The Bitten

Diferente

Melanie:
Muchos chicos de la escuela me miraban algunos momentos. Tania camino cerca de mi, aún tenía un ojo morado, me miró mal y yo le gruñí sin sacar a mí lobo, lo cual la asusto. Me gustaba recibir atención pero de esta manera no.
La campaña tocó y me levante antes que Issac, Emma y Nora y fui directo a mi clase. Toda la clase Tania me miraba mal pero yo no tenía preocupación alguna por ella. Las clases pasaron y no pude prestar atención en alguna, nada nuevo, siempre he tenido problemas de concentración. Me parecía extraño que después de la luna llena no aparecieran los vampiros, había un tratado en el que después de la cacería de los lobos en la luna llena los vampiros podían cazar sin hacerle daño a los lobos pero esta luna llena no aparecieron. ¿Dónde estarán?
Estaba tan concentrada en eso que no noté cuando llegó Nora.
–¡Melanie!–Grito sacudiendome.
–¿Qué te pasa?–Dije grosera
–¿A mí? Tú eres la que parecía cataléptica, la clase acabó hace 10 minutos.
Mire a mi alrededor y el salón estaba vacío. Tome mis cosas y me levante. Nora no paraba de hablar.
–Melanie, ¿me estás escuchando?
–¿Qué?–dije perdida.
–¿Qué te pasa hoy? Estas perdida. Te decía que es extraño que los vampiros no hayan aparecido a chupar sangre.
La mire en silencio, ella también lo notó. Algo extraño está pasando.

Cuando llegué a mi casa corrí a mi habitación y cerré la puerta con llave. Pensar en los vampiros me recordaba a mis padres. Mi madre fue una vampiresa y mi padre un lobo. No hay ningún problema con la unión de ambos pero un descendiente esta prohibido, si hay un hijo de una unión la pareja y el bebé tienen que ser asesinados. Mis padre ya iban a tener un segundo hijo cuando los consejos se enteraron y los asesinaron. Ese día estaba con mis tíos, quienes ahora se hacen cargo de mi. Nadie sabe que soy un híbrido, ya que de saberlo me asesinarían los consejos. Nadie puede saber que soy diferente.