Julie caminaba, ya casi llegando a la salida del campus, todavía se podía oír los festejos del instituto. Estaba feliz… Derek era un campeón, y ahora tenía a Lena, estaba orgullosa del padre de su hijo.
Todos sus amigos se veían felices. Al final todo había salido como pensaba, sus padres habían salido a cenar con los de Derek a festejar, se habían hecho amigos después de todo, así que no le quedaba otra que caminar a casa. La noche estaba linda, la luna iluminaba todo la calle y las estrellas tintineaban...
Suspiró… Por lo menos no estaba sola, apoyó sus brazos en su panza.
—¡Julie! —gritaron a lo lejos y se dio la vuelta para encontrar a un agitado Miles que venía tras ella.
—¡Claro, la campera! —dijo ella empezando a sacársela.
—¿Qué haces? ¿Por qué te fuiste sin avisarme? ¿A dónde ibas? —dijo Miles con falta de aire, sin dejar contestar una pregunta para hacer otra.
—Emm… Te estoy devolviendo tu campera así puedes ir con Rebecca a dónde quieras —dijo ella extendiendo la camera a su mano.
—¿Rebecca? —preguntó confundido—. Ah ya veo… —dijo él notando una pizca de celos en Julie—. Rebecca no es nada para mí. Para lo único que servía era para tratar de pasar el tiempo y no pensar en ti todo el tiempo pero nunca funciono —y le puso la campera sobre los hombros, sonriendo.
Ella sonrió ante la confesión.
—Yo… Yo te amo, Miles —dijo ella mirando su mano que sostenía la de él—. Pero te amo en serio. Te amé siempre, pero nunca me animé a decírtelo —él sonrió y levantó su mentón.
—Yo también te amo, desde el primer momento en que te vi… Cuando tenías doce, hasta hoy con esta hermosa panza —pasó su mano y el bebé pateó de vuelta.
—Te dije que le agradas —dijo ella sonriendo y lo miró.
Un gran ruido hizo que los dos se asustaran un poco. Eran los fuegos artificiales que iluminaban todo el cielo.
Se miraron, Miles pegó su frente con la de ella y la acercó mas pegando su panza con la de él.
—Espero que no te moleste que bese a tu mami —dijo mirando la panza de Julie mientras esta reía.
Y ahí con los fuegos artificiales y el bebé de testigo, se besaron. Los brazos de Julie en el cuello y las manos de Miles en su cintura, un beso lento, sus bocas jugaron. Luego Julie le dio permiso a la lengua de Miles y se convirtió en un beso dulce… Hacía meses que ambos esperaban este momento.
Se despegaron poco a poco y él la miro.—Te amo —dijo besándola de nuevo.
—Te amo —dijo ella acariciando su mejilla.
—¡Perdón! ¡¿De qué me perdí?! —dijo Mark, que venía de la mano de Erin, seguido de todos los chicos—. Están incomodando a mi sobrino —dijo haciendo reír a Julie y Miles.
—Puede ser sobrina —dijo Erin corrigiéndolo.
—¡No! Va a ser sobrino y va a jugar al fútbol, como el padre y el tío —dijo Andy abrazando a Julie por detrás para también abrazar a su sobrino.
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¿Y si fue un error? | Finalizada.
Teen FictionQuien diría que un pequeño juego del destino, en una de las tantas fiestas a las que hemos asistido en nuestras vidas; haya logrado cambiar nuestro futuro.