Narra Camila:
Me sentía tan feliz, tan completa y tan amada. Como obviamente no me sentía hace tantos años, él había sido tan cuidadoso y cariñoso como siempre recordaba lo había sido, estábamos en un cómodo silencio en el que acariciaba mi brazo y yo su abdomen...
-¿Tienes hambre?-Preguntó después de besar mi cabeza y suspirar.
-La verdad si-Admití.
-Bien, podemos pedir servicio a la habitación, ¿qué quieres cenar?-Se sentó en la cama al igual que yo mientras tomaba la sabana y cubría mi cuerpo. Pedimos nuestra cena y un postre de fresas con chocolate líquido. Cuando tocaron la puerta de la habitación se puso de pie, se colocó su bóxer y salió... mientras tanto tome mi ropa interior inferior, su camisa y me las coloque...
-Que sexy mi amor-Me dijo mientras entraba al cuarto con una mesa que tenía ruedas para poder deslizarla, ahí estaba la cena, el postre y una botella de vino blanco. Su mirada era maliciosa se acercó a mí y me abrazó por la cintura.
-Tú no te quedas atrás-Lo miré de la misma forma. Lo bese sensualmente y lo más seductora que pude, de inmediato su lengua entro en mi boca buscando un contacto con la mía, sus manos acariciaban mi espalda de arriba a abajo, en un movimiento rápido me tomo de los muslos cargándome y provocando que me aferrara a él.
-Mmmm... Ahora tengo hambre de otra cosa-Susurró contra mi cuello que parecía querer comerlo.
-Si, pero a mí ya me dio hambre de comida-Hablé mientras echaba mi cabeza atrás para darle más espacio.
-¿Ah si?-Preguntó sin apartarse.
-Así es-No sé de donde saque fuerzas pero me baje de él y quedé con mis pies en el suelo, le guiñé y caminé hasta el borde de la cama que estaba cerca de la mesa.
Solo lo escuche soltar un gruñido de frustración para después verlo sentarse junto a mí. Mientras cenábamos me robaba besos, ponía comida en mi boca y sonreíamos recordando que así había sido hace años. Cuando llegamos al postre tomo una fresa y la baño de chocolate, la miró y después a mí...
-¿Sabes cómo sabría delicioso esto?-Miró la fruta mordiéndose el labio.
-¿Cómo?-Pregunté inocente.
-Así-Y con eso dicho unió nuestros labios en un beso delicado y suave, de pronto sentí como metió la fresa entre nuestros labios, mordí un poco y le dejé el resto, era un beso realmente exquisito. Cuando la tragamos nos separamos por falta de aire, me sonrió y no dijo otra palabra, tomo otra fresa un poco más llena de chocolate y lo mire curiosa, coloco la fruta en mi cuello embarrando el dulce, acto seguido la metió en mi boca, estaba desesperada por que comiera el chocolate...
Paso su lengua a manera de limpiar lo que el mismo había provocado, succiono, lamio y yo cerré los ojos, definitivamente me estaba encendiendo. Antes de que terminara no aguante más y me monte en sus piernas, mientras las mías le rodeaban las caderas.
-¡Mmmm... Delicioso!-Dijo cuando termino.
-¿Ah si?-Pregunté de forma seductora, asintió-¿Quieres más?
-Me encantaría-Respondió con sus ojos encendidos de deseo. No tome fresa, me estire un poco y fui directo al chocolate, metí un dedo en el recipiente donde se encontraba y lo empape lo más que pude... me miro sin poder creer lo que iba a hacer pero después sonrió de manera maliciosa. Acerque mi dedo a su boca pero antes de meterlo delineé sus labios provocando que se achocolataran, pase mi lengua por ellos a manera de limpiar mientras sus ojos no se despegaban de los míos, di un pequeño mordisco que lo hizo suspirar. Sin más espera introduje mi dedo a su boca, él lo recorrió con su lengua saboreando el dulce color café, eso era terriblemente excitante.-A la mierda todo...-Me desespere y lo tire a la cama mientras me subía encima de él, ataque su cuello con mis dientes, fui subiendo, pase por su barbilla donde mordí y besé, hasta que llegue a su boca y rose un poco nuestros labios, me aleje pero él se vio desesperado me tomó de la nuca e hizo que lo besara de manera desesperada, deseosa y sensualmente...-Quiero recuperar todo el tiempo en el que no hicimos el amor-Dije con mi respiración un poco acelerada.
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My Best Mistake {Ausmila}
RomanceCamila es una chica de 20 años, con una gran responsabilidad a su cargo. Su padre murió un año atrás, y ella tiene que dejar las clases de música que tanto ama para hacerse cargo del negocio familiar. Sus experiencias en el amor no han sido muy bue...