Era viernes por la tarde, Derek salía del entrenamiento recién bañado para buscar a Julie por su casa.
Saludó a sus compañeros, le pidió a Josh que terminara de guardar la cosas y bajó hasta donde estaba su auto.—¡Hey pequeño Derek! ¡Vaya que has crecido ! —se dio vuelta al escuchar esa voz. Simplemente volteó y la vio, estaba más alta, con una figura esbelta y con su sonrisa característica, sus rulos cayendo alrededor de su cara y esas largas piernas de bailarina, signo de su talento.
—¿Lena? —dijo él sorprendido—. ¡Lena! —y corrió a abrazar a la chica, ella se abrió a él colgando de su cuello y respirando su perfume—. ¿Volviste? ¿Qué haces aquí?.
—Vine a visitar a mis abuelos, y bueno pensé que a lo mejor los horarios de entrenamientos no habían cambiado y pasé a ver si te veía —explicó alegre.
Lena era una vieja amiga de Derek. Más que amiga, era una ex novia, pero era la única chica que había amado.
Cuando le dieron una beca en Juliart (New York) para extender su aprendizaje en Danza no dudó en ir, pero dejó a Derek después de 1 año de noviazgo, durante varios meses se mandaron cartas, pero luego de un tiempo los dos decidieron dejar todo, y quedar como buenos amigos.
—No puedo creer que estés aquí —dijo él tomando una de sus manos.
—Has cambiado mucho Derek —dijo sonriendo.
—Espero que para bien —contestó.
—Eres todo un hombre —él sonrió de lado estaba cansado de tener que ser "hombre", su teléfono sonó.
—Disculpa —dijo haciendo una mueca y atendiendo—. Hola. Sí, linda, estaba yendo. ¿Cómo? ¿Pero estás bien? ¿Segura no quieres que vaya? Bueno está bien, no te preocupes... Yo también te quiero, chau —y cortó, mirando a la chica—. ¿Entonces?.
—¿Estás libre? —preguntó ella con timidez.
—Sí, me acaban de cancelar lo planeado.
—Entonces te invito a tomar algo, ¿quieres?.
Derek lo dudó, pero Lena era una amiga. No podía pasar nada malo, y además necesitaba hablar con alguien.
—Claro, vamos —le abrió la puerta de su auto y juntos fueron al Starbucks más cercano.
Pidieron, se sentaron y ahí empezó todo. Primero Lena le contó todo lo había vivido en USA, la gente que había conocido, lo que había aprendido, se rieron de su acento americano que se le había pegado y de las anécdotas que contaba.
Luego de ella, Derek empezó a contarle, mientras la cara de Lena iba cada vez poniendo expresión de más sorpresa.—No lo puedo creer, Derek papá —dijo ella un tanto emocionada por él, pero al mismo tiempo le lastimaba enterarse de eso.
—Así es —dijo él jugando con su vaso de café con media sonrisa.
—Es increíble —ella lo conocía muy bien. Sabía que él no estaba bien—. No te preocupes Derek, serás un buen padre —apoyó su mano sobre la de él.
—Es difícil —dijo él quebrándose—. Trato de hacer todo lo que puedo. Paso tiempo con ella, la cuido, voy a todas las revisiones médicas, asisto a todos mis entrenamientos y trato de mantener mis notas altas para conseguir la beca —los ojos de Derek estaban llenos de lágrimas—. Y juro que aprendí a amar a ese bebé, pero siento que nunca voy a ser feliz con Julie, la amo pero como una amiga, una hermana y ahí estamos jugando al papel de la pareja feliz que espera un bebé perfecto. Cuando los dos sabemos que nada de esto va a funcionar —tapó con sus manos su cara, para ocultar sus lágrimas.
—Derek —dijo suave Lena—. Sé que nunca dejarás sola a Julie, pero creo que debes ser sincero con ella y decirle lo que de verdad sientes. Sé que nunca a ese bebé le va a faltar un padre, pero estoy segura que ese bebé será más feliz teniendo a sus padres separados que se llevan bien, que padres que se pelean todo el tiempo porque nunca se amaron —dijo ella sabiendo muy bien de lo que hablaba. Sus padres se separaron después de años de peleas en donde ella siempre estaba en el medio como excusa para no separarse, pero lo único que hacían era lastimarla más.
—Gracias —dijo él para luego abrazarla.
Salieron del café y él la llevo hasta su casa.
—Este es mi número, si necesitas a alguien con quién hablar o simplemente una compañía, no dudes en llamarme —le dio su número en un papel.
Derek respiró hondo y encendió su auto.
Se recordó que después de todo, nunca la había dejado de querer, pero no podía pensar en ella si todavía tenía a Julie en la cabeza, necesitaba hablar con ella y lo iba a hacer.
#JotaRpe #SeanFelices
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¿Y si fue un error? | Finalizada.
Teen FictionQuien diría que un pequeño juego del destino, en una de las tantas fiestas a las que hemos asistido en nuestras vidas; haya logrado cambiar nuestro futuro.