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Abrí los ojos una vez más, es la tercera vez está noche, me quede observando el techo durante una fracción de segundo tratando de no moverme pero comencé a parpadear un par de veces y mi mente comenzó a trabajar; y como sucede cada vez que despierto, sólo deseo volver a dormir, para cuando vuelva a despertar tener ese instante, ese pequeño y diminuto momento en donde mi mente no funciona, en donde no recuerdo nada ni nadie, es como si nada hubiera pasado, como si nada existirá, es una fragmento de segundo en donde podía conocer algo de paz. Pero después como un torrente tratando de derribarme llegan a mi todos y cada uno de los recuerdos.

Ha pasado casi una semana que llegue a la colina, la primera noche no sé cómo logre subir entre tanta obscuridad, pero descubrí el camino con facilidad, en algún momento perdí mi cena y mi bote de agua, debí de haberlos tirado en el bosque; pensaba en tantas cosas en ese momento que no sentí el transcurso del camino.

Pensaba en la voz de Newt en el bosque, en la sonrisa de Chuck en mi sueño, así como en las palabras de Alby, en la muerte de Teresa, en la plática de Minho y Brenda.

Cuando por fin llegue a mi destino entre a la cabaña, vacía sin sillas ni mesas ni nada parecido que diera la sensación de un hogar, un solo cuarto, únicamente un par de ventanas, una al lado de la puerta y la otra pared contraria. Camine hasta una de las esquinas en donde me senté y en cuestión de segundos me quede dormido.

Una vez más  el laberinto, esta vez sabia que soñaba, ahora era como si fuera un espectador viendo a través de una pantalla, un collage de momentos en desorden, cuando salí de la caja, cuando me ataco Ben, Chuck jugándole una broma a Gally, la llegada de Teresa, la picadura de Alby, Newt poniendo orden en la corte, Sartén repartiendo la comida, Minho proponiendo ser el líder de los corredores, a Gally siendo llevado por los penitentes, a Alby sacrificando su vida, a todos subiendo en un autobús, a Gally asesinando a Chuck, encerrados en una habitación esperando cruzar una trans-planta, de todos en el desierto,una esferas metálicas cayendo del techo, Brenda y yo corriendo por túneles escapando de los Cranks, de Minho, Newt, Brenda y Jorge en el Berg, Newt suplicándome que lo matara, El hombre rata tratando de regresarme a CRUEL, Teresa besándome, todos atacando las instalaciones de CRUEL junto a Brazo Derecho, Minho alcanzado por un rayo, En Denver buscando a Hans, la muerte de Teresa, el rescate de todos los inmunes del laberinto, y de pronto la pantalla se quedo en blanco y un sonido salía de ella –lo hiciste.-    

Al despertar tuve un terrible dolor de cabeza y al parecer no me moví en todo el tiempo que estuve dormido, batalle para poder hacer reaccionar mi cuerpo, pero cuando por fin me pude mover me levante lentamente, comencé a apoyarme en la rodilla derecha para ponerme de pie y fue ahí cuando me percate que a lado de la puerta había platos de comida y botes de agua.

Cuando vi la comida mi estómago demando por ella, haciendo uso de un gran borborigmo que enserio pensé se escucho hasta el valle. Por la cantidad de platos supe que dormí más de un día, tal vez casi dos ya que la luz del sol anunciaba la alborada.

Tome el platillo más fresco y lo engullí en pocos minutos, sentí pena al ver la comida ya echada a perder del día anterior, no estábamos en una situación en donde pudiéramos darnos el lujo de tirar comida.

Puse los botes de agua vacíos fuera de la cabaña, la comida que había dejado de ser comestible la tire cerca de un pino a un par de metros de la estructura y así han sido todos los días siguientes, alguien me trae los alimentos, los deja en la entrada y se va, yo pretendo que vigilo el lugar donde se hallan los restos de la tras-plana y de lo alto observo si algún Berg se acerca.

Y hoy no esperaba a que fuera diferente, cuando por la ventana note un pequeño destello de luz, decidí levantarme ya que por lo visto mi cerebro está muy activo para volver a dormir.

Salí de la cabaña para caminar un rato y tratar de despejarme, era un día fresco y con algo de aire, el poco tiempo que he estado solo en la colina me he dado cuenta que el clima es un poco más frió debido a la altura y entre más subía más aire corría, aquí no eran los mismos árboles que en el claro, estos son pinos y entre me adentraba más altos eran. 

En este lugar he estado más tranquilo, la soledad me ha sentado bien, pero la imagen de Newt muerto no desaparece, la sonrisa de Chuck que en mi sueño pude verla con tanta claridad ahora simplemente puede verlo muerto desangrado en mis brazos. La muerte de Teresa también reposaba en mi mente, deseaba tanto hablar con ella una vez más.

Llegue al acantilado, me senté a la orilla de él y me quede observando el horizonte, el sol cada vez se alzaba un poco más en el cielo, había tantos colores en el cielo, rosas, verdes, azules y amarillos; aun entre todos mis problemas y preocupaciones podía apreciar la belleza de la salida del sol, ¿Cuántas personas ahora no pueden?, ¿Cuántas de ellas desearían poder estar aquí disfrutando esto? -Lo hiciste-. Sacándome de mí contemplación, escuche esas dos palabras como si alguien estuviera a mi lado hablando, me levante rápidamente asustado y con la respiración agitada observando a mi alrededor pero igual que días atrás, nadie estaba conmigo. 

-En serio me estoy volviendo loco.-

Esta vez no fue la voz de Newt, esas palabras ya las había escuchado antes y fueron de Alby, en mi sueño Alby dijo lo mismo, justo antes de saltar al precipicio del laberinto y luego una vez más saliendo de una pantalla en blanco.

Como si estuviera hipnotizado tratando de repetir la acción de Alby en el sueño, -"Lo hiciste"-. dije en voz queda y me acerque lentamente a la orilla del acantilado, mire hacia abajo para únicamente ver como las olas rompían con las rocas del fondo, me quede ahí, observando, sin pensar, como si esperara que el viento me empujara hacia atrás o adelante y decidiera por mí lo que debía de hacer.

Levante la vista y el sol ya podía verse casi completo fuera del horizonte y comencé a alejarme de la orilla para volver de regreso a lo que podría considerar mi casa, mientras caminaba pensaba en la frase de Alby, "lo hiciste". ¿Qué hice?, ¿A qué se refería?, ¿Qué es lo que logre?.

Me encontraba casi saliendo del bosque cuando a lo lejos alcance a distinguir a alguien dejando la comida enfrente de la puerta y tomando los envases de agua vacíos de regreso para ponerlos en su mochila, aunque no lo había confirmado siempre supe que era Brenda quien me traía los alimentos, ¿Quién más podría haber sido?. Me quede varado ahí mismo viendo como ella recogía las cosas y colocaba su mochila a la espalda, las ganas de hablar con ella fueron superadas por la vergüenza y la culpa de haberme ido del Claro como niño emberrinchado.

Pero no pude soportar verla sonreírle a Minho de aquella manera, en ese instante la poca paciencia que tenía desapareció y lo único que me mantenía ahí se fue; cuando pensé en que ella nunca me había sonreído así, me dolió.

Comencé a sentir una opresión en el pecho, diferente a la culpa o angustia, en el poco tiempo que estuvimos en el Claro note como se volvían cercanos, como se unían más y ella siempre reía con él, Brenda en esos momentos con el se veía feliz.

Cuando ella comenzaba a caminar para irse se detuvo de golpe, como si chocara con un muro transparente igual que cuando me quería acercar al hombre rata cuando nos encontrábamos confinados en las instalaciones de CRUEL.

Podía ver lo agitaba que estaba, su pecho subía y bajaba rápidamente, su mano se tenso alrededor de la cinta de la mochila y  me miraban fija y profundamente pero luego de un instante me sonrió con ternura y dolió.

Aun quietos sólo escuchando el sonido del viento,  los segundos pasaban y los rayos de sol iluminaban cada vez más el rostro de Brenda, como un farol de teatro anunciando la entrada al escenario de la actriz principal; simplemente nos quedamos ahí viéndonos, hasta que ella comenzó a dar unos pasos hacia mi pero una vez más se detuvo y la determinación que vi en ella hace tan solo un par de segundos atrás se esfumo, ahora veía angustia y confusión.

Pocas o tal vez ninguna vez había visto a Brenda dudar de algo y lo más triste era que ella estaba dudando de mi.

Respire profundamente, ahora fui yo quien camino hacia ella.

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