Terminó el primer tiempo y aunque ya tenían un gol e iban ganando, los chicos no se querían confiar. Derek, como capitán, quería por lo menos otro gol más para asegurarse la victoria. Por otro lado, estaba feliz por Andy, la jugada que había ejecutado para meter el gol, le asegura estar número uno en los candidatos a la
beca.Mark y Josh bajaron a ver a los chicos, Lena también fue a saludar a Derek.
Y desde la tribuna vio una efusiva Sarah que se colgaba del cuello de su novio para darle un premio por su gol.Julie miraba feliz la cara de bobo de Derek al hablar con Lena, se podía dar cuenta a kilómetros que esos dos se querían.
Vio subir a Miles con dos bebidas en su mano y se sentó a su lado de nuevo.
—Pensé que a lo mejor tenías sed —dijo dándole un jugo de naranja.
—Naranja, mi preferido —dijo ella sonriendo ante el detalle.
—El de siempre —Miles conocía a Julie más que a su propia mano.
—¡Uy! —dijo sonriendo—. Se ve que le gusta —dijo Julie al sentir como su bebé pateaba.
—¿Crees que pu-puedo? —preguntó Miles con miedo, Julie tomó su mano y la puso sobre su panza y Miles sonrió y abrió sus ojos grandes, cuando el bebé pateó justo donde estaba su mano.
—Parece que le agradas Miles —dijo ella emocionada sintiendo como su bebé se movía suavemente sin parar ante el contacto de este.
—¿Sabes bebé? Tienes la mejor mamá del mundo —dijo él acariciando su panza—. Ahora entiendo porque Derek hace esto todo el tiempo —ambos rieron.
Julie observaba con tranquilidad como Miles acariciaba su vientre. Estaba concentrado en su panza, mientras ella recorría con sus ojos sus hermosas facciones. ¿Será que su bebé le estaba dando una señal? Ni siquiera con Derek se movía tanto. ¿Será que su bebé podía escuchar lo acelerado que se ponía su corazón cada vez que Miles estaba cerca?
El segundo tiempo empezó y a los pocos minutos el equipo visitante anotó un gol.Derek mira con frustración a la tribuna y Julie le hizo una seña de corazón con sus manos apoyándola en su panza, Derek sonrió y volvió mucho mejor al juego.
El partido se puso tenso, constantes jugadas pero ninguna llegaba a destino, a Derek se lo notaba frustrado.
El segundo tiempo finalizó, pese a los muchos intentos del equipo, no pudieron anotar otro gol y para desempatar, irían a penales.
Si había algo que Derek odiaba, eran lo penales. Todos ahí esperando que patés bien, mientras todos hacen silencio. Lo hacía sentir como si todo estuviera en sus manos, o pies.
Se reunieron con el entrenador y eligieron los tres jugadores, el primero lo patearía Andy, el segundo Max y el último Derek.Julie sentía que le faltaba el aire, golpeaba sus manos contra el banco haciendo ruido, sentía que Derek estaba nervioso y hasta podía sentir tensión en su vientre, y esos hombres de la universidad que lo seguían con la mirada, tenía ganas de tirarles con el vaso de su acabado jugo.
—Tranquila —dijo Miles tomando la mano con la que Julie hacía ruido y la entrelazó con la de él. Julie sonrió tranquila y apoyó su cabeza sobre el hombro del moreno.
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¿Y si fue un error? | Finalizada.
Teen FictionQuien diría que un pequeño juego del destino, en una de las tantas fiestas a las que hemos asistido en nuestras vidas; haya logrado cambiar nuestro futuro.