Quien diría que un pequeño juego del destino, en una de las tantas fiestas a las que hemos asistido en nuestras vidas; haya logrado cambiar nuestro futuro.
>>Vida: Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un ser vivo hasta su muerte<<.
Increíble, ¿no? Al inicio de todo, cuando ni siquiera somos capaces de formular oraciones, o sostenernos de pie, nuestros primogénitos deciden por nosotros. Cuando comeremos, qué comeremos, cuándo dormiremos, qué vestimenta usaremos..., y así sucesivamente. Esa es la etapa de la vida que yo denomino como: el descubrimiento.
El descubrimiento de un nuevo mundo ante nuestros ojos, ante el tacto, los sentimientos y muchas otras cosas más. La etapa en la que la burbuja se revienta y una realidad completamente abstracta cobra vida desde cero.
La escuela, donde los cimientos del conocimiento académico comienzan a construirse. Esa etapa de la vidadonde haces amigos de tu misma edad. Donde creas enemistades con tus maestros por tonterías y las preocupaciones son casi nulas. Donde tu mente empieza a madurar.
>>Futuro: El futuro es aquello que está por venir<<.
La secundaria, cuando empiezas a preocuparte en qué consistirá tu futuro. Qué carrera seguirás, con quién contraerás matrimonio y tendrás hijos, cómo esperas que sea tu vida luego de esos cuatro años dentro de unos pasillos rebosantes de mentes, casi todas con el mismo propósito que el tuyo.
Mi plan de para el futuro era fácil; secundaria, preparatoria, universidad.
>>Destino: Se conoce como la fuerza sobrenatural que actúa sobre los seres humanos y los sucesos que éstos enfrentan a lo largo de su vida. El destino sería una sucesión inevitable deacontecimientos de la que ninguna persona puede escapar<<.
¿Por qué esa fuerza sobrenatural tuvo que intervenir en mis ordinarios días y alterar mi universo en una sola noche? ¿Por qué no me dio más tiempo? ¿Por qué...?
Mi mejor amigo, Derek, él era mi modelo a seguir. Una persona correcta, precisión impregnada en cada movimiento, centrado en completar cada tarea, por más mínima que fuera esta, de la mejor manera posible. Con su futuro escrito con fuego dentro de su cabeza, me esforzaba mucho por seguir sus pasos y ponerle la misma dedicación a las cosas, justo como él. Nuestro lazo de amistad era irrompible, inquebrantable, un nudo hecho a mano, precioso y de alto valor para ambos.
Quien diría que un pequeño juego del destino, en una de las tantas fiestas a las que hemos asistido en nuestras vidas; haya logrado cambiar nuestro futuro.
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