Capítulo 47

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Narra Austin:

¿Qué hacía Camila aquí? ¿Porque tenía que llegar en ese preciso instante? Esperé a que Becky entrara al elevador para después salir corriendo por las escaleras, fui lo más rápido que pude, salí al estacionamiento y mire a todas partes, cuando la encontré en una esquina llegando hasta su auto, corrí hasta ella y antes de que metiera la llave la llame...

-Camila... ¿qué haces aquí?-Pregunté realmente agitado.

-Nada, yo solo... venía a...-Se quedó callada, sabía que estaba buscando una excusa. Hacía frío y yo no traía nada con que abrigarla.

-¿Porque no entramos al auto? El aire está muy fresco-Propuse.

-Está bien-Asintió, abrió la puerta de los asientos traseros entro y me dejo espacio para que yo lo hiciera también, la cerré cuando estuve dentro, ella solo jugaba con sus dedos nerviosamente, sus mejillas estaba húmedas por las lágrimas que había derramado.-Yo... ni siquiera sé a qué vine, tenía muchas dudas pero se resolvieron cuando vi lo feliz que eres junto a tu esposa-Agachó la cabeza y miró sus dedos.

-Ella no es mi esposa, y no soy feliz a su lado, lo del beso es algo rutinario, nunca se siente nada-Me encogí de hombros, era la verdad-Nadie me ha hecho sentir como tú lo hacías Camila-Tomé su barbilla para que me mirara.

-¿Y porque? Tantos años a su lado y ¿no has podido enamorarte de ella?

-Enamorarse no es algo que se decide, es algo que simplemente pasa, a mí no puede pasarme, y menos porque hace cinco años, el amor de mi vida se fue y se llevó mi corazón con ella-Acaricié su mejilla. Levanto su vista y pude observar como una lágrima salió de su ojo izquierdo.

-Creo que estamos a mano, tú te quedaste con el mío también-Respondió con una media sonrisa.

-Camila... ¿tú de verdad quieres que seamos amigos?-Pregunté dudoso.

-No lo sé, estoy aquí para averiguarlo, tal vez eso sea lo mejor.

Narra Camila:

-No creo que eso sea lo mejor, si en lo único que pienso es en abrazarte, en tocarte, en besarte, eso no lo hacen los amigos-Dijo viendo mis labios. Hubo un silencio en el que mi vista se clavó en los suyos, suspire un poco dudosa de decir lo siguiente.

-En este momento nada te impide que lo hagas-Susurré cuando mi aliento golpeo sus labios, mi mirada viajaba desde ellos hasta sus ojos que parecían brillar en la penumbra que se formaba en el auto.

Fue entonces cuando todas y cada una de mis dudas fueron resueltas, todo se volvió claro para mí, ahora entendía que yo no necesitaba enamorarme de el de nuevo, porque simplemente nunca había dejado de amarlo, trate de arrancarlo de mi corazón pero lo único que hacía era enterrarlo más fuerte, haciéndome creer que lo estaba olvidando, pero no era así. Todos y cada uno de nuestros recuerdos juntos llenaron en mi cabeza mientras sentía los movimientos de sus labios tan familiares en sincronización con los míos, extrañaba tanto ese sabor, esa sensación de besarlo lentamente mientras nuestras lenguas solo necesitaban un rose para sentirnos satisfechos momentáneamente, la razón por la que me fui fue porque quería dejar todos mis recuerdos aquí, pero ahora me daba cuenta de que eso había sido lo primero que había empacado. Mis manos rodearon su cuello y las de él sostenían mis mejillas como si no quisiera dejarme ir. Sus labios eran tiernos, carnosos y suaves, justo como los recordaba. Todo se volvía de colores brillantes mientras nuestros labios se separaban por la falta de aire, no hubo mordidas ni succiones, solo pequeños toques que nos hacían sentir completos. Después de 5 años volvía a tenerlo de esta forma en la que tantas noches desee tenerlo, respondió tantas preguntas, resolvió tantas dudas, curo tantas heridas y todo con un simple beso.

My Best Mistake {Ausmila}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora