CAPÍTULO 11

25 9 0
                                    


UNA SEMANA MAS

9 de Febrero:

-Perdón.-le dije a Dàniel mientras que desayunábamos.

-¿Por?-

-Por haber preguntado, ayer.-

-No importa, igual no te termine de explicar. Yo soy adoptado entonces no creo que mis papás adoptivos me quieran, si viven viajando y nunca me ven ni me llevan con ellos.-

-Te entiendo, mis padre nunca estuvieron en mi vida, hasta que llego mi mamá al hospital. Quiero que siempre tengas en cuenta que tenes una familia.-

-¿Quiénes?-

-Carly, Dylan, mi mamá y yo, sé que no es mucho pero...-

-Es la familia perfecta, gracias.-

Me sentía bien al decirle eso a Dàniel, hacerle sentir que si tenía una familia.

Esa tarde íbamos a salir y justo cuando estaba por comprar los pasajes para irnos me saco el celular, no entendía bien porque:

-¿Qué haces?-le pregunte mientras intentaba sacárselo aunque sabía que probablemente no iba a poder.

-Tengo una propuesta.-

-Te escucho.-

-Nos quedamos tres días más y nada más, por favor no me digas que no.-

-Bueno.-dije un poco convencida.

-Ves sabía que me ibas a decir que... que dijiste.-

-Está bien, acepto pero solo tres días.-

-Te amo, y me voy a asegurar que estos sean tus mejores tres días en otro país.-

-Va a ser lindo que lo intentes, mis mejores días en otro país fueron en Brasil.-

-Ya vas a cambiar de opinión.-

En ese momento me había llegado un mensaje, era de mamá:

"Hija ¿Ya están viniendo para acá? Carly tuvo alguno "ataques", se quedó sin aire."

En ese momento cambie el rumbo de las cosas, no podía quedarme tres días mas en México mientras que mi hermana tiene ataques y se queda sin aire. Así que le pedí disculpas a Dàniel y salimos disparados al aeropuerto para tomas el primer vuelo que nos llevara a Estados Unidos.

Cuando llegamos vi que los médicos le estaban haciendo un electroshock a Carly, me preocupe y vi que Dylan estaba consolando a mi mamá que no paraba de llorar, me acerqué a preguntar que pasaba y me dijo:

-Su corazón se detuvo de repente, todo estaba bien y de la nada dejo de latir.-dijo mi mamá.

-Está bien, todo va estar bien y ya vas a ver que se va a despertar.-le dije mientras una lagrima resbala sobre mi cachete, no podía evitarlo. No llorar era imposible y se había echo una cosa diaria de todos los días.

Pasaban horas y horas y no despertaba así que decidí hacer algo, algo que no me arrepentiré una en la vida. Los médicos habían dicho que para salvarla necesitaban 2 litro de sangre O- por la cantidad de sangre que había perdido mientras que estaba dormida. El problema era que esa sangre solo la tienen aproximadamente 40 personas en el mundo, incluyendo a mi hermana y a mí. Si yo le daba mi sangre yo moriría, y nunca en la vida me arrepentiré de habérsela dado.

Al final, con mi último aliento ella despertó y la mire fijamente a los ojos, sus ojos y le dije: "te amo y te juro que voy a..."

No pude terminar la frase y lo último que vi de ella fue sus ojos, marrones y profundos donde se podían ver todos sus sentimiento juntos.

Esta es mi historia trágica pero verdadera, la verdad es que yo siempre ame y amare a mi hermana, pero no como si fuera eso sino como mi mejor amiga. Como decía ella: la amistad puede tener comas pero nunca un punto final.

FIN    

No me dejes amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora