si debía o no seguir mirando, ella me vio.

-¿¡THOMAS!?. Grito mientras se cubría sumergiéndose hasta que el agua le llegara al cuello. –¿Pero que haces?.- Salí de mi estupefacción, di media vuelta y me escondí detrás de las piedras mas altas.

-Perdóname...yo...no...yo...no quería...yo...sólo.- No conseguía articular palabra, sentía arder mi rostro, tenia el pulso acelerado, el corazón me iba a explotar. –¿Qué haces aquí?.- Me cuestionaba mientras escuchaba como se agitaba el agua.

-Te...te estaba buscando, yo... este....- Aun no conseguía tranquilizarme, no pude terminar la oración y nos quedamos en silencio.

Ahí estaba yo, recargando mi espalda contra la piedra admirando el pasto sin saber que decir, e imaginaba a Brenda del otro lado de la piedra, aun dentro del agua de la misma manera.

Únicamente nos quedamos escuchando el sonido que el río producía al seguir su camino, mi percepción del paso del tiempo fue de una eternidad o tal vez el tiempo se detuvo, pero no podría haber sido más que unos minutos.

Comencé a tranquilizarme, cerré los ojos y suspire, estaba dispuesto a ser el primero en hablar pero ella me gano.

-¿Te encuentras bien?.- percibí la preocupación en su voz y no supe que responder. 

Estábamos a salvo de CRUEL, podíamos estar tranquilos de ahora en adelante, pero aun hay algo que no entiendo, no se que es, tal vez seguía cansado de todo lo que paso y necesitaba descansar más; Existía una especie de vacío, que no lograba entender, me molestaba ver a los demás planeando las cosas, de eso me di cuenta hoy, pero mi mente era un caos.

Quizás me tarde mucho en emitir alguna respuesta por que escuche el agua agitarse de donde Brenda salía del río.

Por Dios, me volví a poner nervioso con el simple hecho de imaginar a Brenda desnuda en el bosque, mis manos sudaban. -¿Brenda?.- le hable con voz ahogada mientras me limpiaba las manos en el pantalón, no sabia que podía sudar tanto.

-No te muevas.- contesto con firmeza. Como si sus palabras fueran algún antiguo hechizo, me quede congelado.

Unos segundos después Brenda salía de detrás de las piedras, con la ropa ya puesta, con el cabello mojado, con su rostro completamente limpio; la luz de la tarde acentuaba los rasgos de su rostro. -Es muy hermosa.- pensé

-Listo.- pronunciaba mientras se acercaba a mi, me vio directo a los ojos y frunció un poco el entrecejo, mostrando inquietud en su mirada. -¿Qué te sucede Thomas?.- Alzando el brazo hasta colocar su mano en mi mejilla y comenzar acariciarme con el movimiento de su pulgar, sentí un escalofrió cuando me toco, ya que su mano estaba fría.

La observe con ternura, tratando de no mostrar mi estado de confusión total.

–Quería hablar contigo.- comencé a hablar mientras tomaba su mano de mi rostro y la retiraba gentilmente, ella confundida torció ligeramente su cabeza dejando caer algunas gotas de agua que delinearon su rostro. Coloque su mano entre las mías para darle algo de calor. -Estas helada.- dije y me quede observando nuestras manos. En ese punto me di cuenta que no sabia si debía decirle, no quería preocuparla por cosas tontas y sin sentido que aun no comprendo, tal vez debería resolverlo antes de hablar con ella.

ReprendreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora