My Best Mistake {Ausmila}

Capítulo 48

-¿Y bien? ¿Qué es lo que haremos?-Preguntó Dinah mientras todos se miraban el rostro.

-No lo sé, pero yo me estoy muriendo de hambre-Dijo Ally quien estaba sentada tomada de la mano de su esposo.

-Podemos ir por comida Italiana si quieren-Se ofreció Zayn mirando a Lauren. Todos estuvieron de acuerdo, ambos salieron y dejaron a los demás viendo televisión. Decidí que era el momento.

-Austin, necesito hablar contigo-Dije en su oído.

-Claro-Asintió, tome su mano y lo lleve en silencio hasta mi habitación, cerré la puerta después de que ambos entramos y no sabía cómo mierda empezar. Se sentó en la cama y yo me quede de pie.-¿Que pasa Camila?

Empecé a jugar nerviosamente con mis dedos y trataba de formular palabra pero era difícil.

Narra Austin:

Camila empezaba a preocuparme, su mirada estaba perdida, abría su boca pero ninguna palabra salía de ella, jugaba con sus dedos nerviosamente, de pronto levanto la vista y suspiro audiblemente...

-Bradley es tu hijo-Soltó de la nada. ¿Había escuchado bien?

-¿Que dices?-Pregunte incrédulo.

-Eso, Brad es tu hijo-Repitió aparentemente nerviosa. Esto era como si me hubieran tirado una cubeta de agua fría encima, pero por la sorpresa, y de una buena manera.

-¿Pero cómo es posible?-Tenía miles de emociones en ese momento, la mayor era felicidad obviamente.

-¿Nunca le preguntaste a Brad que edad tenia cierto?-Preguntó astuta, negué con la cabeza-Tiene 4 años Austin, está por cumplir 5-Dijo con una media sonrisa. Estaba en un shock del que no podía salir todo lo que me inundaba era felicidad.-Dios, dime algo.-Dijo desesperada después de algunos segundos de silencio.

-¿Qué quieres que te diga? ¿Que soy el hombre más feliz del mundo? Pues lo soy, no puedo creerlo-Me levante y corrí a abrazarla-Bradley es mi hijo, nuestro hijo, mi amor es la mejor noticia que pudiste haberme dado-Le di besos por todo el rostro y es que no podía con tanto. Sentía un alivio indescriptible por el hecho de que no había estado con alguien más, que en su vida era solamente yo, pero más que nada porque ese niño con el que tanto me había encariñado, el niño tan inteligente, ahora entendía sus ojos verdes, su apetito tan parecido al mío, su cabello, su alergia a las almendras, todo encajaba y tampoco dudaría de la palabra de Camila.

-Me alegra que lo hayas tomado de esta manera-Dijo cerrando los ojos ya que mis labios estaban por todo su rostro.

-¿Bromeas? Es la mejor noticia del mundo, todo es increíble gracias por darme este hermoso regalo-Me detuve y la mire. Le di un largo beso en los labios sin ningún otro movimiento-Sigo sin poder creerlo en serio... nosotros siempre nos cuidamos, no entiendo.-Dije mientras la guiaba hasta la cama para que pudiéramos sentarnos.

-¿Recuerdas el día antes de tu boda? Ya sabes... lo que paso en tu departamento-Dijo algo sonrojada. Como lo dije, eso era algo que quedaría en mi memoria de por vida.

-Claro que lo recuerdo-Fui sincero.

-Ese día hicimos el amor y ninguno de los dos se estaba cuidando-Me recordó con una media sonrisa. Entonces todo tuvo sentido, ella solo había llegado y de tanto que necesitábamos el uno del otro ni siquiera recordamos protegernos, pero no me arrepentía en absoluto-Yo... lo registré como si fuera madre soltera-Agachó la cabeza.

-No te preocupes, que eso lo entiendo... Dios, me haces tan feliz...-Le hice saber dándole un beso en la frente-¿Cuándo te diste cuenta?-Pregunté curioso.